El joven músico sanantonino que se abre camino en Uruguay
Diego Cataldo emigró hace tres años a Argentina y posteriormente se trasladó a Montevideo, donde ya lanzó su primera canción como solista.
"Diog Caltad" es el nombre artístico del sanantonino Diego Cataldo, quien gracias a su empeño y perseverancia se está abriendo camino en el ámbito artístico de Montevideo, la capital de Uruguay, donde se radicó hace tres años. Antes de dedicarse a la música a tiempo completo, vivió una serie de aventuras, realizando voluntariado en diferentes lugares donde se hospedaba, teniendo que trabajar en huertos y atendiendo público, entre otras labores, además de desenvolverse en un oficio que comenzó en San Antonio: el de tatuador.
En 2022 el músico de 24 años, que en San Antonio fue parte de bandas locales como "Choro e Playa" y "Rompe Ola", inició su carrera como solista, lanzando su primer single titulado "Siento". La buena recepción del público logró que el cantante fuera entrevistado por medios de comunicación de Montevideo, los que se interesaron por el talento del artista que actualmente está próximo a debutar con su banda.
Sencillo, alegre y sin temor a los desafíos es este joven soñador, que disfruta con los éxitos de los grandes exponentes del rock latino que marcó una época en los 80 y que hasta hoy sigue vigente, teniendo como principal referente al "flaco" Spinetta.
"Estudié en varios colegios. Era un niño conflictivo (ríe). Estuve en la escuela de Las Dunas cuando era muy chiquito, también en algunos colegios de Valparaíso y cuando volví estudié en el Liceo Nacional de Llolleo, después pasé al Bicentenario, luego al Lyons' School, colegio España y después en el Instituto Bilbao", cuenta sobre su periplo escolar.
-¿Qué te motivó a no sólo irte de la comuna, sino que del país?
-Todo partió con el estallido social. Como buen sanantonino del "puerto rojo" salí a protestar por mis derechos. Me pareció un momento hermoso de Chile porque yo salía a protestar y estaba con mis vecinos de toda la vida, pero empezaron a pasar cosas que me hicieron mucho ruido. Me dio miedo estar ahí. El último mes que estuve en Chile sentí mucho miedo de que me pudiera pasar algo. Eso, sumado a que vivía de tatuar y de hacer tocatas, y no podían hacerse por los toques de queda. Ahí pensé 'qué pasa si me voy a otro país'. Y llegue a la conclusión que iba a estar mejor o igual.
-¿Te decidiste rápido?
-Hablé con una amiga y me dijo que lo hiciera, que me veía afuera. Me puse a buscar pasajes baratos y encontré uno a 40 mil pesos a Argentina. Vendí las pocas cosas que tenía, un micrófono, un interfaz y una batería, cosas de música. Vendí todo en $80 mil y me compré el pasaje de ida. Vendí las cosas el 25 de noviembre y me fui el 2 de diciembre. Cuando llegué a Argentina, estaba en la Plaza de Mayo y llamé a mi mamá y le dije 'hola, cómo estás y hablamos todo normal'. Cuando me pregunta cómo estás, le dije 'bien, en Argentina. Me vine anoche, llegué recién. No sé cuándo voy a volver'. Me respondió 'bueno, cuídate mucho. Te va a ir muy bien'.
-¿Cómo ha sido el cambio hasta ahora?
-Siempre he sido una persona que se adapta bastante a las situaciones, gracias a mi madre con la que tuvimos muchos cambios en la vida y después ya no me costaban tanto. Es más, me cuesta enraizarme más que seguir moviéndome. Cuando llevaba casi un año acá en Uruguay empecé a hacer amigos, conocer gente que me hizo súper bien y me ayudó a tomar la decisión de quedarme.
-¿En qué estás actualmente?
-En lo que es música, empecé a trabajar en el 2021 en la primera canción que saqué y salió el 2022. Además, ese año grabé el LP. Ahora tengo una banda desde enero, con la que vamos a tener nuestro show debut el 15 de abril. Estoy muy enfocado con la banda en grabar un disco, pero estamos en todo el proceso previo, como tener muchas canciones para escoger unas poquitas para meter en el disco, la producción, arreglar los temas y todo.
-¿Cómo se llama la banda y que papel desempeñas?
-Soy el vocalista y el compositor. Compongo desde muy chiquito gracias a mi primo Bastián Cataldo. Con él, hacíamos canciones que no eran muy buenas, pero con tanta práctica empezaron a salir cada vez mejor. El nombre no lo elegimos todavía, porque lo quiero separar del proyecto que tengo ahora. Los chicos me decían ponle "Diego Metal" y no, siento que necesita una identidad la banda, pero estoy en ese proceso (ríe). Es difícil encontrar un nombre que no esté recontra usado.
-¿Qué temas abordas en las letras de las canciones?
-Mis canciones son bastante espirituales, pero no me gusta usar el concepto porque creo que está súper usado. Soy muy "Spinittoide" las letras de Spinetta con esa profundidad me encantan e intento ir hacia allá. Tal vez no a un lugar tan profundo, pero sí súper sensible. Me gusta hablar mucho, hablar desde la sensibilidad.
-Hablando de clásicos, ¿te gusta el rock latino?
-Sí, lo que más escucho hoy es todo de ahí. Spinetta, el "one" siempre, después Fito y Charly hicieron cosas maravillosas, Cerati obviamente también. Tengo una raíz súper folclórica con Quilapayún, Intillimani y Los Jaivas. Además, me gustan Los Tres, Los Prisioneros. En realidad, me gusta todo lo que hicieron en esa época, fue maravilloso. Tengo un cariño especial por la música argentina porque siempre me llegó de otro lugar y por la chilena porque la escuché toda mi infancia.
