Equipo del Samu está en medio de los incendios forestales que azotan al sur
Cuatro funcionarios del hospital de San Antonio ayer trabajaban en la zona de Tomé.
La catástrofe que afecta a las regiones de Ñuble, del Maule, Biobío y La Araucanía se prolonga a pesar del incesante combate de las llamas por cielo y tierra. Más de 286 mil hectáreas quemadas, 26 muertos y 81 siniestros en combate, hasta el cierre de esta edición, movilizan a los equipos de emergencia no solo de las zonas afectadas.
El jueves partió al sur la "fuerza de tarea litoral", compuesta por 38 voluntarios y vehículos de los cuerpos de Bomberos de la provincia y Casablanca. El domingo se realizó el recambio y al contingente se sumó una unidad del Servicio de Atención Médica de Urgencia (Samu) del hospital Claudio Vicuña.
La mañana del lunes los conductores Juan Recabarren y Víctor García, el reanimador Matías Dip y el tens Leonardo Recabarren, ya estaban en la comuna de Tomé, en la Región del Biobío.
"Andamos con la fuerza de tarea de los bomberos de la provincia a solicitud de la delegación presidencial provincial y las direcciones del Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio y del hospital Claudio Vicuña, para proteger a los bomberos, por si alguno necesita atención de primera respuesta", explicó el conductor Juan Recabarren.
Matías Dip agregó que "nuestras labores han sido de apoyo, resguardar la seguridad y apoyarlos (bomberos) cuando tienen alguna herida, quemadura o lesión traumática producto de golpes en el lugar, también en caso de inhalaciones de humo, administrar oxígeno, todo lo que necesiten".
Con la fuerza
La ambulancia sigue a la fuerza de tarea de la provincia en sus desplazamientos. "Si los bomberos se van a un cerro, nosotros los seguimos, nos quedamos en un lugar seguro, cerca, mientras ellos combaten el fuego", aportó Juan Recabarren.
Durante estos días pasaron por localidades como Tomé, Chañarcillo y ayer estaban en Rafael.
Las jornadas son largas y bajo condiciones extremas. "Tratamos de estar a la par de bomberos, son muchas horas, extenuantes, el calor es alto y aunque estemos a la sombra se siente. Si bien es cansador, también es grato para nosotros, nos llena tratar de ayudar", aseguró Matías Dip.
Y a esto Juan Recabarren agregó que "anoche (lunes) llegamos a las 11 de la noche y después los voluntarios salieron de nuevo a otro incendio, hasta la tres de la mañana. Hoy (ayer) estábamos a las 8 de la mañana esperando indicaciones para ir donde corresponde".
Juan Recabarren describió el ambiente. "Hace mucho calor, estoy en la sombra, un poco lejos de los focos, y estoy a 30 grados. Los voluntarios están trabajando sobre los 40 grados, sometidos a un alto nivel de estrés".
Eso es lo que destaca el chofer de ambulancias: "Salimos con toda la voluntad del mundo, andamos con los bomberos, que están realizando una labor súper hermosa, uno ve como trabajan, con profesionalismo. Los medios de comunicación están en los lugares grandes, donde hay más afectados, pero nuestros bomberos trabajan en los pueblos chicos, que también se están quemando y necesitan ayuda".
Los funcionarios del Samu están en el epicentro de la tragedia y ven como los damnificados sufren. "De la nada se quemaron cuatro casas, estaban los bomberos trabajando en un lado, saltó diez metros una pavesa y las envolvió, no pudieron hacer nada, porque las condiciones son ideales para la propagación de los incendios, calor y viento, de la nada se prende", relató Juan Recabarren, quien además es el presidente de la Multigremial del HCV.
Donde ayer estaba el equipo del Samu es una zona donde abundan eucaliptos y pinos, vegetación que propicia el avance de las llamas, con altas temperaturas y fuerte viento.
Se estimaba que la segunda avanzada de la fuerza de tarea litoral permanecería hasta hoy en la zona de Tomé, y con ellos regresarían los funcionarios del Samu, quienes más que testigos de la tragedia, fueron un aporte en el combate de los destructivos incendios que afectan al sur.