El último y sorprendente desafío del "Mago del fin del mundo"
Jean Paul Olhaberry, el conocido ilusionista chileno, permaneció durante 12 horas a seis metros de altura sobre la "Piedra del Sol" de Santo Domingo, sin recibir alimentos ni agua, mientras esperaba que se produjera el equinoccio.
Es la mañana del lunes 20 de marzo y las nubes, como de costumbre, cubren el cielo del sector costero de Santo Domingo. La atención está centrada en la conocida y gigantesca Piedra Intihuatana, entre las playas Marbella y Norte, donde el famoso mago Jean Paul Olhaberry ofrecerá un singular espectáculo para recibir el equinoccio de otoño que se producirá en unas pocas horas más.
Al lugar llegan estudiantes, profesores, representantes de pueblos originarios, vecinos y adultos mayores que quieren ser testigos del último y sorprendente desafío del ilusionista chileno.
Olhaberry, quien está radicado en Santo Domingo, se hizo conocido en el país como integrante de la dupla "Magic Twins" -junto a Nicolás Luisetti-, y hoy está dedicado a su proyecto "El mago del fin del mundo", con el que busca revalorizar la magia a través del vínculo con tradiciones ancestrales.
La performance
La prueba, denominada "Anthena", consistió en que el artista debía permanecer de pie arriba de la también llamada "Piedra del Sol", a seis metros de altura, durante 12 horas continuas, sin recibir alimentos ni agua, a partir de las 9 de la mañana hasta las 20.15 horas, momento en que se produce el equinoccio de otoño, que es cuando el día y la noche tienen la misma duración.
Ante la curiosa mirada de un gran número de personas que captaban cada instante con sus teléfonos móviles, Olhaberry cumplió con la meta que se había fijado.
Ya superado el desafío, Jean Paul Olhaberry habló con Diario El Líder sobre su última aventura. "La Piedra del Sol es un lugar que siempre me atrajo desde niño, la venía a visitar con mis padres. Cada verano volvía a verla, a encontrarme con ella sin saber realmente cuál era el magnetismo que me atraía tan fuerte. Siempre la vi desde una mirada de la magia, de un lugar lleno de misterio, de asombro y ahora entendí cuál era mi misión, que era justamente investigar la Piedra del Sol desde su historia, desde diversos puntos de vista y poder entender desde ahí todo este ecosistema que está alrededor de ella", afirma.
-¿Qué sentiste en las 12 horas arriba de la Piedra Intihuatana?
-Para mí "La Piedra del Sol" es un corazón, un lugar concéntrico donde podemos ver a la naturaleza. Para mí es un monumento de la naturaleza que nos hace ver el misterio, la belleza y el realizar este acto fue algo muy especial. Fueron 12 horas en que hubo momentos muy difíciles, también me llené de energía, vi el amor y la paz en los ojos de muchas personas. Vi el entusiasmo de adultos mayores que iban bajando a visitar el lugar y que se quedaron hasta el final y también vi la esperanza en los ojos de los niños. Fue una reflexión, un momento de mucha energía porque creo que el gran aprendizaje es que si nos conectamos todos, si todos estamos enfocados, si somos una sola energía, como fue hoy (lunes) en que fuimos un solo corazón palpitando de una forma muy fuerte, podemos componer y recomponer este planeta de mejor manera. Fue muy bello, muy especial. Gracias a todos y todas las que fueron parte.
¿equinoccio?
Jaime Giannelloni, astrónomo del Parque de la Ciencia de Santo Domingo, colaboró con esta performance, entregando información a través de charlas donde grandes y chicos pudieron aclarar sus dudas.
"Cuando Jean Paul Olhaberry inició este proyecto 'Anthena', que consistió en ver todas las miradas que tiene la comunidad acerca de la Piedra del Sol, que la denominaron "Intihuatana" debido a un investigador arqueológico aficionado en la década del 40, marcó mucho la atención porque él (Jean Paul) quería saber cuál es la importancia de esa piedra a nivel ancestral por parte de la astronomía. Entonces eso me generó mucha curiosidad de poder investigar . Siempre visitaba esta piedra singular y tenía la duda de si realmente era una Piedra del Sol", cuenta Giannelloni.
-¿Qué es un equinoccio?
-El equinoccio prácticamente es un movimiento tambaleante que demora casi 26 mil años en completar una vuelta en 360 grados y nosotros notamos ese cambio de grado cada 72 años. Por lo tanto es muy importante considerar que este tipo de evento astronómico es fiable para el conocimiento de la gente. Esa era mi labor al hablar de los inicios de la astronomía en la antigüedad, donde el equinoccio era una especie de marcador, para ver los cambios de estaciones especialmente de verano a otoño, y de primavera a verano, ya que el equinoccio al movimiento de la Tierra justo coincide a nivel mundial con 12 de horas de iluminación y el mismo tiempo de oscuridad. Por lo tanto, a nivel astronómico nos permite medir de manera más precisa, el movimiento de los astros del cielo, como el movimiento de lo que ha marcado un culto y un rito, que es el sol y también la luna.
