Mujer recoge su herencia mapuche para elaborar productos medicinales con miel
María Antonia Huenchuñir, junto a su marido, dieron vida a "Miski Lawen" (miel medicinal), un emprendimiento que hoy los llena de orgullo.
Por muchos años, María Antonia Huenchuñir junto a su marido Roberto Bozo se dedicaron a la venta de joyas, pero cuando el negocio y las ventas comenzaron a decaer, de inmediato se pusieron a trabajar en un nuevo proyecto que les permitiera seguir adelante.
En el 2012, dieron inicio al trabajo con las abejas y dos años después, María Antonia se unió al emprendimiento para aportar todos sus conocimientos sobres hierbas medicinales y miel, heredados de su familia mapuche.
"Mi esposo empezó primero con el tema de las abejas, y después comencé yo, con mis preparaciones con miel, haciendo cosas que mi mamá me enseñaba cuando éramos chicos", recordó María Antonia.
Apenas comienza el recorrido por algunos pasajes de su infancia, de inmediato se le vienen a la cabeza las imágenes de su madre preparando miel con hierbas o miel con natre para tratar algún resfrío o dolencia.
"Cuando estábamos resfriados nos daban miel con alguna hierba para la fiebre. Mi mamá nunca nos trataba con remedios o medicamentos cuando nos enfermábamos. Siempre nos daba algo natural y así fuimos criados", comentó y añadió que "de ella aprendimos mucho".
Gracias a la ayuda de Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), el emprendimiento de esta vecina de El Quisco vio la luz, y en cosa de tiempo, sus productos fueron haciéndose conocidos por sus diversas cualidades.
"Ellos (Conadi) me ayudaron con las etiquetas, con los frascos y todo lo que requería mi proyecto. Tengo mucho que agradecerles porque me ayudaron a impulsar mi negocio", contó.
Productos
Shampoo, cremas, ungüentos, aceites son sólo algunos de los productos que esta quisqueña elabora en su casa ubicada en Las Canteras 1471. Su marido se dedica a recolectar la miel y todos sus derivados mientras que María Antonia se encarga de preparar cada una de sus creaciones. Pero eso no es todo porque su nieta se preocupa del envasado y de etiquetar las preparaciones. "Este es un negocio familiar".
"Hago shampoo para la caída del cabello, para la soriaris, para evitar la caspa y mucho más. También preparo cremas. La más vendida es la para los dolores que tiene propóleo, veneno de abejas y cannabis y no es porque lo diga yo, (ríe) pero es muy buena. Tengo aceites, ungüentos, cremas de muchas variedades. Todo hecho por nosotros", explicó.
Luego agregó que "entre los productos que elaboro hay cremas para las manos con miel, propóleo y cera virgen. Todos tienen algo de la abeja, ya sea propóleo o jalea real".
"Miski Lawen" es el nombre escogido por esta emprendedora, para darle vida a su negocio y que significa "miel medicinal". En estos años de trabajo, María Antonia ya se ha hecho de una fiel clientela, que la sigue por donde sea en busca de sus productos y de sus mieles.
"Ya me conocen por mis productos y mucha gente ha vuelto por ellos. Incluso han regresado de un verano a otro en busca de la miel porque mis productos han tenido una buena recepción. A veces me han buscado y cuando me ven dicen "ah la señora de las cremas, tanto tiempo que no la veía". Lo bueno es que finalmente igual me encuentran", recalcó.
Elaboración
En estos años de trabajo, la quisqueña ya conoce el tejemaneje con respecto a los tiempos de proceso que tiene cada una de sus preparaciones. "Mi esposo es quien cosecha cuando corresponde según el tiempo. El separa la miel, la jalea real, el propóleo y después uno empieza a preparar las cosas. Como ya tengo claras las cantidades y los procesos, voy elaborando lo necesario para ir dándome vuelta durante el año".
María Antonia reconoció que, muchas personas no se atreven a comprar miel por temor a ser engañados con productos que finalmente nada tienen que ver.
"Mis clientes buscan mi miel porque les da miedo comprar en otros lados porque dicen que son falsas. En todos estos años he tenido muy buena recepción con la miel la que puede encontrar en distintas variedades como miel de ulmo, miel multifloral, entre otras. Todo depende del alimento con que cuenten las abejas. Nosotros nos preocupamos mucho para que ellas estén sanas y coman lo que necesitan porque nada de esto sería posible sin las abejas", contó.
Todos los productos que elabora esta emprendedora son comercializados en las distintas ferias que se llevan a cabo en la comuna de El Quisco o los fines de semana en un local en la localidad de El Totoral.
-¿Cuál es su producto estrella?
-La que más me piden es la crema para los dolores que tiene veneno de abeja, cannabis y propóleo. Está claro que esta crema no ayuda a terminar con las enfermedades ni nada parecido, pero sí ayuda a aliviar los dolores que se pueden estar padeciendo. La gente la lleva harto.
-¿Cómo lo ha hecho en pandemia?
-Ha sido difícil porque no he podido ir a ferias a ofrecer mis productos, pero durante todo este tiempo he vendido cremas, shampoos y todo lo que me pidan y los envío a todo Chile por una empresa de transporte. Gracias a eso he podido darme vuelta y sacar adelante el negocio.
Aceites
La quisqueña siempre busca nuevos productos, y también otros sabores, ya que desde hace un tiempo, a su larga lista de preparaciones, hoy se suma el aceite de oliva con variadas hierbas.
"Comencé a preparar los aceites con diversas hierbas como albahaca. Han tenido buena acogida hasta ahora a pesar del poco tiempo que llevo comercializándolas. También tengo pensado vender mermeladas, pero eso más adelante. Antes hacía solo para mi casa, pero creo que es una oportunidad que debo aprovechar", anunció.
La pandemia ha sido un duro golpe para todos los emprendedores. A pesar de todo, María Antonia no baja los brazos, aprovechando cada oportunidad: "Si quieren conocer mis productos pueden hacerlo en mi casa en La Cantera 1471 o en El Totoral los fines de semana, no se van a arrepentir".
"Mi mamá nunca nos trataba con remedios o medicamentos cuando nos enfermábamos",
María Antonia Huenchuñir.