Nace una estrella: el pequeño talento del tenis que sueña con ser profesional
En su primer año participando en torneos, Julián Ramírez, de 9 años, quedó segundo en el ránking nacional y ganó el máster reservado para los 10 mejores de Chile.
La irrupción de Julián Alonso Ramírez Alburquenque en el mundo del tenis ha sido sorprendentemente exitosa. "Siempre le gustó el fútbol, pero con la pandemia me empezó a acompañar a jugar tenis a la academia de Pato Rogat en El Quisco y poco a poco le empezó a tomar el gusto y a jugar", cuenta su padre Diego Ramírez, un profesor de inglés que ahora se gana la vida con un local de comida rápida, "El guatón panzón", en la calle Arturo Prat, en el centro de El Tabo, comuna donde reside la familia.
En febrero pasado, a menos de un año de comenzar a practicar el tenis, Diego Ramírez inscribió a su hijo en el que sería su primer torneo, en la comuna de Los Andes. Con apenas 8 años, el pequeño tabino, que es un fiel seguidor del español Rafael Nadal, demostró su talento y se quedó con el primer lugar del certamen.
"Con mi señora nos dimos cuenta que tenía condiciones y lo empezamos a incentivar, principalmente por los beneficios que entrega el deporte para los niños", asegura Diego Ramírez, un aficionado al tenis desde su adolescencia.
Lo que no se imaginaron los padres en ese momento fue que Julián seguiría ganando campeonatos durante todo el año incluso en Santiago y con niños de mayor edad.
"Julián tenía 8 años (cumplió los 9 en noviembre) y participó todo el año en la categoría Naranja, que es para niños hasta 10 años. Pudo competir de muy buena manera y terminó la temporada como segundo en el ránking", precisa Diego.
Sus buenas actuaciones durante todo el año le permitieron llegar al Máster que se disputó a fines de noviembre en el club Manquehue, en la comuna de Vitacura. En el certamen juegan los 10 mejores de cada categoría. Y Julián volvió a demostrar su calidad innata para este deporte.
En semifinales derrotó al número 1 del ránking y en la final venció al sexto para quedarse con la copa de campeón. "Me gustó mucho jugar con los mejores tenistas de mi edad. Igual tenía muchos nervios, pero quedé muy contento porque al ganar el torneo se demostraba que yo era bueno", confiesa Julián, alumno del tercero básico del colegio Bilingual de Casablanca.
Su papá afirma que tiene buenas notas y él, a pesar de su corta edad, ya sueña con llegar lo más alto en el tenis. "Me gustaría ser profesional y llegar a ser el número 1 de Chile. También me gustaría llegar a los torneos oficiales y ganar Roland Garros (París), porque se juega en arcilla, que es donde más juego yo", afirma Julián.
-¿Quién es tu ídolo en el tenis y por qué?
-Me gusta Rafa Nadal, porque yo también tengo el revés a dos manos y él siempre tira las pelotas fuertes y se está moviendo en la cancha.
Apoyo
Diego Ramírez afirma que le encantaría que su hijo pudiese seguir progresando en este deporte. "Este año en promedio fuimos dos veces al mes a torneos a Santiago, y el gasto en bencina, inscripciones, arriendo de cancha e implementos supera los 500 mil pesos mensuales. No hay bolsillo que resista. A eso tienes que sumarle el valor de una academia donde lo puedan entrenar", asevera este padre que realiza grandes esfuerzos para que Julián pueda seguir en competencia.
"Hasta ahora el único apoyo que hemos conseguido es un aporte anual de 700 mil que nos entrega la Municipalidad de El Tabo. Lo valoramos y lo agradecemos mucho, pero para llegar al alto rendimiento se necesita más apoyo porque es difícil cubrir todos los gastos para una familia como la nuestra", asevera.
Diego, como todo padre, quiere que su hijo cumpla sus sueños. "Estoy tratando de apoyarlo en todo lo que puedo y creo que tiene las condiciones para seguir avanzando en el tenis. Ojalá que podamos tener más apoyo para que Julián pueda hacer realidad sus sueños".
"Me gustaría ser profesional y llegar a ser el número 1 de Chile. También me gustaría llegar a los torneos oficiales y ganar Roland Garros",
Julián Ramírez
500 mil pesos mensuales en promedio gasta el papá de Julián para que pueda entrenar y competir.
8 años tenía Julián cuando ganó su primer torneo en Los Andes, en febrero pasado.