Jorge Reyes Patuelli

Un caluroso adiós tuvo Leonel Sánchez, exseleccionado nacional y uno de los máximos referentes de la Universidad de Chile. El mundialista tercero en 1962 fue despedido por los hinchas azules en el Cementerio General luego de una colorida caravana por la capital.

Temprano, desde el Estadio Municipal de Recoleta que lleva su nombre, terminado el responso, el ídolo azul llevó consigo un centenar de corazones identificados con la U por las calles de Santiago. Hasta allá llegaron distintos representantes del club como Felipe Seymour y Ronnie Fernández, por parte del plantel, como también algunas figuras de la directiva de Azul Azul como el presidente Michael Clark y Cristián Aubert.

"Leonel Sánchez es Universidad de Chile", dijo el volante central y capitán de la U. "Hay que recuperar la mística de lo que es el club. Obviamente es difícil. Si uno se compara con el 'Ballet Azul', con jugadores como Leonel, es muy difícil, esas comparaciones nunca son buenas", agregó Seymour.

La caravana azul

Más tarde, la caravana de automóviles, bicicletas y motocicletas, interrumpieron un inicio de semana en la capital que para los hinchas del "Romántico Viajero" era un lunes distinto. Con banderas que flameaban el chuncho y cánticos en honor al exseleccionado chileno, la familia de Leonel y los fanáticos del club siguieron el féretro hasta el Estadio Nacional.

"¡Volveremos a ser grandes, grandes como fue el Ballet!", cantaban los barristas azules frente al principal coliseo deportivo del país. Las camisetas de la U, fotografías del referente y banderas azules con rojo, se tomaron avenida Grecia sin importar el tráfico santiaguino. Lo que para algunos era tristeza total, para otros era una fiesta en honor al ídolo. "¡Leonel inmortal!", gritó uno que entre lágrimas alcanzó a tocar la ventana del vehículo que llevaba a Sánchez.

Las rejas que resguardan el Nacional, se transformaron en los principales soportes de los lienzos que colgaban en honor a Sánchez, quien compartía espacio con otros héroes azules como Marcelo Salas, Johnny Herrera o Jorge "Lulo" Socías, por nombrar algunos. "Las leyendas nunca mueren", decía uno que incluso el plantel femenino de la U, encabezado por el técnico Carlos Véliz y la defensa Carla Guerrero, llevaron hasta el coloso de Ñuñoa.

Sin dejar gente en el camino, el grupo junto a Leonel pasó por la pérgola de las flores para luego llegar al Cementerio General en Recoleta. En el lugar, frente al mausoleo de los mundialistas de la Copa del Mundo de 1962, la familia ingresó primero con los amigos del exfutbolista, entre ellos Humberto "Chita" Cruz y el capitán del 'Ballet Azul' Sergio Navarro.

"Pocas veces Chile tuvo un puntero izquierdo tan bueno como Leonel. Era el mejor", dijo a radio ADN el "Chita".

Mientras un centenar de fanáticos cantaban el himno de la Universidad de Chile y las flores caían frente al ataúd del ídolo, el exseleccionado nacional descansó a la izquierda de otro referente universitario, Carlos "El Tanque" Campos, fallecido el año pasado, al igual que como lo hicieron en la cancha, cuando Leonel encaraba por la banda zurda y se hizo popular la frase: "centro de Leonel, gol del Campos".

"Queremos que la gente sepa que para nosotros Leonel no ha muerto, no va a morir jamás", dijo un vocero de la hinchada en pleno funeral en honor al exjugador que descansará totalmente vestido con la indumentaria de la U, según informó la familia.

"Hoy tengo que dejarte ir, mi corazón está desgarrado porque siempre pensé que eras inmortal. Siempre te llevaré en mi corazón. Eres mi ídolo y siempre lo serás. Vuela alto para jugar con tus amigos en el cielo", sostuvo por su parte una emocionada Catherine Sánchez, hija de Leonel.

"Eres mi ídolo y siempre lo serás. Vuela alto para jugar con tus amigos en el cielo"

Catherine Sánchez, hija de Leonel

"Pocas veces Chile tuvo un puntero izquierdo tan bueno como Leonel. Era el mejor",

Humberto "Chita" Cruz, exfutbolista