Jesús Farías Silva

No es fácil encontrar una frase para describir la situación de los adultos mayores de la comuna de San Antonio. La idea es no caer en prejuicios, en paternalismos o -peor aún- en el pesimismo.

En la comuna hay cerca de 17 mil mayores de 60 años, según las proyecciones que se pueden hacer a partir del último Censo, y no todos lo están pasando bien.

Pero hay esperanza. A lo mejor ese es un buen punto de partida.

Hace dos años se está trabajando en la formulación de una ordenanza municipal para proteger a este segmento de la población y se espera que esté operativa dentro del próximo año.

La idea no es castigar y salir a repartir multas -aunque sí estarán contempladas-, sino que motivar a los vecinos a ser más amigables con quienes ya pasaron la barrera de los 60 años.

Gino Báez, encargado del Programa del Adulto Mayor de la Municipalidad de San Antonio, cuenta que la ordenanza será "fruto de un trabajo que se viene realizando hace unos dos años atrás", cuando la pandemia dejó de manifiesto que este grupo de la población estaba sufriendo distintas "vulneraciones".

Para responder a esta realidad se buscó una forma de "reglamentar" el buen trato y se empezaron a recolectar datos para su creación.

Se ha hecho "preguntando en ferias libres, clubes y con encuestas para ver qué temas debería incorporar esta ordenanza".

El espíritu de la norma es que sea construida a partir de lo que los adultos mayores viven día a día en la ciudad y no de suposiciones de su realidad.

Además, se recogió la experiencia de municipios vecinos que ya han tomado medidas semejantes, como Melipilla, Talagante y Valparaíso.

En todas estas localidades, donde las propuestas han logrado consenso en todo el espectro político, se ha puesto énfasis en capacitar, fomentar un trato adecuado en el acceso a los servicios, "generando dignidad y bienestar en la vejez, etapa entendida como un proceso normal en el desarrollo de la vida".

"Con los antecedentes que recogimos en nuestra comuna de San Antonio hemos ido creando este instrumento legal que aún no está sancionado por el concejo municipal", expone el encargado.

En el programa se ha trazado un cronograma de difusión, previo a la tramitación formal de la normativa.

Se está en una fase de "sociabilización con organizaciones públicas y privadas, pronto también vamos a reunirnos con empresas de transporte; y una vez que terminemos estos encuentros, que se harán durante septiembre y octubre esperamos presentarla al concejo municipal".

-¿Qué se detectó en este proceso de levantar información?

-Varios temas en atención de público, principalmente el trato que reciben los adultos mayores en el transporte público por la rebaja del pasaje que está destinada para ellos y que no siempre se está respetando, generando distintas dificultades de convivencia.

Por otro lado, también advierten "la falta de horas médicas y las listas de espera (para una atención en el sistema de salud)".

Transporte

En julio del 2020 entró en vigencia la ley N°21.289 que establece que en el país existe una rebaja en el valor de la tarifa para las personas que tengan 65 años o más.

Se trata de la tarifa para el adulto mayor, que forma parte de los beneficios que el Estado entrega a este grupo etario.

En Santiago, los adultos mayores deben contar con la tarjeta Bip! Adulto Mayor, de uso personal e intransferible, que es entregada en las oficinas de Chile Atiende, las de atención al cliente de Metro y en cajas de compensación.

En el resto del país, sin embargo, solo necesitarán presentar su carnet de identidad al abordar los buses, hecho que ha generado roces entre usuarios y operarios.

"Evidentemente nosotros no tenemos un sistema de transporte como el de Santiago, la gente tiene que mostrar el carnet de identidad, y eso en algunos casos ha generado problemas", prosigue Báez.

Esto es una ley, "por eso estamos buscando mecanismos para que estas situaciones no ocurran, porque el adulto mayor no tiene que exigir a gritos esta rebaja".

Se ha instado a registrar las placas patentes de los vehículos de la locomoción colectiva que transgredan la norma para luego buscar sanciones con el Ministerio de Transportes, la Seremi de Transportes y la Delegación Presidencial.

Cambios

-¿Qué cambios contempla la ordenanza?

-Viene a regularizar distintos aspectos. En este caso no estamos buscando imponer sanciones económicas, sino que generar dentro de la comuna de San Antonio y sus ciudadanos, una cultura de buen trato hacia las personas mayores.

"Por ejemplo, hace un día conversábamos con empresas públicas y privadas, que es necesaria la implementación de una fila única preferencial para los adultos mayores".

Hasta ahora, una fila más expedita para este público solo depende de la voluntad de los distintos servicios y de la forma que se organicen internamente.

La ordenanza igualmente "busca que las personas que atiendan en estas sean capacitadas en el buen trato" y "que el personal de salud, municipal y de distintas organizaciones del área pública también sea capacitado en el área de protección a los adultos mayores".

Esta formación busca que entiendan "cuáles son sus deberes y cuáles son su derechos, nunca mirando a la figura del adulto mayor como una figura frágil o vulnerada, sino que como un sujeto de derecho".

Lenguaje

Otro elemento clave, que el Programa y otras organizaciones dedicadas al adulto mayor, han perseguido hace años es un lenguaje apropiado.

Báez recalca que "ha costado hacer entender a la comunidad" que use un vocabulario adecuado con los adultos y que no los margine.

No es necesario usar un léxico infantilizador o abusar de expresiones cariñosas para demostrar cercanía como siempre decir "tatita" o "abuelito".

Se recomienda siempre preguntarle al adulto como desea que lo llamen.

Desde 2018, por ejemplo, el Ministerio de Salud, insta el uso de expresiones para disminuir el estigma asociado a la vejez y el envejecimiento.

"Generalmente se usan ciertos modismos y hasta he escuchado que hay que tratarlos como niños, y esas formas de expresión son una forma de vulnerarlos, porque estamos envolviéndolos, metiendo en una cápsula, cuando en realidad son personas de derecho que participan activamente en la sociedad", complementa Báez.

Agrega que "son personas que pueden tomar decisiones por sí solas" y "con el lenguaje vamos viendo distintas realidades".

"Con esta ordenanza queremos lograr una inclusión efectiva, en el lenguaje, la conducta, el trato y otras acciones que van mejorando la calidad de vida de las personas mayores, queremos crear una ciudad amigable", finalizó.

Población

De acuerdo al último Censo, de 2017, en San Antonio habían más de 16 mil 400 adultos mayores, lo que equivale al 12 por ciento de la población. Se estima que esa cifra ya superó los 17 mil y que siga creciendo.

El encargado del programa municipal complementa que "más del 50 por ciento de ellos esta dentro del 40 por ciento más vulnerable del país, de acuerdo al Registro Social de Hogares"

Lo anterior quiere decir que es "una comuna envejecida y a la vez empobrecida".

"Dentro de la región somos la segunda provincia más envejecida después de Marga Marga y esos nos pone hartos desafíos para darle al adulto mayor una vida sustentable, ampliar la red de adulto mayor", prosigue.

"Como estado y como comuna debemos avanzar y llenar espacios donde podamos entablar diálogos con las entidades que correspondan para ir mejorando la calidad de vida de los adultos mayores".

Esta ordenanza está dentro de la línea de trabajo de protección de derechos del programa, pero no es la única.

Cualquier persona que esté interesada en conocer más de este, inscribirse en los talleres como actividad física y alfabetización digital o huertos, puede llamar al 352337248 o al 352337249 o concurrir a Angamos 2030, esquina Carabineros de Chile.

"Queremos lograr una inclusión efectiva, en el lenguaje, la conducta, el trato y otras acciones que van mejorando la calidad de vida de las personas mayores".