Jesús Farías Silva

Viven a solo minutos del centro de San Antonio y de Llolleo, pero no pueden conectarse al mundo moderno como el resto de los residentes de la comuna.

Se trata de los vecinos de la parcelación Santa Rosa de la Mar, quienes llevan años sin conexión a la energía eléctrica en la parte alta del sector de Llolleo.

Al no contar con este servicio tampoco tienen acceso a internet, televisión y otros servicios esenciales en la actualidad. Para quienes tienen algún problema de salud es un calvario y para los niños un aburrimiento infinito.

Romina Azócar, una de las afectadas, explicó que son 39 familias que esperaban contar con electricidad a partir de este lunes 15 de mayo.

Expuso que desde finales del año pasado cuentan con un proyecto que les permitiría empezar el 2023 con luz en cada una de sus viviendas, pero que se ha postergado repetidamente a pesar de estar "pagado", según explicó.

"El año pasado, entre noviembre y diciembre, firmamos el contrato con Chilquinta. Lo firmamos y supuestamente en diez días hábiles teníamos la conexión al medidor, cosa que no pasó. Nos dijeron que iba a ser en los últimos días de diciembre, luego que en los primeros días de enero nos conectaban la luz, luego en febrero y así se ha seguido postergando hasta el 15 de mayo", detalló la vecina de Llolleo.

Pero el viernes previo, según describió a Diario El Líder de San Antonio, Chilquinta les comunicó que la conexión sería postergada otra vez.

"Y ahora quedamos estancados nuevamente, siempre encuentran un pero", dijo Romina y agregó que "tenemos cancelado, pagado, todo listo en las casas".

Consultados por El Líder ante este problema, desde la empresa Chilquinta declinaron emitir comentarios.

Los vecinos, por su parte, están indignados y cada vez más molestos.

"Llevamos cuatro años sin luz", añadió Romina. "En mi caso voy a cumplir dos años. Estos son terrenos regulares y tenemos un proyecto pagado, con todo listo", recalcó.

Algunos de los residentes cuentan con generadores eléctricos, pero otros solo tienen velas para iluminarse y baterías para mantener sus celulares conectados.

Ante esa realidad, deben ir a las casas de vecinos, familiares o amigos en casos de urgencia.

"El generador uno lo prende un rato nomás, porque sale muy caro por la bencina. Yo, por mi parte, necesito demasiado la luz -prosiguió- porque mi mamá está con un cáncer en su etapa final y hay que estar licuando sus comidas y como no tengo electricidad, se la tuvo que llevar mi hermana para su casa. Así es realmente complicado, entonces cuando el viernes nos dicen que el tema se está viendo nuevamente y que nuevamente no vamos a tener luz, quedamos de brazos cruzados".

No contar con el suministro "para los niños es aburrido igual, difícil para las tareas. Es todo muy complejo porque es estar desconectado de todo el mundo", insistió.

"De verdad que ya estamos muy molestos con esta situación y esperamos que finalmente la empresa cumpla lo que nos ha prometido muchas veces, si ya tenemos un proyecto pagado y todo listo. Así que ojalá nos cumpla de una vez por todas", finalizó Romina Azócar.

"Ya estamos muy molestos con esta situación y esperamos que finalmente la empresa cumpla lo que nos ha prometido muchas veces",

Romina Azócar,, afectada.