Carina Cabrera Aballay

Desde que descubrió el arte del disc jockey, Rodrigo Gómez comenzó su propia búsqueda en este singular género. "Cuando recién comenzaron mis salidas de adolescente yo era el que no bailaba, porque me dedicaba a ver a los DJ, estaba pendiente de las mezclas, siempre me gustó la música", expresa.

"En ese tiempo yo iba a la Disco Show, que estaba en Centenario. ¡Oh!, ¿cuánto tengo ahora?, 47 ya, voy dejando yo mismo el carnet… Y yo iba a ver cómo mezclaban los DJ esa música que tenían ahí, que no estaba disponible en ninguna otra parte. Muchos años después supe que el dueño de la disco las traía de afuera, de Europa, cuando viajaba", recuerda el artista conocido en la escena como DJ Ropo.

Decidido a aprender cómo ser un "pinchadiscos", entrado en sus 20 años trabajó para comprarse su propio equipo. "El 97 compré mi primera tornamesa, fueron mis inicios, mi escuelita, todo autodidacta porque en ese tiempo no había nada, así que aprendí a puro oído".

-Me imagino que fue muy distinto a cómo aprenden ahora…

-Fue terrible, pero lo positivo de todo eso es que todo se hacía con más cariño, porque te costaba tanto conseguir cosas, sobre todo a nosotros los DJ, porque acá en San Antonio en ese tiempo era solo yo y luego se sumó más gente. Entonces todo lo que lograbas tú y quienes te rodeaban se apreciaba, porque era mucho el esfuerzo, más allá de lo económico, por ejemplo, conseguirse un estudio donde grabar, las pistas y comprar vinilos de efectos para scratch era terrible.

El primero

Mientras se formaba en este género musical, Rodrigo se comenzó a especializar en el scratch, que es la técnica de producir sonidos moviendo el disco de vinilo hacia adelante o hacia atrás en la tornamesa. "Yo me voy a llevar a la tumba el título de ser el primero que hizo scratch en San Antonio", afirma.

Según Rodrigo, "el DJ abarca muchas disciplinas y una de esas es el arte del scratch, que es difícil, pero con el tiempo se aprendió. Ahora hay tutoriales en YouTube y los cabros que tienen una torna (tornamesa) a los dos meses ya se saben trucos, pero en nuestros tiempos era todo a oído".

Otros amigos se le fueron sumando en el camino, pero con los años él fue uno de los pocos que se mantuvo. "Yo seguí y seguí, constancia, perseverancia, siempre aprendiendo, no es que uno se crea el más bacán, de hecho, yo admiro a mucha gente de Chile", sostiene.

-¿Cómo fue para tu familia que te dedicaras a esto?

-En ese tiempo yo vivía con mi abuela. Me crié con ella y siempre me apañó en todo lo que quise hacer. Pero yo no soy de esos que tiene la mansa embarrá porque es DJ, de hecho, mucha gente del barrio se enteró que yo era DJ cuando me empezaron a ver en los afiches.

"Me costó comprarme las cosas, pero lo logré. Ahora lo que la gente ve es el resultado de harto sacrificio", manifiesta.

-¿Por qué elegiste el nombre Ropo?

-Es mi apodo de toda la vida, desde chico, no sé si recuerdas el jerigonzo, cuando hablábamos "hopolapa copomopo estapa Ropodripigopo"; de ahí viene Ropo, era una tontera de barrio, de infancia, pero funciona bien este nombre en la música, a la gente le encanta.

Sangre hiphop

El ritmo que lo llevó a convertirse en disc jockey fue el hiphop. "Mi música de sangre es el hiphop, el rap", declara.

La pasión por este estilo musical lo llevó a tener una participación activa en la escena local, de hecho, fue parte de Conflicto Urbano, una de las agrupaciones sanantoninas más relevantes en este género, que dio que hablar a nivel nacional y que estuvo activa desde 1998 hasta el 2006.

"Hay anécdotas increíbles. Me han escrito desde Ushuaia, Argentina, para decirme que el año 2004 les llegó un casete nuestro escrito mano, porque antes todo era a mano. Nosotros grabábamos y repartíamos los casetes en la calle como volantes, con dos canciones grabadas, y estos fueron recorriendo Sudamérica y llegaron a Argentina, Bolivia y a todas partes de Chile", relata.

