C.C.

Trece años pasaron desde el estreno de "La Huérfana" (2009), que se convirtió en una película de culto por el giro inesperado de su final. Pero eso mismo fue lo que le hizo complicada a sus guionistas la tarea de imaginar una nueva historia en torno a Esther (Isabelle Fuhrman), que llegará a los cines este jueves 22 de septiembre.

Pese a las dificultades que supuso, los escritores volvieron a visitar ese universo y crearon "La huérfana: el origen", precuela de la cinta de 2009. "La película original tiene un giro tan bueno que creíamos que, para justificar la precuela, había que incluir un giro igual de audaz", dijo Alex Mace, autor de la historia, en una entrevista promocional. "Sabíamos que la gente iba a esperar ese giro. Y nos llevó un tiempo dar con este, porque la verdad es que darle un giro bueno y que tenga sentido es difícil", añadió.

La primera película, dirigida por Jaume Collet-Serra, seguía a Esther, una huérfana que es adoptada por una pareja. Pero al final se revela que en realidad era una asesina adulta que sufría de hipopituitarismo, un trastorno que le impidió seguir creciendo.

La precuela comienza con su protagonista internada en un instituto en Estonia, y narra cómo llegó hasta Estados Unidos y se hizo pasar por la hija de una pareja que desapareció cuatro años antes.

Una vez que tuvieron la historia, los guionistas llamaron a William Brent Bell para dirigir la película. "Me gustó mucho la película La huérfana original. Es una gran película con un gran giro. A veces, cuando tienes una película que se sostiene tanto (porque es un clásico moderno en el género), es difícil de seguir. Sin embargo, cuando leí la precuela, tenía un giro espectacular que no esperaba e incluso me olvidé de estar atento para localizarlo", comentó.

Lo que seguía era encontrar a alguien que interpretara a Esther. Isabelle Fuhrman tenía 12 años cuando se estrenó la cinta original, pero ya es una adulta de 25 años, aunque sigue teniendo un rostro angelical. "Isabelle actuó muy bien en la primera película", dijo Bell. "Se destacó y creó un personaje tan creíble que no veíamos otra forma de hacer la película sin su regreso. Habría sido una injusticia para el filme", agregó el director.

"Me intrigaba mucho si iban a lograr que pareciera una niña y cómo funcionaría esto", recordó Fuhrman del momento en que la invitaron a ser Esther otra vez. "Estoy de verdad muy agradecida porque la pasé muy bien cuando volví a hacer este personaje", añadió la actriz, que para volver a ser una niña de 12 años contó con la ayuda de maquillaje y de una doble de cuerpo.