Las hermanas que se la jugaron con un cafe en el centro de Llolleo
Marisel y Katherine decidieron emprender hace pocos meses reviviendo una de las esquinas comerciales más tradicionales de Llolleo, haciéndole un guiño al histórico Providencia.
Marisel Espinoza Capdevilla (49 años) y Katherine Concha Capdevilla (33) decidieron instalar el Café El Provi en el mismo lugar donde estuvo por más de medio siglo el querido Establecimientos Providencia, recordado por sus ricos pasteles, tortas y cafés, además de grandiosos espectáculos, como el de Mari Pepa Nieto que iluminaban las noches sanantoninas.
"Decidimos poner este nombre al café porque como antiguamente estaba instalado el Providencia queríamos continuar con un nombre parecido y que nos diera la ventaja de que fuera fácil de ubicar", cuenta Marisel, nuera de los dueños del Providencia.
Hermanas y amigas
Katherine y Marisel tienen 15 años de diferencia pero esto no ha sido impedimento para forjar una relación de profunda hermandad y que siempre ha sido especial. No por coincidencia ambas nacieron el mismo día, el 25 de mayo.
Ya adultas su relación se fue estrechando y se fueron acercando porque tienen hijas de edades muy similares que se acompañan mucho. "Siempre pasamos bastante tiempo juntas con nuestras familias, fines de semana y veranos incluidos", explica la mayor de las hermanas.
Marisel tiene tres hijos: María José (30), Juan Ignacio (9) y Francisca (4). En tanto Katherine tiene dos hijas: Catalina (7) y Constanza (13).
-¿Qué les gusta hacer juntas?
-Mira, nos encanta compartir y pasar el rato juntas. La verdad es que yo integré a mi hermana a mi grupo de amistades y encajó súper bien, hicimos un grupo bien choro, entretenido. Inicialmente éramos tres amigas y cada una presentó a su hermana y terminamos siendo un grupo más grande, súper unido. Te podría decir que es mi hermana y mi amiga.
Ambas han vivido toda su vida en San Antonio y declaran que les encanta la tranquilidad que encuentran en este lugar. "Te puedes desplazar tranquilamente por la zona, sin el caos que encuentras en Santiago, y lo mejor es que estás muy cerca, solo a una hora de la capital, que es donde encuentras servicios que acá no hay", dice Marisel.
Café am
El grupo de amigas y amigos que han formado se ha convertido en esencial y clave en una serie de temas, incluida la idea de emprender con el café.
"Todo empezó en una junta de amigos de día domingo. Salió el tema de que había un local donde estaba el antiguo Providencia que no estaba siendo usado y pensamos que podíamos hacer algo en esa esquina para aprovechar el espacio que estaba perdido", explica Marisel.
-¿Y por qué se decidieron por un café?
-Porque nosotras íbamos todos los días a dejar a los niños en la mañana al colegio a Llolleo y nos quedábamos haciendo la hora en el auto para poder tomarnos un café. Esperábamos hasta las 10 de la mañana para poder sentarnos en algún lugar. Por eso se nos ocurrió instalar un café que abriera a partir de las 8.30, que es la hora en que mucha gente sale a hacer trámites y quiere tomar desayuno.
Fue así como de a poco empezaron a concretar la idea y se fueron preparando para la apertura que se concretó el 5 de enero y que en un principio sólo estaba pensada para la época estival.
-¿Qué sello tiene El Provi?
- Es un café más bien al paso, que abre temprano a su público. En términos de decoración siempre pensamos como concepto algo rústico, hecho por nosotras, alegre, colorido y que fuera fácil de instalar. Muchas de las cosas necesarias las teníamos, como las sillas, pero hubo muchas otras que mi propia hermana construyó con su veta artística, como las mesas de pallet y los cojines por ejemplo.
Nuevo mundo
Marisel confiesa que el rubro de la gastronomía fue algo absolutamente nuevo para ellas. Eso sí, gracias a la experiencia del marido de Marisel en el mundo de los negocios pudieron recibir ayuda y colaboración en el acercamiento con proveedores, por ejemplo, lo que fue de vital ayuda en un comienzo.
Entre los productos estrellas tienen café de grano italiano y helados artesanales que se venden durante todo el año -atienden de lunes a sábado, hasta las 20 horas- y que son los favoritos del público.
Empoderamiento
Si bien en un inicio sólo pensaban abrir durante el verano Marisel y su hermana tomaron la importante decisión de mantener abierto durante todo el año.
"Han sido tiempos difíciles para todos. Nosotros alcanzamos a tener dos meses abierto y luego vino la cuarentena, lo que nos llevó a tener dos meses cerrado. A pesar de todo eso, nos ha ido bien, no nos podemos quejar, y tomamos la decisión de continuar", explica Marisel.
-¿Cómo ha sido trabajar con tu hermana?
-Nos hemos complementado súper bien. No tenemos conflicto. Lo conversamos todo. Al principio estábamos las dos atendiendo full pero hoy en día nos organizamos y cada una tiene días libres. Eso sí, los fines de semanas estamos las dos porque es más fuerte.
-¿Tienen personas que les ayudan?
-Sí, tenemos dos niñas que nos ayudan y colaboran. Cuando partimos decidimos que solo trabajaríamos con mujeres porque creemos que son más sensibles, preocupadas y detallistas para atender. Estamos felices trabajando solo entre mujeres.
Llolleo gastronómico
Marisel es enfática en señalar que Llolleo ha tenido un boom gastronómico y eso las ha beneficiado bastante. Ellas están felices porque contribuyen a mejorar ese ambiente y a mejorar la oferta.
"Llolleo está súper lindo. El tema gastronómico ha surgido harto justamente en la zona estamos. Nosotros nos alegramos porque a todos les va bien, todos tienen su público y los comerciantes del sector estamos bien unidos".
"Se nos ocurrió instalar un café que abriera a partir de las 8.30, que es la hora en que mucha gente sale a hacer trámites y quiere tomar desayuno",
Marisel Espinoza
"Han sido tiempos difíciles para todos. Nosotros alcanzamos a tener dos meses abierto y luego vino la cuarentena, lo que nos llevó a tener dos meses cerrado. A pesar de todo eso, nos ha ido bien, no nos podemos quejar",
Marisel Espinoza