Leo Riquelme

El amanecer de ayer dejó en evidencia el desolador escenario en que quedaron convertidos al menos tres sectores rurales de la comuna de Melipilla, en la Región Metropolitana, que desde la tarde del domingo fueron afectados por incendios forestales que hasta el cierre de esta edición se mantenían activos.

El fuego que afectó a Popeta, Altos de Popeta y Mandinga consumió más de 600 hectáreas, dejó seis civiles heridos y destruyó al menos 46 viviendas.

Dos de los heridos fueron trasladados a la exPosta Central y otro a la UCI local. Ayer el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, informó que el más afectado, que tenía el 70% de su cuerpo quemado, murió. Se trata de Eduardo Román, de 61 años, quien quedó herido al intentar socorrer a un vecino.

"Todos querían salvar sus cosas, pero ahí había que salvarse uno... no había nada más qué hacer", admitió a TVN un lugareño.

Los residentes coincidieron en que el avance de las llamas fue aterrador por el viento que reinaba el domingo, lo que junto a la gran cantidad de pastizales ocasionaron que el fuego alcanzara alturas de unos diez metros.

Los vecinos intentaron regar sus patios y casas, lo que en muchos casos resultó insuficiente, por lo que pasadas las 19 horas el sistema de alerta automático de la Onemi llamó a evacuar inmediatamente las casas.

"Lo bueno de todo esto es que el incendio fue en el día, porque en 15 minutos abarcó todo", comentó un afectado. En casas que habían construido cortafuegos el daño fue menor.

Los incendios dejaron gran cantidad de damnificados, muchos de los cuales se guarecieron en casas de familiares. En el albergue municipal, en tanto, permanecían ayer 22 personas, de las cuales 16 eran menores.

Dadas las condiciones, ayer la Onemi mantenía activadas alertas rojas en varias regiones por los siniestros forestales en curso. En Romeral, el Maule, el fuego destruyó un inmueble centenario que sirvió hasta el inicio de la pandemia como liceo agrícola.