Vecinos de toma se aburrieron y echaron a familia que se dedicaba a delinquir
En el campamento Villa Altos del Mar, en el sector de las antenas del cerro Centinela, los pobladores desalojaron los sitios de "Los Tonkos".
Cansados de los robos y de las conductas irregulares de un clan familiar llamado "Los Tonkos, que tenía cuatro sitios en la toma del sector de las antenas del cerro Centinela de San Antonio, los propios pobladores decidieron terminar con la trama delictual de sus agresivos vecinos y se organizaron para expulsarlos del campamento.
Claudia es una de las 16 dirigentas que hay en las tomas del sector y representa a la Villa Altos del Mar, donde los propios vecinos optaron por terminar con la inseguridad que causaban estas personas, que además habían robado en prácticamente todas las casas, según denuncian los pobladores.
La dirigenta vecinal, que está amenazada de muerte y que por esa misma razón prefiere que su apellido no sea publicado, relató a Diario El Líder que "la decisión fue sacar a los delincuentes, sacar a los domésticos (ladrones que roban en su propio barrio) de acá y se desarmó la casa de esta familia que se hacen llamar "Los Tonkos" y que tenía cuatro sitios en la toma. De hecho, el hermano de una de las mujeres que tenía un sitio nos robó a todos acá en este sector y los vecinos ya no aguantaron más y lo persiguieron hasta donde vivía y le reventaron la casa de aburridos que estaban".
Según cuenta esta pobladora, "después que pasó eso ella me llamó y me amenazó de muerte a mí y a mis hijos, así que tuve que poner una denuncia por las amenazas y le dieron una orden de alejamiento, pero así y todo vinieron con un grupo a la casa, traían armas y querían pasar pero los propios vecinos no los dejaron. La gente se aburrió de estas personas y simplemente los expulsaron de acá porque después de eso les desarmaron la casa y se les dio un plazo para que se lleven todas sus cosas".
La dirigenta vecinal asegura que los expulsados del campamento "son demasiado violentos, a mi casa vinieron con armas de fuego, pero la gente, los propios vecinos se aburrieron y nos defendimos porque no queremos delincuencia aquí donde estamos viviendo. De hecho, tienen lo sitios vacíos, lo que demuestra que no los necesitan y los tienen solamente por si resulta la toma y hacer negocio".
La noche del jueves 23 de septiembre un altercado entre residentes de la toma del sector y un grupo de santiaguinos, terminó con la vida de Marco Antonio Urrutia Pérez (25), asesinado a tiros, mientras que su hermano Juan Marcelo (35) fue baleado y todavía se debate entre la vida y la muerte".
Desde entonces los vecinos se han esforzado en aplicar filtros de selección para asignar los pocos sitios disponibles, al tiempo que se han organizado para que la convivencia se mantenga en los márgenes del respeto y la tranquilidad.
4 sitios tenían en el campamento los integrantes del clan familiar desalojado.