Situación eléctrica de la tomada planta nuclear de Chernóbil inquieta a Europa
El Kremlin aseguró que ocupó esa central y Zaporinyia para "impedir que caiga en manos de nacionalistas ucranianos". El gobierno de Kiev alertó posibles fugas radioactivas y riesgo para todo el continente. En la ONU fueron más cautos.
Leo Riquelme
Los generadores de electricidad que abastecen a la central nuclear de Chernóbil tienen una capacidad de reserva de unas 48 horas y, transcurrido ese tiempo, sus sistemas de enfriamiento se pararán, advirtió ayer muy preocupado el ministro de Exterior ucraniano, Dymitro Kuleba.
El máximo representante de la Cancillería local alertó sobre la peligrosa situación de la antigua central que, según el operador eléctrico que la abastece, se ha quedado "completamente sin electricidad" debido a la ocupación rusa, lo que podría provocar fugas radiactivas.
"Los generadores de reserva por diésel tienen una capacidad de 48 horas para alimentar la central nuclear de Chernóbil. Después de eso, los sistemas de enfriamiento de la instalación de almacenamiento de combustible nuclear gastado se detendrán, lo que hará que las fugas de radiación sean inminentes", dijo Kuleba en un mensaje en la red Twitter.
"La guerra bárbara de (el presidente de Rusia, Vladimir) Putin pone en peligro a toda Europa. ¡Deben detenerlo de inmediato!", añadió el responsable de Exterior.
Kuleba dijo que la única red eléctrica que abastece a la central y sus instalaciones nucleares ocupadas por el ejército ruso está dañada.
La central "perdió todo el suministro eléctrico. Pido a la comunidad internacional que exija urgentemente a Rusia que cese el fuego y permita que las unidades de reparación restablezcan el suministro de energía", insistió.
Tomadas
Las autoridades rusas informaron ayer que han tomado el control de las centrales atómicas ucranianas de Chernóbil y Zaporinyia, para "impedir que las formaciones nacionalistas y otras organizaciones terroristas ucranianas, y también los mercenarios extranjeros, aprovechen la situación para realizar provocaciones nucleares", según declaró la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.
La vocera aseguró que estos riesgos existen realmente y que la situación en ambas centrales atómica es controlada por especialistas ucranianos y militares rusos de forma conjunta.
"La actividad radiactiva de ambas estaciones está dentro de los límites normales", afirmó Zajárova, que insistió en que "Rusia hace todo lo posible para garantizar la seguridad apropiada" de estas instalaciones.
Horas antes de que se produjeran estas declaraciones, la Compañía Nacional de Energía Ukrenergo que gestiona Chernóbil aseguró que la planta se había quedado sin electricidad debido a los ataques de las tropas rusas.
"Como resultado de las acciones hostiles de los ocupantes rusos, la planta de energía nuclear de Chernóbil quedó completamente sin electricidad", precisó el operador ucraniano en un mensaje de Telegram que recoge la agencia Ukrinform.
"Los combates continúan, por lo que actualmente es imposible realizar trabajos de reparación y restablecer el suministro eléctrico", agregó la compañía estatal.
El martes, el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (Oiea) -la agencia nuclear de la ONU-, Rafael Grossi, se mostró muy preocupado por la situación de estrés y fatiga del personal que atiende esta antigua instalación, que no ha rotado desde el 24 de febrero, cuando comenzó la invasión rusa de Ucrania.
Previamente, el regulador ucraniano había informado al Oiea de que los 210 técnicos y guardias que han estado trabajando allí desde que las fuerzas rusas tomaron el control hace casi dos semanas no han podido rotar y "su situación está empeorando".
Ayer, sin embargo, la Oiea estimó que el fallo del suministro eléctrico no supone un "impacto crítico en la seguridad".
Esta agencia de la ONU considera que la carga térmica de la piscina de almacenamiento de combustible gastado y el volumen de agua de refrigeración de la central nuclear "son suficientes para eliminar eficazmente el calor sin necesidad de suministro eléctrico".
La antigua central nuclear, ubicada en una zona de exclusión debido a la radiactividad por el accidente de 1986, incluye reactores fuera de servicio, así como instalaciones de desechos radiactivos.
El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, instó a Rusia a mantener la seguridad de la infraestructura nuclear en Ucrania y añadió que confía en que la Oiea llegue a un "acuerdo sobre soluciones prácticas en estas dramáticas circunstancias".