Comer insectos, pero sin verlos, podría facilitar y hacer masivo su consumo
Un chileno hizo una pizza con grillos, mientras en Tailandia ponen estos seres vivos "escondidos" en helados y cremas.
N.E / EFE
Diversos estudios atribuyen al consumo de carne el 60% de la producción de gases de efecto invernadero de la industria alimentaria. Además, se sabe que la producción del mismo alimento contamina al menos el doble que la de los que se hacen a base de plantas y verduras.
En este escenario, investigadores y cocineros han estado buscado alternativas más sustentables para obtener alimentos altos en proteínas. Es el caso del chef y profesor de la Universidad Católica Sebastián Tobar, quien hace cuatro años desarrolló un proyecto para crear empanadas de larvas de insectos, pero, además, hace pocos días dio a conocer, junto a su equipo, una nueva preparación: la pizza con grillos.
Según ellos, la exótica propuesta tuvo buena aceptación, aunque el hecho de que los grillos estuvieran enteros perturbó a algunos de los comensales.
"La apariencia de los insectos espanta a alguna gente. Pero podemos desarrollar insectos que estén en la comida sin tener que verlos, por ejemplo, en las salsas, en cremas o fideos", explicó a EFE Athivach "Boom" Pongsattasin, cofundador de Exofood, un instituto de investigación y granja de insectos en Tailandia.
Y eso mismo es lo que están haciendo, con productos como su helado de escarabajo o una ensalada de huevo de hormiga, que son ideales para personas conscientes del cambio climático que buscan sustituir la carne.
"La gente los consumirá más y puede hacer que tomen conciencia de lo nutritivos que son los insectos", indicó Athivach, quien recalcó que este tipo de animales deberían ser la fuente principal de proteína en el futuro debido a la reducida huella de carbono de su crianza.
Para el emprendedor de 34 años, la carne de insectos será un punto vital en la lucha contra la emergencia climática debido a la enorme cantidad de metano, además de otros gases de efecto invernadero, que genera la ganadería.
"El medio ambiente y los recursos del planeta están siendo destruidos por el cambio climático (...) Criamos ganado para obtener proteínas. Si el mundo necesita una solución contra el calentamiento global, la ganadería deberá parar de desarrollarse", apuntó.
La apuesta de Athivach por los insectos como fuente de proteína y otros nutrientes viene avalada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que los considera como el alimento del futuro para garantizar la seguridad alimentaria de la población mundial.
Look poco apetitoso
Pese a su inquebrantable fe en la bondad de la carne de insecto, el empresario es consciente de que su aspecto puede resultar poco apetitoso, más allá de los escorpiones o grillos que se venden en puntos turísticos de Tailandia como manjar para turistas ávidos de experiencias exóticas o los platos más sofisticados pero de limitado recorrido de algunos restaurantes de lujo. Por este motivo, Exofood Thailand quiere fabricar productos a base de insectos ya procesados de diversas formas y fáciles de comer, pero con su valor nutritivo intacto.
"No presentamos los cuerpos de los insectos, pero están dentro de cada molécula de los platos", dijo el emprendedor.
Durante un reciente evento en la Semana del Diseño de Bangkok su empresa presentó un menú compuesto por panales de abeja a la parrilla; un plato a base de huevos de hormiga y larvas; el "campo de arroz", que combina saltamontes, distintos tipos de grillos, insectos acuáticos gigantes y cangrejos de los campos de arroz; y helado de escarabajo picudo de las palmeras para postre.
Comida para mascotas
Exofood, que comenzó su actividad hace dos años centrada en la comida para mascotas, ha ido abriendo sus horizontes y planea exportar los insectos en el futuro como alimento para humanos.
"No solo criamos insectos para venderlos. Los criamos, los analizamos, desarrollamos especies más fuertes y pensamos en la manera de llevar insectos al paladar de la gente por todo el mundo, cómo hacerlos seguros y muy nutritivos", sostuvo Athivach. Y destacó que su omega 3 y 6, calcio y ácido láurico.