Juanita Ortiz Bonilla

Peleas protagonizadas por estudiantes en diversos espacios públicos o dentro de las mismas aulas, lamentablemente se han hecho común desde el regreso a clases luego de la llegada de la pandemia y el encierro que implicó cerrar los colegios y cambiar las clases presenciales por la educación virtual.

Ricardo Ampuero Moya, sicólogo clínico titulado en la universidad Autónoma de Chile, especialista en enfoque cognitivo- conductual en niños y adolescentes, entrega algunos lineamientos para comprender el fenómeno que se ha incrementado, marcado por la violencia y agresividad no sólo de los más jóvenes, sino que en gran parte de la sociedad.

-¿De qué edad son los pacientes que más están llegando a tu consulta?

-El rango va desde los seis a los nueve años, aunque han venido bastantes adolescentes también con un promedio de 15 años. Los padres consultan generalmente por temáticas que tienen que ver con agresividad o ansiedad, aunque cada caso es particular. Algunos pueden presentar violencia en la casa y no en el colegio o viceversa. A veces va dirigida hacia otros sectores sociales que envuelven al niño.

-El bullying es un tema preocupante. ¿Hay señales que puedan alertar a los padres?

-Sí, hay indicadores que se relacionan con víctimas del bullying, una de ellas tiene que ver con la resistencia a ir al colegio. Finalmente los niños y adolescentes expresan su conflicto interno a través de la agresividad, ya sea en casa, con los adultos o entre sus pares. Otra señal puede ser la sintomatología depresiva, tristeza, aislamiento, lo que viene acompañado con baja autoestima. Hay varios indicadores a través de los cuales los padres pueden darse cuenta de que sus hijos podrían estar siendo víctimas de maltrato o acoso escolar.

-¿Qué causas puede tener el aumento de este fenómeno negativo en los colegios y fuera de ellos?

-El confinamiento por la pandemia tuvo bastantes consecuencias negativas. Niños y adolescentes pasaron por diversas situaciones que gatillaron secuelas como violencia y agresividad. Por ejemplo, tuvieron cambios de rutina, hábitos, estudios y quizás en algunos casos vieron peleas entre sus padres y sufrieron modificaciones en cuanto a la crianza. Algunos padres de pacientes me han dicho que sus hijos pasaron mucho tiempo jugando más que estudiando. Ahí claramente hubo un cambio drástico en su rutina.

-¿Los niños que ven violencia dentro de su hogar pueden repetir esta conducta?

-Esa es otra de las razones por la que muchos jóvenes realizan bullying. Es una de las causas principales, el que son espectadores de violencia intrafamiliar. Por supuesto que hay otros factores, pero en este caso tiene que ver que el método de resolución de conflictos ahí es aprendido. A eso se agrega la frustración de ver que sus padres ejercen violencia intrafamiliar entre ellos, y la impotencia del joven al ver que no puede hacer nada aumenta la agresividad y a su vez ocurre la violencia con otro.

-¿ Crees que los profesores deberían darle más importancia a la conducta de los alumnos?

-Por supuesto. De hecho, tienen que hacer un buen trabajo con convivencia escolar y tratar de promover salud socioemocional, para que los jóvenes sepan canalizar, reconocer sus emociones y cómo poder gestionarlas frente a sus pares. Por lo tanto, sería muy recomendable que los profesores pudieran acceder a cursos de capacitación socioemocional para niños y adolescentes.

-¿Qué diferencia hay entre violencia y agresividad?

-La agresividad es un componente más bien natural que es parte del ser humano, todos tenemos un cierto grado de agresividad, sin embargo, con la violencia hay que tener bastante cuidado. Es un comportamiento que es intencional, producto de un aprendizaje social, irruptivo, y genera conflicto con los demás.

-Como sicólogo especialista en niños y jóvenes, ¿cuál es el motivo de causa más frecuente después de la pandemia?

-Específicamente por ansiedad infantil junto con sintomatología depresiva y agresividad. Es lo que actualmente más se está viendo. Estos casos siempre tienen como componente principal la frustración en el colegio, la poca socialización que tienen entre compañeros. Muchas veces algunos se sienten solos, por lo tanto, genera un conflicto en ellos y causa agresividad.

-¿Qué caracteriza a la ansiedad infantil?

-De partida, la emoción es una emoción natural, al igual que la agresividad es algo que tenemos por supervivencia, es algo inherente al ser humano. Sin embargo, comienza a generar conflictos y se vuelve patológico cuando ya el niño no logra adaptarse a distintos contextos, ya sea para relacionarse con otro, recibir un 'no' como respuesta o cuando no realiza tareas cotidianas como norma en la casa o escolares. Los padres deben estar alerta y pedir ayuda profesional cuando se les escapa de las manos, cuando el niño no puede procesar o regular la ansiedad por sí mismo.

-¿Qué consejos les puedes dar a los padres o apoderados?

-Les diría que vayan viendo indicadores. Si veo que mi hijo no está cumpliendo normas, se está aislando, no se está vinculando con los padres, tienen que tratar de comunicarse y ver qué está pasando con él.

Adolescencia

Por otro lado, el profesional sanantonino que tiene su consulta particular en el sector alto de Barrancas (WhatsApp +569 94183449) entregó otras recomendaciones a padres o tutores de adolescentes.

-Comúnmente la gente dice que es difícil entender a los adolescentes. ¿Esto es un mito?

-El adolescente como tal está pasando por cambio físicos y emocionales, lo que genera irritabilidad y frustración personal, los cuales crean conflictos, lo que no implica normalizar la violencia o las conductas irruptivas. También es importante para los adultos o padres promover la buena comunicación, lo que significa tratar de entender cuáles son las emociones que está sintiendo el adolescente, por ejemplo, preguntándole cómo le ha ido en la semana, si le molesta algo y las preocupaciones que tiene.

-¿Es necesario que los adultos pongan límites?

-Muchas veces he escuchado a padres que se sienten culpables al establecerle reglas y límites a sus hijos. Uno de los mensajes que les quiero dar es que no duden en hacerlo. En la vida siempre vamos a tener reglas y normas sociales. Cuando ven que el padre o la madre está titubeando, los jóvenes son bastante susceptibles y sin querer los padres pueden empezar a perder autoridad, por lo tanto, tienen que ser firmes y dar el ejemplo, ahí viene el tema de la salud mental transversal. Los padres somos el modelo de nuestros hijos, por lo tanto los niños actúan de acuerdo con lo que ven de nosotros.

"Los padres consultan generalmente por temáticas que tienen que ver con agresividad o ansiedad, aunque cada caso es particular",

Ricardo Ampuero,, sicólogo

"Muchas veces he escuchado a padres que se sienten culpables al establecerle reglas y límites a sus hijos. Uno de los mensajes que les quiero dar es que no duden en hacerlo".