Los niños piensan que tanto Alexa como Roomba merecen un trato amable
Al asistente de voz lo humanizan más. Experta subrayó la importancia de marcarles a ellos las diferencias entre humanos y máquinas.
Natividad Espinoza R.
El asistente de voz Alexa es más inteligente que la aspiradora robot parlante Roomba, pero ambos merecen un trato amable por parte de sus usuarios.
Al menos así piensa la mayoría de los niños consultados en un estudio desarrollado por sicólogos de la Universidad de Duke (EE.UU.), que quiso saber cómo 127 menores -de cuatro a 11 años- percibían y qué pensaban de estas máquinas de uso cotidiano.
La investigación, publicada esta semana en la revista Developmental Psychology (Psicología del Desarrollo), dio a conocer que los niños tienden a atribuir más características humanas al asistente que a la aspiradora, considerando que el primero "tiene pensamientos y emociones más humanos" que Roomba. Eso sí, los menores dijeron sentir que ninguna de las dos tecnologías domésticas merecía que se le gritara o hiciera daño.
Humanos y robots
Para hacer el trabajo, la autora principal, Teresa Flanagan, se inspiró en parte en cómo se representan las interacciones entre humanos y robots en programas como Westworld, de HBO.
"En Westworld y la película Ex Machina, vemos cómo los adultos pueden interactuar con los robots de formas crueles y horribles", dijo la profesional, quien es investigadora en el departamento de Psicología y Neurociencia de Duke. "Pero, ¿cómo interactuarían los niños con ellos?", se preguntó.
Para saberlo, la sicóloga reclutó a niños que visitaron un museo de ciencias con sus familias, a quienes se les hizo ver un video de 20 segundos de cada tecnología y luego se les plantearon preguntas sobre cada dispositivo. De esta forma, se obtuvieron datos principalmente "tranquilizadores", a juicio de la experta.
En general, los niños decidieron que tanto Alexa como Roomba probablemente no tienen cosquillas y no sentirían dolor si los pellizcan, lo que sugiere que no pueden sentir sensaciones físicas como las personas. Sin embargo, le dieron a Alexa, pero no a Roomba, altas calificaciones en capacidades mentales y emocionales, como ser capaz de pensar o enojarse después de que alguien se porta mal con el dispositivo.
"Incluso sin un cuerpo, los niños pequeños piensan que Alexa tiene emociones y una mente", dijo Flanagan. "Y no es que piensen que todas las tecnologías tienen emociones y mentes, no creen que Roomba las tenga, así que hay algo especial en la capacidad de Alexa para comunicarse verbalmente", agregó.
Tratos diferenciados
La sicóloga infantil y directora clínica de Psicoeduka, Valeska Ananias, advirtió que es fundamental hablar con los niños, principalmente a los más pequeños, de las diferencias entre las máquinas o la inteligencia artificial (IA) y las personas.
"Las máquinas no tienen sentimientos. Por lo tanto, atribuirle emociones o sentimientos a una máquina no es lo correcto (...) El que, por ejemplo, uno salude y dé las gracias está en un marco social para la buena convivencia y tiene que ver con fortalecer la relación afectiva entre dos personas, pero con las máquinas no hay reciprocidad", aseguró Ananias.
Por esto, dijo que no es necesario inculcar a los niños este tipo de "trato amable" para con las máquinas, aunque sí lo es no golpearlas o gritarles, ya que al ser máquinas no tienen la culpa si algo inesperado pasa.