El destacado director de orquesta que se propuso acercar la música a la comunidad de la provincia
Pablo Yáñez es el impulsor de la fundación "Mozarte", a través de la cual busca que cualquier persona pueda acceder a clases de canto lírico, piano o violín, entre otra gran variedad de facetas musicales.
Desde muy pequeño Pablo Yáñez Olea recibió la estimulación de su madre para que conociera el mundo de la música. Recuerda que partió con el canto, para continuar con el aprendizaje de instrumentos como el piano y la flauta dulce. Su talento se desarrolló de tal manera que llegó a convertirse en un destacado profesor de música y director de orquesta, siendo el creador de orquestas sinfónicas como las de Santo Domingo, San Antonio y otras agrupaciones que surgieron en colegios de la zona donde se desempeñó como docente.
Hace tres años fundó la fundación "Mozarte" (@fundacion_mozarte en Instagram y WhatsApp +569 94129215) en San Antonio, con la que busca que niños, jóvenes y especialmente los adultos mayores tengan la oportunidad de acercarse a la música. Clases de piano, violín, guitarra, saxofón y flauta traversa están disponibles para quienes deseen aprenden a tocar algún instrumento. Los interesados en cantar pueden hacerlo en canto lírico y popular. También hay talleres de grupo, los que consisten en la práctica de bajo, guitarra y batería. Los más pequeños pueden integrar las clases de iniciación musical, la que van dirigidas a niños de entre cuatro a siete años.
"La Fundación Mozarte se crea en 2020. Es una idea que yo tenía hace muchos años y ese año tuvimos el tiempo para poder crearla porque implica mucho tiempo para hacer todas las gestiones y trámites. Su nombre viene de mi compositor favorito que es Mozart y eso se enlaza con la palabra 'arte', porque el arte es muy general y Fundación Mozarte, si bien es musical, también convive con otras artes", explica el director.
-¿De qué se trata esta entidad?
-La fundación se sustenta en cuatro pilares: tiene una academia de música y Coros; el segundo tiene que ver principalmente con obras sociales en hospitales, hogares de niños o de ancianos, llevar y enseñar música en esos lugares; el tercero son servicios musicales donde se hacen presentaciones musicales, conciertos; y el cuarto es la producción de conciertos, ahí se graban producciones y se realizan conciertos con distintos artistas.
-¿Cuál es el objetivo principal que busca conseguir?
-Nuestro lema es 'Un mundo de música para todos', o sea es llegar con la música a todos los lugares y rincones posibles, sin distinción de edades ni condiciones musicales, ya sea en la enseñanza del aprendizaje de instrumentos de voz, como público de concierto o dándole la oportunidad fuertemente a los adultos mayores de aprender un instrumento, porque ellos no tuvieron la oportunidad en su vida de aprender un instrumento y ahora la deben tener.
Elencos estables
Además de las clases y talleres que ofrecen, "Mozarte" tiene elencos permanentes los que participan en las diferentes actividades que realizan.
"En este momento la fundación cuenta con tres elencos estables: el Ensamble Mozarte, que es un quinteto de músicos, que desarrolla distintas actividades sociales, conciertos y acompaña a los coros; el segundo es el Coro Mozarte, que funciona en San Antonio, integrado por personas de distintas edades con y sin conocimientos musicales; y el tercer proyecto, el más nuevo, es el Coro Comunitario de Santo Domingo. Ese coro está ubicado en la zona urbana y en la rural de El Convento y tiene aproximadamente cien integrantes desde los cinco a los 92 años", detalla el destacado profesor.
-¿Cómo se financia este proyecto tan grande?
-El Coro Comunitario está siendo apoyado por la Municipalidad de Santo Domingo a través de una subvención y tenemos "Amigos Mozarte", que nos apoyan de alguna forma logística o con algunos aportes económicos, gente que gusta de la música. Están apoyándome y están con nosotros.
-¿Tienes proyectos por concretar este año?
-Hay varios proyectos en carpeta, pero lo principal es que la música tiene que llegar a todos los rincones. No puede ser un impedimento no tener los recursos para poder aprender a tocar un instrumento. Para eso esta Mozarte. En este momento tenemos estos tres elencos, hacemos mensualmente una obra social y nuestros conciertos de temporada, donde vienen artistas de distintos estilos.
-¿Cómo surgió la idea del Coro Comunitario y cómo fue promoverlo en un sector rural?
-Parte con la idea de tener una actividad colectiva de fácil acceso a través de la voz humana, el único instrumento natural que existe. Nace porque en la comuna de Santo Domingo hay muy poca actividad coral y quisimos cumplir con los principios de la fundación y desarrollar iniciativas en la zona rural, las que no llegan para los vecinos. La fundación realiza una actividad permanente musical anual, a diferencia de las actividades normales que hay en una comuna, que son conciertos de artistas de renombre por ejemplo, que vienen y se van.
-¿Cómo han hecho la convocatoria para recibir a sus integrantes?
