Mónica Jorquera Escobar

Caminando despreocupadamente por un campamento de Cartagena, fue visto por carabineros un sujeto que llevaba en sus manos un "ladrillo" con un kilo de cocaína.

Funcionarios de la Sección de Intervención Policial de la Prefectura de Carabineros de San Antonio, observaron cuando el hombre transitaba por los estrechos pasajes de la toma de terrenos con un paquete rectangular envuelto con cinta adhesiva negra, modo en que comúnmente los traficantes embalan narcóticos.

Así, la tarde de este jueves, los policías quisieron fiscalizar al individuo, quien al ver la presencia de carabineros emprendió la huía corriendo y saltando un cierre perimetral, intentando escaparse.

Kilo

Luego de una persecución, funcionarios de dicha sección dieron alcance al sospechoso, momento en que descubrieron que el paquete contenía clorhidrato de cocaína.

Desde carabineros detallaron que encontraron en poder del individuo de 31 años, un kilo 71 gramos de cocaína, la cual fue avaluada en 10 millones 700 mil pesos.

Además, en un banano que llevaba el treintañero, los uniformados encontraron otros 62 gramos de marihuana elaborada y 16 gramos de la droga "tussy", la cual se encontraba dosificada en pequeñas bolsitas.

Junto con ello, le incautaron 80 mil pesos en dinero en efectivo, plata que provendría de la venta de estupefacientes.

En la misma toma "Esperanza", que se ubica en el Camino Viejo a Cartagena, en el límite de San Antonio con la comuna balneario, los carabineros arrestaron al sujeto de iniciales H.V.S. por el delito de tráfico de drogas.

Desde la policía uniformada informaron que el aprehendido mantiene antecedentes penales. Ayer fue puesto en manos del Juzgado de Garantía de San Antonio, donde lo formalizaron por el delito de tráfico de narcóticos.

Tras la audiencia se decretó la medida cautelar de prisión preventiva contra el imputado, siendo trasladado ayer al centro penitenciario de San Antonio.

10 millones 700 mil pesos fue el avalúo de la cocaína que fue incautada al individuo.

31 años tiene el hombre que fue arrestado en la toma de terrenos y que quedó en prisión.

Cumpliendo con la antigua tradición de llevar a sus difuntos a pulso al cementerio, fue que ayer se llevó a cabo el funeral de uno de los vecinos más representativos de Tejas Verdes, Jorge Armando Avilés Navarro.

El querido "Camello", como le decían de cariño, dejó de existir este miércoles a los 90 años.

Partió de este mundo rodeado de sus seres queridos tras sufrir algunas afecciones a su salud propias de su avanzada edad.

Desde el mismo miércoles que estaba siendo velado en la sede del club deportivo Río Maipo, en el corazón de Tejas Verdes, equipo en el que alguna vez jugó

La mañana de ayer, en ese mismo recinto, se realizó un responso y luego, con el carro de mano, lo trasladaron al cementerio Parque del Sendero de Llolleo.

Jorge Avilés formó una gran familia, compuesta de su viuda Ercilia González Ortiz, sus seis hijos, 13 nietos y siete bisnietos, quienes ayer lloraron su partida.

Quienes lo conocieron, lo recuerdan como un buen vecino, amable y alegre.

"Mi abuelo, mi tata, era el mejor de todos, como el decía 'era el más encachado de todos'. Siempre nos hacía reír y apoyaba a todos, era el centro de nuestra familia", dijo su nieta Cynthia Cerda Avilés.

Cuenta además, que su abuelo vivió toda su vida en Tejas Verdes, siendo uno de los vecinos más antiguos del sector. Además, como fiel lector de Diario El Líder, le despidieron con un ejemplar del periódico en el féretro.

La familia agradece las muestras de cariño de sus vecinos que los han acompañado en este difícil momento.