Crónica
Los niños diagnosticados con síndrome de asperger pueden presentar déficit atencional con hiperactividad e impulsividad, así como desarrollar comorbilidades de salud mental como trastornos del ánimo o depresión, trastorno de ansiedad, de sueño y por tics, entre otros.
Dado que las personas con esta condición enfrentan problemas en el ámbito social y conductual están en riesgo de sufrir bullying por su lenguaje e intereses diferentes, siendo la adolescencia una etapa muy vulnerable.
El Síndrome de Asperger fue incorporado como parte del trastorno del espectro autista por la Academia Americana de Psiquiatría en el año 2013. Esta condición se caracteriza por dificultades en la comunicación e interacción social y patrones restrictivos o repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.
Además, se pueden manifestar alteraciones sensoriales, que es la forma en que la persona organiza e integra los sentidos: gusto, olfato, vista, oído, tacto, sentido propioceptivo (músculos y articulaciones) y sentido vestibular (movimiento).
La doctora Carolina Garay, neuróloga infantil del hospital Claudio Vicuña de San Antonio, explicó que el diagnóstico de esta condición debe ser realizado por un médico especialista en neurología pediátrica o siquiatría infanto-adolescente, en base a la historia personal y familiar, "antecedentes del desarrollo sicomotor y examen neurológico con el fin de confirmar la presencia de estas características centrales, determinar gravedad, impacto en su calidad de vida, descartar enfermedades neurológicas progresivas y detectar comorbilidades".
La especialista del centro asistencial agregó que en el manejo de esta condición es primordial contar con apoyo familiar y escolar, así como también disponer de atención sicológica, terapia ocupacional y fonoaudiológica, con el fin de favorecer el logro de mejores habilidades sociales, lingüísticas, reconocimiento de fortalezas y debilidades, manejo de frustración y acompañamiento en el establecimiento y logro de metas, tanto académicas como personales y emocionales.
"Cuando se presentan comorbilidades es necesario agregar fármacos que ayuden a manejar los síntomas que interfieran con el funcionamiento y calidad de vida de la persona. Deben ser indicados por el médico especialista para monitorizar resultados y detectar posibles efectos adversos", especificó la facultativa.
Carolina Garay manifestó que las personas con síndrome de asperger pueden presentar: dificultad para relacionarse con sus pares que se da desde la etapa preescolar. "Lenguaje concreto y literal y muy avanzado para la edad. Usan palabras rebuscadas que los demás niños no entienden. Tendencia a tener pensamientos obsesivos: se fijan en algunos gustos peculiares, por ejemplo, coleccionar dinosaurios o saberse el nombre de cada uno de ellos".
La neuróloga agregó que los niños diagnosticados con esta condición presentan poca flexibilidad de pensamiento: les cuesta entender que las cosas pueden verse también desde otro punto de vista, por lo mismo les resulta difícil comprender las bromas y muchas veces el lenguaje no verbal.