Jorge Reyes Patuelli
El Inter de Milán no pudo contra el poderío del Liverpool y sufrió una dolorosa caída 2-0 como local por la ida de octavos de final de la Champions League.
Con Arturo Vidal desde el arranque en el conjunto italiano, el chileno fue testigo como el cuadro visitante apostó por la presión alta desde que comenzó a rodar la pelota. Así, los ingleses complicaron la mayoría de las salidas del Inter que estuvo siempre al límite de cometer un error. Pero los locales supieron darle pelea al Liverpool haciendo lo mismo en su zona, mostrando un partido parejo para cada uno.
Los dirigidos por Simone Inzaghi tuvieron dos oportunidades claras de abrir el marcador utilizando el contragolpe. Primero con Lautaro Martínez de media distancia y otra con Hakan Calhanoglu, quien dejó retumbando el travesaño apareciendo de sorpresa en el área de los "Reds".
Mientras tanto, el "King" cargaba con el juego sucio en la mitad de la cancha cubriendo las espaldas de los atacantes junto a Marcelo Brozovic. Una dupla que peleaba todas las pelotas y donde el "22" fue el máximo recuperador (18 veces) y quitador (7) ayer.
Igualmente, el Liverpool no aflojaba su presión y trataba de jugar lo más lejos posible de su arquero Alisson. Y así tuvo oportunidades mediante Mohamed Salah y Sadio Mané, quienes no fueron precisos en el último toque.
En el complemento, el Inter comenzó con todo. Le robó el balón al equipo británico y comenzó a generar ocasiones que obligaron a Jurgen Klopp a mover el equipo. Y los cambios funcionaron, el ingreso del colombiano Luis Díaz generó peligro, mientras que Inzaghi respondió con Alexis Sánchez.
Quedaban quince minutos para el final y una pelota parada destrabó el resultado. Roberto Firmino se adelantó a todos en un tiro de esquina y puso el 1-0 peinando el balón al segundo palo. El gol desplomó al equipo de los chilenos que no pudieron evitar el 2-0 en con un zurdazo de Salah.
El partido de vuelta se jugará el 8 de marzo a las 17 horas.