Mujeres de la Asociación Folklórica Chilena: más que canto y danza
Examinamos el enfoque femenino del primer organismo folclórico que incorporó mujeres. Su legado refuerza el vínculo sanantonino.
Yvaín Eltit - Presidente Sociedad de Folclor Chileno.
La Asociación Folklórica Chilena (Hoy Sociedad de Folclor Chileno), el 3 de febrero de 1943 en la sesión inaugural del organismo el médico Aureliano Oyarzún Navarro y el folclorólogo Oreste Plath invitaron a treinta personas al salón de conferencias del Museo Histórico Nacional (MHN), de las cuales nueve eran mujeres, tres de esas vidas abordaremos hoy.
Se conoce a Josefa "Pepita" Turina Turina (1907-1986) por su quehacer literario, escribió varias veces acerca de aspectos folclóricos.
En sus textos encontramos una preocupación multidisciplinar. El 7 de junio de 1939 escribió "Pepita Turina descubre Chile" en Diario Frente Popular, expresa: "Chile es un señor larguirucho que tiene despedazados los pies, vaya uno a saber por qué si nunca ha caminado".
Más tarde, el 7 de diciembre de 1967 escribió "Un poeta del Maule" para el Diario Las Últimas Noticias. En la ocasión celebra los nueve libros de Manuel Mesa Seco, haciendo énfasis en el territorio y sus cualidades de chilenidad.
Notable es su "Retrato de la mujer chilota" en el libro de Oreste Plath, "Chiloé guía cultural y turística", Departamento de Acción Social y Extensión de la Universidad de Chile (1970).
El 4 de julio de 1983 dictó su conferencia "Ámbitos castellanos", exponiendo los paisajes de la llanura de Castilla (España), sus principales ciudades y villorrios en el Instituto Chileno de Cultura Hispánica.
En una faceta museal sobresalió la investigadora María Bichon Carrasco (1898-1977). Hija del migrante francés Gustavo Bichon, quien fue talabartero (persona que trabaja el cuero), y de Rosa Carrasco.
Se formó gracias a las enseñanzas de Oyarzún y Plath.
En 1934 ingresó al MHN para encargarse de las colecciones que provenían de la zona central, especialmente de San Antonio, Talagante y el río Maipo.
En 1947 publicó un acabado estudio denominado "En torno a la cerámica de las monjas". Explicando su origen, portadoras y situación de aquel arte.
La incorporación de Filomena Salas González (1899-1964) a la entidad fue posterior, siempre en la gestión cultural.
Según Carmen Luisa Letelier, Premio Nacional de Artes Musicales (2010) y consejera de la Sociedad de Folclor Chileno: "No es raro que Filomena fuera parte de nuestra institución antaño, desde 1944 su vida se unió con Domingo".
Fue la segunda compañera del compositor e intelectual Domingo Santa Cruz Wilson. Ambos fijaron su residencia predilecta en Isla Negra en la playa "Las Conchitas", espacio que fue un epicentro cultural.
Fue secretaria de los primeros treinta números de la Revista Musical Chilena (1945-1948).
En 1944 lideró las gestiones con el sello RCA Víctor para la grabación del ciclo de conciertos folclóricos, álbumes llamados "Aires tradicionales y folklóricos de Chile", acompañados por el folleto "Chile", explicativo e ilustrado. Esta iniciativa gestó la creación del Instituto de Investigaciones Folklóricas por decreto n°747 el 22 de septiembre de 1944 con el historiador Eugenio Pereira Salas como su primer director.
En 1946 encabezó las labores de la I Semana del Folklore Chileno, entre la Asociación Folklórica Chilena y el citado Instituto como secretaria.