Juan Olivares Meza

Durante el gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende se construyeron balnearios populares en distintas zonas turísticas del país con el fin de dar acceso a los trabajadores y sus familias a lugares de calidad para el descanso y la recreación. Uno de esos balnearios quedó ubicado en la playa Marbella de Santo Domingo que, tras el golpe militar de 1973, pasó a convertirse en un centro de prisioneros, tortura y exterminio.

Con el fin de recuperar ese espacio se creó la Fundación por la Memoria de San Antonio que, liderada por la exprisionera política y activista internacional de Derechos Humanos, Ana Becerra, consiguió en noviembre del año 2014 que las cabañas de la playa Marbella fueran reconocidas como el primer Sitio de Memoria de la Región de Valparaíso.

Exposición

Y ese es el camino que recoge la muestra "Historia del Balneario Popular de Santo Domingo" en 18 pendones instalados en la sala de exposiciones del Centro Cultural de San Antonio que ayer fue inaugurada y abierta al público.

Ana Becerra destacó el momento como "una ocasión especial en la cual podemos por primera vez presentar nuestro trabajo en una serie de pendones ya que debido a la pandemia no habíamos podido mostrarlo, así que es un día muy importante para nuestra fundación".

A juicio de la ex detenida política, "esta exposición solamente tiene amor, amor de todos los que aparecen en cada una de las fotografías, de todos los que han ayudado, de los que han pasado, de nuestra pequeñas que hoy están grandes, de personas de distintos lugares. Es el pueblo de San Antonio el que está en esta exposición que al mismo tiempo es la historia de la recuperación del balneario popular como sitio de memoria".

Reconocimiento

En la inauguración, que contó la canciones del músico y creador sanantonino Jorge Quinteros, fue reconocido el silencioso trabajo que durante años ha realizado en la Fundación por la Memoria Isabel Soiza, sanantonina cuyo trabajo está plasmado en esta exposición.

"Yo hago esto con todo el corazón porque entiendo la tarea gigantesca que tenemos como sanantoninos de hacernos cargo de nuestra historia, de lo que nos tocó, que no es algo agradable, pero es nuestro deber hacernos cargo porque somos cuna de cosas horrorosas como las que pasaron, pero también somos cuna de cosas buenas, de reinventarnos, reinventar nuestras sonrisas y recuperar los territorios", dijo Isabel Soiza sobre su participación en esta muestra.

La alcaldesa de San Antonio, Constanza Lizana, también presente en la inauguración, resaltó "el trabajo que ha hecho la Fundación por la Memoria por rescatar esta memoria, pero también por llevarla adelante destacando el proceso de transformaciones que estamos viviendo como país".

La jefa comunal manifestó que el municipio se pondrá "a disposición para rescatar todos estos espacios de memoria tan necesarios para construir el presente y el futuro de San Antonio".

Una tarea pendiente

Sobre el trabajo de recuperación del sitio de memoria en la playa Marbella, Ana Becerra explicó que si bien consiguió la designación del lugar como uno de los centros de prisioneros de la dictadura, "no hay ninguna victoria definitiva porque este sitio sigue siendo de los militares, más bien del área de Bienestar del Ejército y todavía no lo entregan".

"Esa lucha todavía sigue porque lo único que hemos conseguido es que ese lugar sea declarado 'sitio de memoria' para nosotros hacer los recorridos y trabajar el sitio, pero el lugar legalmente no es nuestro todavía. A pesar que ya lo tomamos como nuestro y es nuestra la tutela, no tenemos una concesión y esa lucha todavía sigue pendiente", añadió.

Becerra aprovechó de invitar "a toda la comunidad de San Antonio y sus alrededores para que visiten la exposición en el Centro Cultural, que la recorran y si necesitan una visita guiada en el mismo sitio de memoria, que nos contacten porque nosotros estamos siempre disponibles para contar la historia".

"Es el pueblo de San Antonio el que está en esta exposición que al mismo tiempo es la historia de la recuperación del balneario popular como sitio de memoria",

Ana Becerra