Intervienen desembocadura del Maipo para que el agua llegue al mar otra vez
Un banco de arena nuevamente bloqueó la desembocadura. Delegación formó equipo que trabaja en un protocolo.
Las marejadas le volvieron a jugar una mala pasada a la desembocadura del río Maipo, que mantiene un bajo caudal a la altura de San Antonio, e impidieron que el cauce llegara al océano.
Para las 19 horas de ayer estaba previsto el inicio de los trabajos en el borde marino para remover la arena acumulada y permitir que el agua del río ingrese al mar nuevamente.
La delegada presidencial provincial, Caroline Sireau, explicó a Diario El Líder que "durante todas estas semanas hemos seguido monitoreando la situación del río Maipo" y que "luego de la primera zanja que se realizó, efectivamente se volvió a embancar la desembocadura".
Ante esto, la autoridad afirmó que se "han solicitado nuevamente los permisos para poder profundizar la zanja ya existente y de esa manera poder evitar que tengamos inundaciones en las distintas riberas".
Indicó que "esta situación se ha agravado en los últimos días por la gran cantidad de agua que se ha acumulado, por lo tanto, el día de hoy (ayer) ya se va a poder realizar esta intervención con autorización de la Armada".
Debido a que el lugar es un santuario de la naturaleza, "hemos también enviado una solicitud al Consejo de Monumentos Nacionales y desde las 7 de la tarde (de ayer) se va a poder proceder para evitar inundación en las distintas riberas".
Recalcó que se ha hecho un trabajo coordinado con la "Municipalidad de San Antonio, la Municipalidad de Santo Domingo, la Armada y el Ejército de Chile como también organizaciones ambientales que han participado de distintas instancias de participación y la Fundación Cosmos (administradora del humedal)".
"También hemos contado con la orientación de los pescadores de la boca del río Maipo, quienes por trabajar en ese sector conocen muy bien el comportamiento del río, y también han participado algunos agricultores", acotó.
La Municipalidad de San Antonio informó ayer que "vecinos y vecinas del sector, pequeños agricultores y pescadores artesanales se están viendo afectados debido al alza de las aguas del río, la que está llegando a los 80 centímetros y que están provocando algunos anegamientos, proliferación de zancudos y roedores".
Sobre cómo se seguirá trabajando en caso de repetirse un fenómeno como este, la delegada Sireau detalló que "entendemos que este es un problema, una emergencia de inundación sobre el cual tenemos este grupo de monitoreo con el cual hemos estado trabajando constantemente, pero además se ha instalado una mesa de científicos que empezó a sesionar esta semana".
Este grupo se encargará de "procesar información que ya existe en términos de mediciones, de estudios de la cuenca. También se van a tomar nuevas mediciones por parte del Observatorio de la Costa, en marzo".
"Por otro lado, nosotros también estamos trabajando con la Dirección General de Aguas (DGA) para robustecer las fiscalizaciones en toda la cuenca, porque es necesario tener una mayor presencia de fiscalización", reveló Caroline Sireau.
Igualmente hay una agenda para un trabajo "a largo plazo", "que significa poder conversar con la Región Metropolitana y contar con un sistema de protección y de cuidado de la cuenca desde su origen hasta la desembocadura".
La delegada provincial de San Antonio detalló el avance de la mesa técnica, donde han contado con el aporte de otras comunas que han enfrentado situaciones similares.
"Participó el municipio de Viña del Mar, porque ellos tienen un protocolo de trabajo con la desembocadura del Marga Marga y del Estero Reñaca", señaló.
Estos últimos "compartieron con nosotros la necesidad de que hay que terminar con la emergencia, pero luego trabajar en torno a contar con un protocolo estable de monitoreo, que implica tomar mediciones permanentes para saber cuándo es necesario tomar decisiones como desbancar".
A lo anterior se suma "la experiencia de Cahuil (en la Región de O'Higgins). Ellos tienen un protocolo de trabajo que también se divide en dos, uno de emergencia y otro de mantenimiento de la desembocadura (de la laguna Cahuil)".
"Esa información nos sirve mucho y es precisamente la información que está analizando el grupo de científicos", indicó la autoridad.
Respecto de los tiempos de respuesta, enfatizó en que "tenemos que tener claro que cuando nos enfrentamos a una emergencia que pone en riesgo a las personas, obviamente tenemos que actuar de manera rápida, pero también tenemos que tener en consideración que este es un santuario de la naturaleza, por lo cual no es llegar e intervenir".
"Por eso tenemos una mirada permanente tanto de la Fundación Cosmos, y de las organizaciones ambientales que han participado también de estas instancias de participación".
Manifestó que "estamos muy llanos a escuchar a las organizaciones, a la mirada científica, que es fundamental para un plan de manejo al mediano y largo plazo, entendiendo que lo que estamos haciendo ahora al igual que hace unos 15 días, es atender la emergencia del embancamiento por el riesgo de las personas que viven en la orilla y los agricultores que se han visto afectados por las inundaciones".