Juan Olivares Meza

Distintas personas contactaron a un equipo de prensa de Diario El Líder para denunciar varios episodios de violencia ocurridos en el sector alto de Bellavista donde, tras una pelea entre adolescentes, se sucedieron hechos de violencia con golpizas, amenazas de muerte y balaceras, en medio de una verdadera guerra declarada entre clanes rivales.

Llegamos a la Villa Holanda y en la avenida Litoral, en el sector conocido como "La Quebrada del Pájaro" nos juntamos con un hombre mayor que lo primero que pide es reserva total de su identidad porque familiares suyos han sido víctimas de amenazas de muerte y disparos contra sus viviendas.

El contacto se hizo a través de un tercero y no hubo llamados telefónicos para concertar la entrevista, solamente el acuerdo de juntarse tal día, a tal hora, en tal lugar. Conversamos sobre una vereda junto a una baranda metálica que resguarda la quebrada desde la que emergen enormes eucaliptus.

Es media mañana y poca gente circula por estas calles, mientras unos perros deambulan de aquí para allá, el hombre que nos citó dice con un tono temeroso: "Está la pura embarrá acá arriba amigo".

-Cuénteme ¿Para qué nos llamó? ¿Qué está pasando?

-Lo que yo sé es que todo empezó con la pelea de unos cabros, unos jóvenes el día del carnaval. Estos cabros se agarraron a combos por allá en Barrancas por peleas que tenían ellos y después que uno pegó la familia del otro llegó a tirar balazos a la casa. Uno de los disparos entró hasta el dormitorio, mi familia se tuvo que ir de esa casa, ellos ya no están ahí porque los amenazaron de muerte y hasta a mi, que no tengo nada que ver me apuntaron con una pistola en el pecho".

Origen del conflicto

En las Bruselas, Horizontes de Bellavista y la población Puerto del Sol todos los vecinos conocen el conflicto, porque todos han sido testigos de las disputas en las que entraron los clanes familiares después de una pelea entre dos adolescentes.

Con los relatos de distintas personas pudimos establecer que alrededor de las diez de la noche del domingo 19 de febrero, dos jóvenes de 17 años, ambos con domicilio en Bellavista, se trenzaron a golpes por una disputa sentimental en la plaza de la Gobernación en Barrancas.

Horas más tarde uno de ellos, acompañado de un grupo, concurrió hasta el domicilio de los familiares de su contrincante profiriendo amenazas de muerte y disparando contra el inmueble. Pero el incidente no quedó ahí porque, según se sabe en el barrio, una persona de esta familia, acompañada de otros sujetos fue tras el pistolero, lo encontró y lo subió a una camioneta para llevarlo hasta un lugar indeterminado donde le dieron una golpiza y lo amenazaron de vuelta, también usando armas de fuego.

Este tercer incidente, lejos de calmar los ánimos entre los clanes familiares enfrentados, derivó en una balacera ocurrida la noche del domingo 26 de febrero en el pasaje Pleamar, de la población Puerto del Sol, hasta donde llegaron al menos cinco sujetos armados que dispararon contra una casa y una camioneta que ellos pensaban era la que se había usado días antes contra uno de los suyos.

Terror

Precisamente en el pasaje Pleamar los vecinos están tan atemorizados que ni siquiera quieren dar muchos antecedentes.

"Llegaron estos tipos en un auto blanco y se bajaron gritando amenazas y disparando. Cuando nos asomamos vimos que estaban con escopetas y pistolas disparándole a la camioneta del vecino que no tiene nada que ver; lo que pasa es que la camioneta es del mismo color de la que habrían usado para ir a buscar al cabro que le pegaron, pero esa no es porque la otra camioneta quedó grabada y ahí se puede ver que son distintas. Lo peor es que esto ya se salió de las manos porque anoche mismo (el lunes) andaba un gallo gritando amenazas y disparó aquí mismo", contó una persona que pidió no ser identificada.

En el mismo sector una dirigenta vecinal contó que su propia casa fue baleada a plena luz del día, mientras distintas personas sindican a un sujeto de Llolleo, conocido como el "Guatón Franco", como responsable de entregar armas a adolescentes de esta parte de Bellavista.

Las propias personas involucradas en estos hechos dijeron que las denuncias se hicieron, tanto en carabineros como en la Fiscalía, al tiempo que los vecinos esperan que esta escalada de violencia termine pronto, antes que haya víctimas fatales que lamentar.

Para esta crónica conversamos con al menos seis pobladores y dos dirigentas vecinales de Bellavista. Nadie estuvo disponible para que su nombre fuera publicado simplemente porque tienen miedo de convertirse en el próximo objetivo de los pistoleros fuera de control.