Por Juan Guillermo Prado

En estos últimos tiempos los rumores de fin del mundo aparecen frecuentemente. En 1999 basados en una cuarteta de Nostradamus que dice: "En el año 1999, mes séptimo, descenderá de los cielos el Rey del Terror; y antes y después, Marte reinará", se creyó que era el tiempo del fin. El modisto Paco Rabanne fue más preciso y señaló como día del holocausto el 11 de agosto de ese año, afirmando que ese día caería sobre París, en pedazos, la estación orbital rusa Mir.

Al llegar al año dos mil se decía que en la Biblia aparecía la cita "Al mil llegarás pero del dos mil no pasarás". Hasta donde sé éste párrafo no está en ningún libro bíblico pero sí se supo que se temía que la llegada del nuevo milenio tuviera letales consecuencias y que trascendería más allá del mundo de la informática. Estaba basado en la idea de que, una vez que comenzara el nuevo milenio, los computadores marcarían como año 00, retrocediendo, de este modo, hasta el 1900.

Nuevamente el año 2012 fue escenario de tensiones y preocupaciones pues aparecieron diversas creencias relacionadas con el fin del mundo, con la predicción de cataclismos o el comienzo de una Nueva Era que ocurriría alrededor del 21 de diciembre de 2012. Esta fecha se consideró como el último día de un ciclo de 5.126 años en el calendario maya. Pero, obviamente no ocurrió nada.

A estos anuncios se suman las sectas que con motivo del fin del mundo se autoeliminaron como sucedió el 26 de marzo de 1997, en San Diego, California, cuando 39 miembros de la Puerta del Cielo fueron encontrados muertos ya que su líder Marshal Applewhite, afirmó que el suicidio era la forma de abordar una nave espacial que seguía al cometa Hale-Bopp, argumentando que era la forma de ser llevados a otro "nivel de existencia".

Nadie sabe el Día

Sin embargo, consultado Jesús sobre cuándo sería el fin del mundo, respondió: "Pero de aquel día y hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre" y agregó: "Por eso, también vosotros estad preparados, porque a la hora que no pensáis vendrá el Hijo del Hombre".

En materia del fin del mundo hay infinitas teorías y cada cual más insólita. Ahora le ha tocado el turno al covid-19. La pandemia que afecta al mundo es una preocupación de todos. Las noticias que llegan son alarmantes. Esta semana nos enteramos que en Estados Unidos en un solo día se infectaron un millón de personas; que en Europa los contagios aumentan; que han aparecido nuevas variantes en países lejanos y desconocidos como Camerún, llamada Ihu, que fue llevada a Francia por un viajero infectando a decenas y se ha conocido la existencia de flurona, una infección simultánea de coronavirus y virus de la gripe, cuyo primer caso se ha detectado en Israel.

Muchos hablan que los jinetes del Apocalipsis, están atacando a la humanidad. Tres de ellos son fáciles de ubicar: el caballo negro es la guerra; el caballo rojo es el hambre y el caballo pálido es la peste. Sin embargo, el caballo blanco, jinete con arco de guerra en la mano y corona de victoria es identificado con Jesús y para otros exegetas sería el Anticristo.

Visión del Apocalipsis

No es fácil interpretar el libro del Apocalipsis que habría sido escrito por el apóstol Juan cuando estaba desterrado en Patmos, una isla del Mediterráneo, que actualmente pertenece a Grecia. El Apocalipsis es último libro del Nuevo Testamento. Pleno de profecías, símbolos, alegorías y eventos que es difícil de interpretar y como tal ha sido causa de debates a lo largo del tiempo.

Para conocer más sobre este misterioso libro entrevistamos al abogado y teólogo Hugo Zepeda Coll quien señaló: "El tema central del Apocalipsis es la persecución de los fieles y el triunfo final de Cristo y de la Iglesia. En torno a dicho asunto se concentran las diversas visiones, que se desenvuelven tanto en el cielo como en la tierra y su tiempo histórico, con la ayuda de símbolos, como: la marca de la bestia, la mujer coronada, la gran ramera y otras imágenes".

"Con el Apocalipsis sucede lo mismo que con todos los libros proféticos, que sólo se vuelven claros a medida que se van cumpliendo las profecías. Es natural que habiendo pasado dos mil años desde la venida de Jesucristo, estamos más capacitados para entender mejor las cosas relativas a los últimos acontecimientos. Por eso algunos intérpretes de los últimos tiempos recientes han logrado descifrar con claridad lo anunciado".

"Por ejemplo, en el Apocalipsis se habla de 'un ejército de doscientos millones de hombres', imposible en aquella época pero en la Segunda Guerra Mundial ha habido cerca de doscientos millones de combatientes, contando los obreros de las fábricas de armas. También aparecen ciudades enteras que se derrumban en un instante y se convierten en ruinas, con fuego que cae del cielo. Todo ello es hoy factible con las bombas nucleares".

-¿Quién sería el Anticristo?

-Inicialmente los autores cristianos consideraron que se trataba de una persona concreta e individual, los emperadores romanos como Nerón, Diocleciano y otros que persiguieron a la Iglesia fueron señalados como este siniestro personaje. A partir del Renacimiento surgió la idea de un Anticristo colectivo e impersonal. Ambas cosas son posibles. Será una atmósfera, un espíritu de apostasía, que se respira en el ambiente, según la descripción que formula San Juan. Pero también será un individuo, porque San Pablo lo llama "el hombre impío", "el inicuo", "el hijo de la perdición", quien se levanta "contra todo lo que lleva el nombre de Dios", que llega incluso "a sentarse en el Santuario de Dios y proclamar que él mismo es Dios", según una epístola de San Pablo.

Los dos fenómenos son conciliables. Pareciera ser una ley de la historia que siempre un gran movimiento colectivo suscita un jefe que lo dirige, así como un gran líder político da forma y cohesión a la multitud que lo sigue. Ningún espíritu ambiental existe ni actúa sino encarnado. Todo gran movimiento histórico engendra un caudillo. Ambos se crean mutuamente.

"El nombre de Anticristo lo creó San Juan. San Pablo lo denominó "Á-nomos", el sin ley y Cristo lo llamó "el otro". En el Evangelio de San Juan aparece: "Porque yo vine en nombre de mi Padre y no me recibisteis; pero Otro vendrá en su propio nombre y a ése le recibiréis".

"Indica el Apocalipsis que el número del Anticristo será 666. La marca de la Bestia es un término bíblico. El número está habitualmente relacionado con Satanás y con el Anticristo. El origen de esta asociación está en el libro de Revelaciones de San Juan del Nuevo Testamento: "Aquí hay sabiduría: El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis".

-Finalmente, ¿A qué profecía le tiene temor?

-A la despersonalización. La máquina va a sustituir a la persona. Pasaremos a ser un número como ya está sucediendo. Es el reino de la Bestia.

"Es natural que habiendo pasado dos mil años desde la venida de Jesucristo, estamos más capacitados para entender mejor las cosas relativas a los últimos acontecimientos.