Fuego destruyó por completo la casa del querido músico local "Rigoletto"
Incendio no solo arrasó con el inmueble de Rigoberto Torres, sino también con los instrumentos musicales del profesor de la Comparsa Cerro Arena.
Recién pasaban las 10 de la noche del miércoles y las llamas desatadas en la esquina de Las Acacias con calle Soledad, en el cerro Arena, movilizaban a tres compañías de bomberos de San Antonio, al tiempo que causaban minutos de pánico entre los vecinos del sector por el inminente riesgo de propagación del fuego a las casas cercanas.
"Estaba por salir a trabajar cuando vimos que la casa estaba llena de humo, así que con los vecinos empezamos a sacar las latas para tratar de ayudar en algo pero de repente se prendió todo. Los vecinos sacaron unos extintores pero ya no había nada que hacer, de repente se prendió todo y como el vecino que vive ahí no estaba, el temor que teníamos era que el fuego agarrara el resto de las casas. Hace tiempo que no estábamos en una situación así, de tanto miedo, de tanto riesgo".
Claudio Berríos vive frente al incendio y así relató a diario El Líder los dramáticos momentos que se vivieron la noche del martes donde el miedo de los pobladores estaba más que justificado ya que justo en esa esquina hay un enorme eucaliptus, que de haberse prendido habría causado todavía más daño.
El incendio destruyó por completo la vivienda que desde hace 12 años ocupaba Rigoberto Torres Torres (48), quien a la hora del incendio se encontraba trabajando en Santiago, así que tan pronto le avisaron terminó su turno y volvió al puerto donde se encontró con la devastación total.
Devastador
A la mañana siguiente, entre las ruinas de la que fuera su casa, nos encontramos con Rigoberto Torres, "Rigoletto", como cariñosamente le dicen los vecinos a este músico que es el instructor musical de la Comparsa Cerro Arena.
A la hora que conversamos está tan afectado "Rigoletto" que le cuesta decir una frase sin quebrarse, esencialmente porque se niega a ver convertidos sus instrumentos en chatarra y cenizas. Aquí entre los restos humeantes del incendio está su piano, la batería, su preciado saxofón, el trombón de la comparsa, sus amplificadores y todas, todas sus partituras.
"Son años que se quemaron en unos minutos. Aquí estaban todos mis instrumentos, toda mi música, no quedó nada. Los platillos están convertidos en latas inservibles, mi batería que tanto me costó tener, el saxofón y mis partituras, eso es lo que más me duele. Todo lo demás se puede recuperar pero no puedo recuperar las fotos de mis hijos, la música que tenía, mis instrumentos, si esto es lo único que me queda", cuenta Rigoberto apuntando un mamotreto de partituras empapadas y quemadas que rescató de entre las ruinas para ponerlas al sol y ver -si ya secas- puede rescatar algunas.
Causas
Sobre las causas del siniestro, el afectado cuenta que "lo que dicen es que habría sido un cortocircuito, una falla en la instalación eléctrica, pero no creo que sea eso porque tenía todo bien instalado. Pero bueno, ya no saca nada uno con buscar explicaciones porque puede ser desde eso hasta las malas energías porque si hay bien también existe el mal. Estoy buscando a qué aferrarme para que esto no me tumbe porque perdí todo, absolutamente todo, si me quedé con la ropa que ando trayendo puesta y mi moto, nada más".
Solidaridad
En la parte de atrás del patio "Rigoletto" puso una pequeña carpa que será su morada hasta que logre ponerse nuevamente de pie.
Como un pequeño milagro inesperado, justo cuando Rigoberto Torres hablaba de las energías y de su fe para salir adelante un vecino se acerca a su puerta. Es don Víctor Hugo García que viene a contarle que tiene una cama de plaza y media para compartir con él, que también hay otras cositas y que hasta una pequeña cajita con mercadería, para que no le falte, le están armando.
Y los ojos del músico se inundan otra vez por la generosidad imprevista que vino a visitarlo. Rigoberto y don Víctor Hugo se dan la mano, el músico no suelta los fierros inútiles en los que se convirtió el trombón y recibe dulces palabras de aliento en medio de las ruinas.
De su parte, el legendario arquero Claudio Berríos, un solidario empedernido, contó que desde ya los vecinos se están organizando para ir en ayuda de Rigoberto Torres, para apoyarlo en la reconstrucción primero y en la recuperación de alguno de sus instrumentos después.
Porque el barrio es así, cariñoso y solidario cuando más se le necesita. Bien lo sabe Rigoberto Torres que con las cenizas todavía humeantes de su casa y sus instrumentos recibió el apoyo de sus vecinos que no van a dejar que esta escena triste sea la última canción de "Rigoletto".
"Son años que se quemaron en unos minutos. Aquí estaban todos mis instrumentos, toda mi música, no quedó nada",
Rigoberto Torres