El descongelamiento de la Antártida libera más gases de efecto invernadero
En el sitio analizado se liberaron 448,5 toneladas de CO2 en verano.
EFE / N.E.
El descongelamiento del permafrost de la Antártida, un tipo de suelo que hasta ahora permanecía congelado, está liberando a la atmósfera grandes cantidades de gases de efecto invernadero atrapados durante siglos, contribuyendo así al cambio climático, según un estudio coordinado por el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología italiano (INGV).
El fenómeno, que está afectando a ciertas regiones antárticas cercanas a la costa que quedaban libres de hielo debido al clima extremo, podría extenderse por los 24.000 kilómetros de litoral del continente y liberar miles de toneladas de dióxido de carbono enterradas, alertó el INGV.
Sólo en el área de 21,6 km2 de permafrost analizada en el estudio, situada en la mayor zona libre de hielo del continente, la región de los Valles Secos de McMurdo, se liberaron 15 toneladas al día de dióxido de carbono, 448,5 en todo el verano austral.
"Los datos sugieren la presencia de elevadas cantidades de gases disueltos en el sistema de salmuera subsuperficial sobrepresurizado bajo el permafrost", dijo Giancarlo Ciotoli, investigador del Instituto de Geología Ambiental y Geoingienería italiano (IGAG).
Los Valles Secos de McMurdo representan cerca del 10% del suelo libre de hielo de todo el continente y, como en el polo norte, tienden a calentarse debido al aumento global de las temperaturas provocado por la creciente emisión de gases de efecto invernadero.
En esta región, ubicada a 100 kilómetros de la estación de investigación estadounidense de McMurdo, "la bajísima humedad, las gélidas temperaturas (entre -14°C y -30°C) y los vientos de hasta 320 km/h generan uno de los ambientes más extremos del planeta" que hasta ahora lograba mantener congelado el permafrost, detalló la investigadora del INGV Alessandra Sciarra.