Río, río; río, río
Que grande que viene el río.
Que grande se va a la mar;
si lo aumenta el llanto mío
¡cómo grande no ha de estar!
Río, río; río, río
devolvedme el amor mío;
¡devolvedme el amor mío,
que me canso de esperar!
Qué chileno no ha escuchado esta canción más de alguna vez; era cantada en las escuelas, liceos, en los hogares y calles de nuestro país, sobre todo cuando se iba de paseo a algún lugar del campo, playa o montaña. Canción emblemática, pero su origen no es chileno, es colombiano, proviene de un antiguo poema titulado "Las dos hermanas", de autor anónimo, pertenece al folclore de Colombia y alude a dos hermanas que se ahogaron en las caudalosas aguas del río Magdalena.
Un poeta chileno del siglo XIX, José Antonio Soffia, convirtió este drama y lo inmortalizó en Hispanoamérica en una obra literaria musical.
Ángel Parra Sepúlveda