Diego Gotelli C.
Casi un día completo sesionó la Cámara de Diputados para aprobar la acusación constitucional contra el Presidente Sebastián Piñera.
Con 78 votos a favor -el mínimo exigido-, 67 rechazos y 3 abstenciones, la Cámara declaró admisible el libelo con que la oposición lo acusa de "infringir la Constitución y las leyes" y de "comprometer gravemente el honor de la nación", a raíz de la divulgación de detalles de la venta que hizo su familia de su parte en el proyecto Dominga el 2010, lo que indaga la Fiscalía.
Por casi 15 horas el diputado Jaime Naranjo (PS) expuso los antecedentes cuestionados, además de expedientes vinculados al Presidente y reportes de medios, en un discurso que alargó a la espera del arribo de Giorgio Jackson quien esa noche culminaba su cuarentena por el contagio de Gabriel Boric y cuya presencia era clave para completar los 78 respaldos.
Ajetreada noche
El frenteamplista salió de su casa en Recoleta a medianoche, siendo escoltado por al menos dos autos de prensa que transmitieron su periplo.
El parlamentario también grabó parte de su trayecto en un live en Instagram filmado por su copiloto. Jackson, al volante, reiteraba que esto "se podría haber evitado" si se autorizaba el voto telemático.
Mientras el exdirigente estudiantil paraba en una bencinera para pedir a los medios precaución para evitar accidentes, en Valparaíso aumentaba la tensión tras la llegada al parlamento del diputado Jorge Sabag, cuya asistencia estuvo en duda pues horas antes informó a su partido, la DC, que se hizo un PCR.
Su traslado movilizó a personal de Salud al Congreso. El seremi Georg Hübner afirmó que en Epivigila el falangista figuraba como con síntomas de covid por lo que era "caso sospechoso", lo que le impediría viajar hasta tener el resultado del test. Mientras hablaba, la PC Karol Cariola lo emplazó acusándolo de intentar "obstruir" la votación.
Pero el diputado burló el control. Poco antes de su llegada Gabriel Ascencio, jefe de la bancada DC, fue a encontrarlo. Él y un asesor abordaron su auto siendo interceptados por personal sanitario, mientras Sabag ingresaba a pie sin ser detectado.
El hecho indignó al bando oficialista, sector que ya había cuestionado la larga alocución de Naranjo y que por la noche instó a la Seremi a "detener" a Sabag. Luciano Cruz-Coke alertó que se ponía en riesgo a parlamentarios que no estarían vacunados.
Tras minutos de incertidumbre, personal de la Seremi se reunió con el presidente de la Cámara, Diego Paulsen (RN). Ayer la repartición anunció la apertura de un sumario contra el diputado DC.
"Las normas sanitarias obligan a que el paciente que es sintomático y que se toma un PCR debe esperar el resultado antes de abandonar la cuarentena", afirmó ayer el ministro Enrique Paris.
Pese a ello, Sabag pudo votar tras estar aislado hasta el sufragio. Jackson también llegó, entrando a sala a las 1:22. Tres minutos después Naranjo paró de hablar y se fundió en un abrazo con el frenteamplista, que le llevó un regalo.
Tras ello vino el turno de la defensa de Piñera, quien por cinco horas cuestionó la argumentación acusadora. Con todo, a las 7:55 horas de ayer culminó la sesión, enviando el libelo al Senado.
Lo que viene
En La Moneda lo que más se repitió ayer fue "injusto". "Hemos visto un show. Sentimos mucha tristeza por esta herida que se ha hecho al país", dijo el vocero Jaime Bellolio.
El Presidente arribó a la casa de Gobierno a las 10.00 en silencio. Durante la mañana ministros se acercaron a su despacho en lo que trascendió fue una señal para cerrar filas en defensa de su gestión.
"El Presidente está muy tranquilo, determinado en sacar adelante la ardua tarea que tiene el país", manifestó el titular de Educación, Raúl Figueroa, tras su encuentro.
El Ejecutivo confía que el resultado se pueda revertir en el Senado, que tiene seis días para comenzar a verlo.
La normativa establece que tras la aprobación de los diputados, el Senado deberá resolver "como jurado" si el acusado "es o no culpable" del presunto delito, infracción o abuso que se le imputa.
Al acusar al Presidente dicha decisión debe ser respaldada por 2/3 de los senadores, lo que requeriría votos oficialistas. "Es difícil", reconoció Naranjo. El senador Manuel José Ossandón (RN) aseguró que ni siquiera en la oposición tienen unanimidad para apoyar el texto, y adelantó que él votará "a conciencia", pues podría aprobarlo "si yo tuviera la convicción de que el Presidente es culpable".
El vicepresidente del Senado, Jorge Pizarro (DC), dijo que "lo más probable" es que el tema se discuta el lunes. De ser aprobado el Presidente quedaría destituido y con prohibición de ocupar cargos públicos por cinco años. Hasta entonces sigue en funciones.