Juan Olivares Meza

Es por lo menos curioso que un tema que aparentemente preocupa a tantos no tenga una vocería, básicamente porque nadie quiere aparecer juzgando una situación que desconoce.

Eso es básicamente lo que pasa con los vecinos de la calle Mateo de Toro y Zambrano, junto al pasaje O'Higgins, que en los últimos meses han visto cómo cierros vibrados han ido delimitando las nuevas fronteras del cementerio Parroquial de San Antonio, en el cerro de La Virgen.

"Lo que pasa es que a los cierres de la entrada de abajo que el curita instaló cuando unas personas estaban haciendo como una pista de bicicross, se suman estas otras panderetas que están dejando encerrada la plaza y estas de más arriba, que si uno se fija bien, están dejando hasta los postes del alumbrado público dentro del cementerio", explicó una vecina que prefirió no ser identificada para esta crónica.

Junto a ella, otra pobladora que asegura ser residente de toda la vida en este lugar dijo que "no hay problema si ellos quieren resguardar el cementerio, pero mire cómo está quedando encerrada la plaza que tenemos aquí. El muro ya casi da toda la vuelta y parece que se va a juntar con el de abajo, o con este otro muro de acá arriba porque yo supongo que van a terminar cerrando todo, hasta las floristas van a quedar encerradas con los muros que están poniendo".

Nada para preocuparse

Las floristas del cementerio, que tampoco quisieron identificarse al ser consultadas por Diario El Líder, sostuvieron que desde la administración del camposanto les dijeron que no tenían nada de qué preocuparse.

"Mire, yo llevo más de 20 años trabajando en este lugar y si vinieron a decirnos que no tenemos que preocuparnos no nos vamos a preocupar todavía, porque uno por falta de información puede decir algo que no corresponde y la embarra. Entonces vemos lo que está pasando y la verdad no sabemos si esto nos va a perjudicar o no", explicó una de las comerciantes.

En este mismo lugar un trabajador que se identificó como Jorge Cavieres relató que "la gente de la población está preocupada porque ve los muros que están rodeando la plaza y teme que eso se convierta en un callejón, además que para la parte de abajo ya está todo cerrado, la gente de arriba con razón piensa que los muros van a terminar por rodear todo el frente del cementerio".

Temor a toma

El mismo obrero contó que "los muros de la puerta de arriba los pusieron porque ahí aparecieron unos hoyos, como que iban a poner pollos para construir una casa supongo, porque justo en esa esquina está una de las entradas a la toma, así que todo dice que los muros se instalaron para evitar que la gente se tome ese terreno al lado de la parte de arriba del cementerio. Y acá abajo lo que yo escuché es que el cementerio está ampliándose porque adentro ya no hay espacio y seguramente esta parte les corresponde a ellos y están cerrando para poder crecer hacia la calle".

Con los datos aportados por los vecinos contactamos al cura párroco de San Antonio, Vicente Véliz, para preguntarle por estos trabajos en torno al cementerio Parroquial, pero el sacerdote se excusó de referirse a este tema, argumentando que "el cementerio tiene ahora su propia administración y por lo tanto esa administración de don Carlos Muñoz tiene la facultad de tomar sus propias decisiones y no me corresponde a mi comentarlas".

Nuestro equipo de prensa trató de contactarse con la administración del cementerio Parroquial de San Antonio para consultar por las obras que se ejecutan alrededor del camposanto, pero esa comunicación no fue posible.

"La gente de arriba con razón piensa que los muros van a terminar por rodear todo el frente del cementerio",

Jorge Cavieres,, vecino

1919 comenzó a funcionar oficialmente el cementerio Parroquial de San Antonio, aunque existe un registro de un funeral realizado en 1902.