-Hemos hecho la convocatoria en las poblaciones, juntas de vecinos, colegios y donde está la gente. También a través de nuestras redes sociales y de la prensa local. Tenemos un equipo operativo de profesionales muy comprometidos en sus distintas áreas. Estamos generando una actividad colectiva familiar, donde cante el hijo, el abuelo, el nieto, etc.
-¿La gente te preguntaba por ejemplo yo podré cantar o tendré las condiciones cuando comenzó el Coro Comunitario?
-Eso se pregunta hasta el día de hoy y se va a seguir preguntando. Nos hemos encontrado con mucha frustración por parte de las personas, con mucho temor y barreras por experiencias que tuvieron en su vida. Cuesta hacer ese trabajo de autoestima. Ha llegado mucha gente a inscribirse a cantar, la que ha seguido al pie de la letra todo el proceso y hay gente a la que le ha costado entrar en el sistema de asistir a ensayo semanalmente. Es una lucha permanente que tienen las personas por adquirir un hábito y una disciplina que es una de las exigencias que la música te pide.
-Cuéntanos un poco sobre las obras sociales que han hecho.
-La primera vez que hicimos una y nos impactó mucho fue en el Hogar de Niñas de Llolleo. Hicimos un taller musical con las niñitas en una sesión y nos encontramos con talentos increíbles. Ahí hay mucho talento. Después el otro concierto fue en el Hogar de Ancianos que está en Huertos de Chile, en Santo Domingo, donde tocamos 'Cumpleaños feliz' para una señora que cumplió 102 años. Eso nos impactó porque hay gente muy conocedora del repertorio, por ejemplo, personas que cantaron en coros, tocaron piano o violín. Entonces, ellos se emocionan mucho y se conectan con lo que alguna vez hicieron en su vida. También hemos estado en el hogar de ancianos de Llolleo y en el hospital Claudio Vicuña.
-¿Cómo han funcionado las clases con adultos mayores?
-Muy bien, hay mucho talento. Hay personas que nos han dicho que han perdido muchos años para desarrollar esto, pero nosotros sostenemos que nunca es tarde. Hay entusiasmo, voluntad, temor, pero muchas ganas de querer disfrutar. Lo que queremos es que disfruten, no que se frustren porque no pueden avanzar,. La base va a ir de acuerdo con las capacidades, condiciones, oportunidades y constancia de las personas. Todos pueden aprenden en distintos ritmos. Lo que hacemos es juntar esto colectivo, porque cuando trabajas de forma colectiva avanzas más rápido, te motivas más.
Vida a la música
Pablo Yáñez recuerda que él comenzó en el canto desde que tenía un año de vida. "Después, a los tres o cuatro años, empezamos con el piano, la flauta dulce. Nací en esto con una fuerte influencia de mi madre que fue educadora por largos años. Siempre me ha movido mucho crear para las personas las oportunidades que yo no tuve. Porque no tuve la oportunidad de aprender a tocar un instrumento sinfónico, de tener una orquesta sinfónica donde aprender o de tocar con un artista de renombre a muy temprana edad. Había que comprarse o conseguirse instrumentos e ir a estudiar a Santiago con mucho esfuerzo.
-¿Cuándo comenzaste a tocar y a potenciar tu talento?
-Partí tocando diferentes instrumentos en la etapa escolar. Después entré al Conservatorio en Santiago en la Católica y luego me fui a estudiar Pedagogía en Música. Integré varias orquestas, bandas y coros. Siempre he estado muy interesado en la música latinoamericana, andina y chilena. Aprendí diferentes instrumentos autóctonos, siempre combinando distintos estilos. Cuando estaba estudiando volví y comencé un trabajo académico en los colegios. Ahí creé varias bandas en los colegios, principalmente en el Sagrada Familia donde trabajé 17 años.
-No se puede dejar de mencionar las orquestas sinfónicas que has creado…
-Formé y dirigí varias bandas escolares, hasta que empecé a crear la Orquesta Sinfónica de San Antonio, a la vez comienza el proyecto en Santo Domingo. Con ellos hemos hecho muchos trabajos y conciertos con artistas chilenos connotados como Los Jaivas, con los que hemos tocado muchas veces, y pianistas como Valentín Trujillo y Roberto Bravo. Ahí nos empezamos a dedicar a la difusión de la música sinfónica chilena.
-¿Qué actividad tienen prontamente?
-Nuestro primer concierto de temporada este año va a ser este sábado 15 de abril, en la parroquia de Santo Domingo. Vamos a hacer un concierto de Semana Santa. Esa va a hacer la primera presentación del Coro Comunitario del 2023, donde también participa el coro Mozarte.
"Nuestro lema es 'Un mundo de música para todos', o sea es llegar con la música a todos los lugares y rincones posibles, sin distinción de edades ni condiciones musicales",
Pablo Yáñez
"Nuestro primer concierto de temporada este año va a ser este sábado 15 de abril, en la parroquia de Santo Domingo. Vamos a hacer un concierto de Semana Santa. Esa va a hacer la primera presentación del Coro Comunitario del 2023, donde también participa el coro Mozarte".
Pablo Yáñez