Agencia Efe / Leo Riquelme
A falta de los acuerdos que se cerrarán en los próximos días en la cumbre del clima que se celebra en Glasgow, la comunidad internacional dio ayer un paso gigante para poner coto a la deforestación que amenaza al planeta y reduce la efectividad de los bosques como sumideros de carbono.
Un centenar de países, que representan al 85% de los bosques del planeta, han sellado su compromiso para detener y revertir esa destrucción, con el horizonte puesto en 2030.
Al compromiso se han adherido países o regiones como Chile, Colombia, Indonesia, Noruega, Australia, Brasil, China, Costa Rica, la Unión Europea, Ecuador, Honduras, Guatemala, Perú, Rusia, Turquía, Uruguay, Estados Unidos y Reino Unido, que además han sumado a esa promesa una fuente clara de financiación para lograrlo.
"El compromiso es muy específico", dijo la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt. "Y tiene por objetivo detener el cambio de uso de suelo dedicado a la forestación", agregó, destacando que entre los firmantes esté Brasil, que administra gran parte del Amazonas.
Un informe de la organización ecologista WWF alerta que a la deforestación que afecta hace décadas a la Amazonía, África central, Mekong e Indonesia, se han sumado África occidental y África oriental y la Selva Maya de México y Guatemala.
La causas son la ganadería y la agricultura a gran escala de productos como la soja en América Latina; en África a causa de la agricultura de subsistencia; y en Asia las plantaciones para pulpa de papel y palma.
Gran parte de la soja que se produce en América va a China y a la Unión Europea, el segundo mercado más grande de este producto. Datos de ONU advierten de que desde 1990 se han perdido unos 420 millones de hectáreas de bosque por conversión a otros usos de la tierra.
De las personas que viven en la pobreza extrema, más del 90% dependen de los bosques para obtener alimentos silvestres, leña o una parte importante de su sustento.
El compromiso contra la deforestación va acompañado del desembolso conjunto de 12.000 millones de dólares de inversión pública y 7.200 millones de dólares de inversión privada para 2030.
Aparte de la Unión Europea, que comprometió US$900 millones con este fin, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que su programa para proteger los bosques a nivel global que contará con "todas las herramientas del gobierno estadounidense: políticas, diplomáticas y financieras", con US$9 mil millones.
"Vamos a asegurarnos de que los mercados reconocen el verdadero valor económico de los sumideros de carbono naturales y a motivar a los gobiernos, terratenientes y otros implicados a priorizar la conservación", dijo.