-Llegó mucho público a la actividad...
-Gracias al protagonismo de la gente, ya que llegaron cerca de 5 mil personas durante el día, ya lo convertimos en un monumento porque cada persona que asistió colaboró con una piedra donde marcamos un hito, donde va a ser representativo que a través del visor de la piedra se pueda ver el equinoccio cada 20 de marzo, ya quedó registrado el lugar.
-¿Qué tipo de actividades en el área de la astronomía realizan en el Parque de la Ciencia?
-Nos hemos dado cuenta de que acá en la provincia de San Antonio, ya que Chile es la capital mundial de la astronomía, tenemos cielos aptos para generar una cultura astronómica para la comunidad, tanto en los cielos de Lo Abarca como en los de Santo Domingo, y también en localidades como Bucalemu, El Convento, San Pedro o Cuncumén y Leyda, lugares que son aptos para la observación de la bóveda celeste y ocupar los telescopios. Por último, el Parque de la Ciencia, a través de la astronomía, cuenta con el Laboratorio de Ciencias, donde enseñamos sobre nuestro laboratorio natural muy importante, que son los humedales y los océanos.
Importancia de la piedra del sol
Aunque muchos aplaudieron la hazaña de Jean Paul Olhaberry, otros criticaron que el acto se efectuara en esta piedra.
Sin embargo, José Luis Brito, conservador del Museo de Historia Natural e Histórico de San Antonio, destacó que no se incurrió en un hecho en contra del patrimonio. "Esa piedra no es considerada arqueológica, sino que solo de interés patrimonial por el significado actual que le da la gente y por lo que se escribió sobre ella, pero relacionando muchas cosas incongruentes. Por eso la arqueología moderna nunca la ha estudiado y de hecho parece sólo tratarse de una roca erosionada por la acción química calor- frío, la acción del viento y la salinidad sobre la roca", expone Brito.
-¿Qué teorías hay sobre este monumento natural?
-En la década del 50 el investigador Oscar Fonck escribió el libro "Armando Arcas", donde describe a un rey egipcio, Ptolomeo III, que según el autor llegó a las costas de Santo Domingo, unió objetos, líticos y geoglifos entre otros, y los unió antojadizamente para su historia, los que claramente eran de diferentes culturas, como la Aconcagua, Arcaicos e Incas, etc. Él veía en esta piedra una intihuatana (piedra donde se amarra el sol), pero no se parece en nada a las intihuatanas incas de Machupichu u otras peruanas. De allí nació esta historia, ya que al parecer él tenía residencia o venía siempre a Santo Domingo.
Brito agrega que "posteriormente un seguidor suyo, el arquitecto Armando Tobar, al que conocí en los 90, escribió otro libro. Allí el arquitecto la dibuja, mide y describe un mecanismo de ruedas que, según él, movían la roca entera cuando había solsticio, pero la examiné y no era así. Él dijo que cuando le echaron cemento a la piedra esos mecanismos quedaron debajo de la roca, pero creo que había mucho entusiasmo por hacer ver o creer esto. Como conservador del museo, investigador y naturalista, creo que la gente le ha dado un valor al conocer esta historia al traspasarse de voz en voz y eso le da un valor patrimonial social y eso es lo importante que hay que destacar sin lugar a dudas.
-¿Por qué se asocia con pueblos originarios?
- Alrededor de la piedra había un conchal indígena, que no tiene nada que ver con la piedra seguramente. Lo analicé en los 80 y 90, cuando aún había menos gente y todavía se veía el conchal. Después la gente se fue robando las conchas y las puntas de flechas que aparecían, que eran de la cultura Aconcagua por lo que pude darme cuenta. Este conchal se extendía hasta donde está el moderno condominio que se edificó ahí y al construirlo destruyeron el conchal. Frente al condominio, hay una plaza hacia el Este, atravesando la calle y ahí hay una piedra tacita indígena que es muy antigua y que nunca ha sido revelada en su importancia. En la plaza Los Fundadores también hay dos piedras tacitas indígenas, las que son arqueológicas y tampoco están señaladas con algún letrero, ni nada.
"La Piedra del Sol es un lugar que siempre me atrajo desde niño, la venía a visitar con mis padres. Cada verano volvía a verla, a encontrarme con ella sin saber realmente cuál era el magnetismo que me atraía tan fuerte",
Jean Paul Olhaberry
"Fueron 12 horas en que hubo momentos muy difíciles, también me llené de energía, vi el amor y la paz en los ojos de muchas personas",
Jean Paul Olhaberry