-¿Cómo descubriste que la música era lo tuyo?
-Mi familia es muy musical. Desde que tengo memoria mis tíos se juntaban a cantar. Mi abuelo Humberto Cataldo era muy conocido, siempre me dijeron que era el mejor guitarrista de San Antonio. Mi tío Marcelo Cataldo cantó en un montón de bares. Entonces toda mi infancia fue con asados o juntas familiares en las que terminaban todos cantando y con eso naturalizamos la música.
-¿Cuál es tu estilo musical?
-A mí lo que más me gusta hacer es rock, pero ahora me enfoqué un poquito más en el soul. Me gusta mucho la capacidad vocal que tiene la gente que canta soul y quería llegar a eso. Me puse a cantar y me gusta este estilo porque utiliza eso como recurso de usar la voz como un instrumento más. Soy de hacer varios estilos, no soy tan purista como para dedicarme a uno nada más, así es que siempre mezclo un poquito de rock, soul, funk y un poquito de todo.
Tatuajes
A simple vista llama la atención la gran cantidad de tatuajes que luce el artista sanantonino en todo su cuerpo. Tiene en el rostro, las manos, los brazos y asegura que aún falta realizarse varios más.
-¿A qué te has dedicado en todo este tiempo, aparte de la música?
-Soy tatuador y no me había dado cuenta del buen trabajo que es. Me di cuenta cuando llegué a Argentina porque en el primer hostel que estuve me preguntaron qué hacía. Les dije que músico y tatuador. De inmediato me pidieron un tatuaje y en seguida empecé a hacer plata. El cambio de divisa me hizo mierda la primera noche, me gasté casi todo lo que me llevé, porque no entendía cuánto tenía que gastar y guardar, pero por suerte el tatuaje me salvó y me he mantenido con eso. Hoy tengo un estudio de tatuajes que abrimos el año pasado con mi novia.
-¿Cómo aprendiste a tatuar?
-Todo empezó con un amigo, el "Punky" en San Antonio, que me regaló una máquina de tatuajes que hizo él y todo lo que no hay que hacer, lo hicimos. Máquinas malas, tintas malas, cero técnica, pero gracias a todos mis amigos que se prestaron para el "experimento" hoy estoy en otro país tatuando. Llevo ocho años desde que tomé la primera máquina y hace tres que me lo tomé en serio, porque era mi forma de sostenerme. Después de pasar esa barrera… ya está (ríe).
-¿A qué edad te hiciste el primer tatuaje?
-A los 15 años. Sé que me voy a cubrir todo en algún momento. Este brazo (lo muestra) me lo voy a tapar todo de negro directamente. Cuando me tatué la cara por primera vez en Chile, cuando cumplí 22, hubo diversas reacciones en mi familia donde decían que no iba a encontrar trabajo, que para qué lo había hecho y mi primo Alexis, me dijo que para él estaba muy bien porque era una confirmación de que me voy a dedicar al arte. Fue súper lindo cuando lo dijo porque yo lo hice como algo muy impulsivo la verdad y él le entregó un significado muy lindo y valioso.
-Volviendo atrás, ¿cómo te mantuviste cuando recién llegaste a Uruguay?
-Estuve de hippie varios meses viajando, haciendo voluntariado donde trabajas en la casa que te da hospedaje y comida. En un hostel que estuve había que atender gente y después trabajar en la huerta. Después estuve en un lugar que era más hippie y teníamos que construir con barro, limpiar unas cabañas cuando venía gente, cuidar ovejas y también trasplantar arbolitos, por temporadas. Llegó un momento en que me aburrí y me vine a la capital a estudiar y hacer música. Es bueno para alguien que le guste la "libertad", pero para mí la libertad es tener una casa y saber que voy a tener un lugar donde dormir y estar tranquilo. Valoro mucho el espacio personal, después de haber pasado por tantos lugares.
-Una aventura más para cumplir tu sueño de ser artista...
-Sí, y también creo que es el sueño escondido de mi familia, porque muchos familiares se dedicaron a la música hasta que fueron padres o llegaron a cierta edad en que asumieron otras responsabilidades.
-¿Qué diferencia ves en cómo funciona el ámbito artístico local en San Antonio y en Montevideo?
-Es muy parecido, pero hay una diferencia en la personalidad del artista. A mí me encanta San Antonio y la movida que tiene porque al menos antes te comprabas una guitarra, empezabas a tocar y no te importaba nada, si sonaba bien o no, lo importante era tocar. Hacíamos tocatas y aunque tocáramos una mierda iba gente igual y siempre con esa actitud de querer hacerlo. Acá les cuesta entregarse a esa experiencia de tocar. Yo ahora estoy estudiando en un conservatorio y tengo muchos compañeros que son muy buenos, pero les dices vamos a tal parte a tocar y dicen no porque está tal baterista y no puedo tocar porque no lo hago tan bien como él. En San Antonio es, vamos a tocar y si a alguien le gusta bien y si no le gusta que se vaya a otro lado. Eso tiene ciertas ventajas porque si me piden que vaya a tocar a algún lugar, voy y lo hago, seguro a alguien le va a gustar.
-¿A futuro volverías a San Antonio?
-Cuando lancé mi primera canción, di una entrevista para un programa de la Universidad de Valparaíso y me preguntaron cuándo voy a volver a Chile. Respondí que cuando sea famoso. Entonces no pienso volver antes de que pase eso. No sé si va a pasar, ni cuándo, pero si sucede vuelvo. Me regustaría volver más que nada por la gente que tengo. Para mí una noche de sábado ideal es en la casa de mi primo, un karaoke, un pisco que acá no hay y cantar toda la noche con los amigos.