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Nunca hay que dudar de Lionel Messi. Cuando Argentina no encontraba el camino para superar a México y se hundía en el fondo del Grupo C, el crack trasandino acrecentó su leyenda con un golazo que abrió la ruta a un triunfo revitalizador.

Fue un 2-0 de la "Albiceleste" que se mantiene con claras opciones de avanzar en un grupo que se apretó más de la cuenta con el triunfo de Polonia (ver nota secundaria), justamente el próximo rival argentino, con el que pelearán la clasificación y el primer lugar de la zona.

Cinco cambios hizo Lionel Scaloni respecto al decepcionante debut contra Arabia Saudita, prácticamente renovando la defensa y el mediocampo. Entraron Gonzalo Montiel, Lisandro Martínez, Gonzalo Acuña, Guido Rodríguez y Alex MacAllister.

El resto de la oncena no varió, con Emiliano Martínez, Nicolás Otamendi, Rodrigo De Paul, Angel Di María, Lautaro Martínez y el propio Messi.

Ambos equipos estaban necesitados (México venía de empatar ante Polonia) y la tensión se sintió desde el principio, con los jugadores luchando por dominar la pelota y con pocas opciones en los arcos.

En la segunda etapa, Scaloni se la jugó con más cambios, haciendo ingresar a Enzo Fernández, Nahuel Molina y Julián Álvarez. Pero antes de que las incorporaciones pudieran hacer efecto, Messi rompió con cualquier esquema de propios y contrarios con un golazo que empezó en encaminar a la "Albiceleste".

Corría el minuto 64 y, en una acción que parecía inofensiva, el crack argentino recibió la pelota en la medialuna del área mexicana, se acomodó y sacó un remate bajo que se coló junto a un palo del arco defendido por Guillermo Ochoa.

El gol activó a Argentina, que empezó a dominar las acciones y a jugar lejos del arco de Martínez, pero luego de algunos minutos reaccionó México, que aprovechó el agotamiento de los trasandinos y empezó a acercarse al empate.

Así, con la "Albiceleste" sufriendo, luchando con uñas y dientes por mantener la ventaja,Messi aprovechó un córner corto para habilitar a Enzo Fernández, quien eludió a un defensor y colgó la pelota en un ángulo, asegurando el merecido triunfo de los trasandinos.

Francia terminó con la mala racha de los últimos campeones mundiales, Italia, España y Alemania, que en la siguiente edición no pudieron superar la fase de grupos y se convirtió en la primera Selección en avanzar en Qatar.

El conjunto de Didier Deschamps, rey vigente al derrotar en la final de Rusia 2018 a Croacia, selló su clasificación a los octavos de final al vencer 2-1 a Dinamarca en la segunda jornada del Grupo D, sumando seis puntos.

Esto no habría sido posible sin la máxima figura gala, Kylian Mbappé, quien anotó los dos goles de los "Bleus" en un partido que se los complicó más de la cuenta.

Tras un primer tiempo muy igualado y sin goles, Francia pudo desnivelar a los 61 minutos luego de una gran jugada entre Mbappé y Theo Hernández, que el astro del Paris Saint Germain finiquitó.

Los daneses no se rindieron y lograron igualar algunos minutos más tarde por medio de un cabezazo de Andreas Christensen en un tiro de esquina.

El empate se mantuvo hasta lo últimos minutos cuando volvió a aparecer Mbappé para, con el muslo, mandar a la red un preciso centro de Antoine Griezmann, dándole el triunfo a los de Deschamps y terminando con la maldición del campeón vigente.

El último campeón que había conseguido superar la fase de grupos fue Brasil.

Robert Lewandowski, con un gol y una asistencia, y el arquero Wojciech Szczesny, al tapar un penal a Salem Al-Dawsari al fin del primer tiempo, protagonizaron el invaluable triunfo 2-0 de Polonia, bajando de la nube en la que estaba la selección de Arabia Saudita desde que venció a Argentina.

Rompió su maldición el delantero polaco, quien anotó su primer gol en Copas del Mundo justo cuando su equipo más lo necesitaba.

Antes del histórico tanto, Lewandowski asistió a su compañero Piotr Zielinski, y el jugador del Napoli abrió la cuenta para los polacos, que necesitaban ganar tras igualar sin goles ante México en el arranque del Grupo C del Mundial.

Tras el gol vino el momento de brillar del arquero Szczesny. El portero de la Juventus protagonizó una de las jugadas individuales más destacadas del Mundial al, primero, tapar el penal ejecutado por el verdugo de Argentina y, acto seguido, al bloquear el intento de Mohammed Al-Burayk, quien cazó el rebote de la pena máxima.

El gol hubiese sido una justa recompensa para el cuadro árabe, que fue mejor que el europeo durante la primera etapa pero falló en la puntada final.

En el segundo tiempo el partido se puso de ida y vuelta pero parecía estar más cerca el empate saudita. Sin embargo, en un horror de la defensa del cuadro asiático, apareció nuevamente Lewandowski para, sin titubear, romper su maldición y celebrar por primera vez en una Copa del Mundo, con lágrimas y todo.

"Está claro que cuando se juega en la selección lo primero es el bien del equipo, pero yo soy delantero y siempre tengo en mente que también quieres marcar. Es un sueño hecho realidad ", admitió el delantero una vez consumada la victoria polaca.