Centenario se convirtió en un enorme mercado persa sin ninguna regulación
Presidente de la Cámara de Comercio dijo que invasión de ambulantes fue "un desastre" y los propios comerciantes locales reclamaron estar superados por los santiaguinos.
A media mañana del 23 de diciembre apenas se puede caminar por el tramo que va desde la esquina de Lauro Barros, en el correo, hacia Francisco Javier Vera, en el Nogal. Y, de hecho, en una parte del tramo la vereda apenas tiene el espacio suficiente para que transite una sola persona en cada sentido, con todo lo que eso significa ante un volumen semejante de peatones.
Ahí, en ese cúmulo de transeúntes que comparten la estrechez de una vereda con superávit de papel de regalo y novedades navideñas, se cierran las transacciones comerciales de una Navidad inminente, con olor a humitas bajo el implacable sol de diciembre como testigo.
Nunca antes las calles de este pueblo se vieron así.
No es una exageración antojadiza de esta crónica decirlo ya que el argumento viene de Marcelo Jorquera, comerciante ambulante de Centenario desde hace un cuarto de siglo. En la esquina de la panadería El Nogal, este mercader sanantonino exalumno del colegio Pompeya, ha visto pasar las últimas 25 navidades exactamente en el mismo lugar y al ser consultado por la versión 2022 de esta fecha, lo primero que dice es que "se vinieron todos los de Meiggs (barrio del centro de Santiago donde los comerciantes ambulantes fueron desalojados) a ocupar Centenario. Nos ganan en número y en mercadería; además no podemos hacer nada porque son violentos".
Lo peor de todo es que Marcelo no solamente tiene razón, sino que además se queda corto, porque al poco andar, por la misma vereda en dirección al poniente, hay camionetas con toldos azules bajo los que se vende prácticamente de todo, se cocinan almuerzos, se duermen guaguas y se vociferan las chucherías en medio del gentío.
Arrinconadas; las ensaladeras de San Antonio lucen confinadas por una verdadera avalancha de ambulantes de distintas nacionalidades, colores y especialidades que copan la principal avenida de San Antonio desde la mismísima calle Lauro Barros hasta la plaza de Armas de un pueblo conquistado por los ambulantes.
No hay Control
En plena plaza de San Antonio 100 módulos esperan a los consumidores navideños con las más diversas bisuterías, juguetes, prendas de vestir y novedades para regalar en esta Navidad en ciernes.
Ahí nos encontramos con Ivonne Moreira, histórica comerciante de artículos de bazar que por años ha participado de este mercado de estación, pero nunca con los menesterosos resultados de este 2022, marcado por la invasión santiaguina en las calles de San Antonio.
"Recién ayer logré recuperar la inversión que hice para este año y me queda hasta mañana (hoy) para tratar de tener algo de ganancia, pero honestamente tengo que decir que esto nunca antes se había visto en San Antonio. Estamos llenos desde el bandejón de Barros Luco hasta el correo por la cantidad de permisos que dio la municipalidad y hay una falta de control que es evidente, porque aquí todos vemos que se dejó hacer, o sea, nos piden a nosotros un pago de casi 150 mil pesos para estar aquí mientras dejaron que cualquiera se instale desde aquí mismo hasta el final de Centenario. Esto es un desastre, un completo desastre y lo peor de todo es que nadie se hace cargo, nadie le pone un pare a los famosos toldos azules que se vinieron de Santiago a San Antonio", reclamó Ivonne Moreira.
Un desastre
Más allá por la vereda sur de Centenario, entre Blanco Encalada y Alberto Barros, la comerciante Sara Meza, que cada año alterna la venta de hierbas medicinales con papel de regalo y envoltorios navideños, contó que "se ha notado una baja porque hay muchos puestos, porque a esta misma fecha el año pasado habíamos vendido el doble".
Consultado por Diario El Líder, el presidente de la Cámara de Comercio Detallista de San Antonio, Rafael Letelier, dijo que lo ocurrido en las calles del centro con motivo de las festividades de fin de año "es un completo desastre del que alguien tendrá que hacerse cargo porque no es posible que nuestros adultos mayores, o personas con capacidades diferentes simplemente no puedan transitar por San Antonio. Aquí han venido los comerciantes ambulantes históricos de Centenario a decirnos que están sobrepasados por los santiaguinos que llegaron a tomarse nuestras calles con total impunidad".
"Se vinieron todos los de Meiggs a ocupar Centenario. Nos ganan en número y en mercadería; además no podemos hacer nada porque son violentos",
Marcelo Jorquera.