Las palabras de agradecimiento a su banda continúan llegando a sus redes sociales. "Yo quedo loco, hasta el día de hoy me llegan mensajes, me dicen 'gracias a tu grupo yo me dediqué a hacer rap', yo no lo puedo creer. Hay cabros de San Antonio que dicen que en su adolescencia empezaron a escuchar Conflicto Urbano y nosotros ya habíamos dado por terminado el grupo; hay gente que se crió con nuestra música", sostiene.

-¿Cómo te sientes con estos mensajes?

-Hasta el día de hoy estoy sorprendido por los mensajes que me llegan de distintas partes de Chile y de otros lugares insospechados, con historias relacionadas con nuestras canciones. Por ejemplo, un fan me dijo 'esta canción yo se la dediqué a mi papá, justo él murió y ustedes hablaban de esto. Yo siempre me voy a acordar de ustedes y ahora genial que te conozco Ropo y bacán que sigái'. A mí me han caído sus lágrimas, porque la verdad que uno se emociona, uno nunca pensó, o piensa, lo que causas en las personas. (Conflicto Urbano) afectó a mucha gente de varias formas positivas.

Rodrigo agrega que "todo mi aprendizaje se lo debo mucho a mi grupo Conflicto Urbano, yo andaba con ellos para todos lados".

Tocatas

DJ Ropo, junto a Conflicto Urbano, fue uno de los protagonistas de eventos locales ya extintos, donde los artistas y seguidores de diferentes estilos se reunían para darle vida a San Antonio.

"Nosotros nos juntábamos con los punkis y hacíamos dos tocatas en una. Eso es lo que echo más de menos, era lo más bacán, porque conocí mucha gente a través de las tocatas, te topabái con los punkis, con los rockeros, de hecho, fusionábamos música", cuenta.

Para él, "las tocatas que se hacían en la sede del Sindicato de Obreros de la Construcción (en Barrancas) eran las mejores, todos juntos y amontonados, sin escenario, pero se hacía tan bonito y todos apañaban a todos. Los punkis escuchando a los raperos gritaban y cantaban. Era muy buena experiencia, todos amigos, todo bacán".

DJ Ropo

Tras dividir su vida entre su faceta de disc jockey y vendedor, hace alrededor de 10 años Rodrigo se dedica casi en su totalidad a su carrera musical. Para él, "ser DJ es una disciplina, es como un arte marcial, tienes que estar muy concentrado, yo casi no tomo, porque se necesita mucha concentración, si yo fuera loquillo no podría ser DJ, de hecho, muchos no lo son por eso".

Actualmente, trabaja haciendo grabaciones para músicos latinoamericanos. "Trabajo por internet haciendo canciones a gente, ellos me mandan los temas y yo tengo que hacer los scratch en los espacios que ellos definen y eso tiene un valor por track, por canción. Yo sé que lo hago bien porque el trabajo habla por uno y he trabajado y me habla gente de todas partes, Francia, Inglaterra, Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador, México", afirma.

También se dedica a pinchar discos en eventos, fiestas y locales de San Antonio y Santiago, donde destaca por usar música r&b, house, reggae y otras de influencia negra. "Cuando me presento siempre estoy mostrando cositas técnicas, haciendo truquitos, no es que la canción corra, siempre estoy jugando con algo", señala.

-¿Cuál ha sido tu presentación más importante hasta ahora?

-Toqué como tres veces en el Hotel W en Santiago, porque me llamaban para fiestas de la productora Double, también estuve en Caleta de Hiphop, pero para mí todos los escenarios son iguales, cuando una persona sonríe con una canción que puse yo, ya estoy pagado; ese es mi mejor escenario.

"El 97 compré mi primera tornamesa, fueron mis inicios, mi escuelita, todo autodidacta porque en ese tiempo no había nada, así que aprendí a puro oído",

Rodrigo Gómez,, DJ Ropo

"No soy de esos que tiene la mansa embarrá porque es DJ, de hecho, mucha gente del barrio se enteró que yo era DJ cuando me empezaron a ver en los afiches",

Rodrigo González,, DJ Ropo