La película japonesa que arrasa con los premios en EE.UU.
"Drive my car", representante de su país al Oscar y basada en un relato de Murakami, obtuvo el Globo de Oro y los galardones de los críticos de Nueva York y Los Angeles.
Marcelo Macellari
Todo partió en el Festival de Cannes pasado. Allí "Drive my car", la última película del realizador japonés Ryûsuke Hamaguchi ("La rueda de la fortuna") se convirtió en la preferida de la prensa especializada.
Si bien la cinta no obtuvo la Palma de Oro, se quedó con el galardón al mejor guión y en la actual temporada de premios en Estados Unidos ya obtuvo los reconocimientos a mejor película del año que otorgan los prestigiosos círculos de críticos de Nueva York (la segunda vez en cuatro décadas que lo recibe una cinta en lengua no inglesa) y Los Angeles, superando a la favorita "El poder del perro", así como el reciente Globo de Oro al mejor filme extranjero.
Basado en un relato corto de Haruki Murakami, autor de "Tokio blues" y uno de los novelistas contemporáneos más celebrados, el filme avanza en el tiempo de la misma forma en que sus protagonistas, un dramaturgo (Hidetoshi Nishijima) y su joven chofer (Tôko Miura), recorren día tras otro la ciudad de Hiroshima, donde el primero ensaya la obra teatral "Tío Vania", el clásico de Anton Chéjov.
La película, aún sin fecha de estreno en Chile, es una épica intimista de tres horas de duración, que va acercando estos personajes atormentados por la muerte de un ser querido a medida que van derrumbando el silencio en el que llevan años sumidos.
"Absorbente" y "profundamente conmovedora" son algunos de los elogios que le ha brindado la crítica internacional a esta road movie que no persigue el horizonte de una carretera sin final. El viaje es diario. Ida y vuelta al trabajo dentro de Saab modelo 900 rojo. Un espacio pequeño y enorme. Privado, íntimo, un confesionario en el que dos personas desconocidas acaban liberándose.
En el camino
Hamaguchi convierte un relato corto homónimo de 40 páginas escrito por Murakami en 2013 en una bellísima película muy fiel a la historia original de una pareja formada por un director de teatro y una guionista de televisión de éxito. Una pareja muy enamorada, especialmente creativa durante sus relaciones sexuales. A través de la escritura ella salió adelante tras la muerte de su única hija pequeña, pero también a través de la infidelidad. Ella muere de pronto y él debe encontrar su propio camino de nuevo, solo.
En ese camino, en ese viaje, su auto es su refugio. Allí escucha una y otra vez la misma cinta, una lectura de "Tío Vania", grabada por su mujer, con los espacios precisos para los diálogos de él. La grabación es como el fantasma de ella siempre en ese auto. En ese pequeño espacio sigue viva, por eso cuando el protagonista llega a Hiroshima, invitado a un montaje de la obra del dramaturgo ruso, se resiste a que le pongan una conductora, pero son las normas.
La conductora es una chica a la que deja entrar en este espacio privado e íntimo, lleno de recuerdos y arrepentimientos. Una joven silenciosa, que escucha, observa, fuma y espera paciente. En ese espacio, en ese automóvil, en esos viajes van desarrollando una amistad, una relación conectada en la pérdida y en la necesidad de seguir hacia delante, de continuar en el camino.
"Tío Vania" es el espejo en el que los personajes se miden. Sobre todo el propio director y dramaturgo, que cede su papel protagonista a un polémico joven actor, último amante de su mujer. La vida, la memoria, el legado, recordar a los que no están es el tema que se teje entre la obra de teatro y el filme, que se va hilando con gran maestría narrativa.
"Drive my car", representante de Japón al Oscar y que podría repetir el fenómeno de "Parásitos", la cinta surcoreana que en 2020 arrasó con los premios de la Academia, suma hasta la fecha 40 galardones y 66 nominaciones.
40 galardones y 66 nominaciones suma hasta la fecha la cinta japonesa de Ryûsuke Hamaguchi.
La Estrella de Valparaíso