Último miembro de la Asociación Folklórica Chilena: una gesta desde las ruinas
Este notable historiador naval fue protagonista de la entidad de la que hoy es consejero y lo postula al Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales. Su testimonio sepulta las dudas del ultraconservadurismo histórico y hace justicia a un pasado vivo.
Yvaín Eltit - Presidente Sociedad de Folclor Chileno.
En el verano de 1954 el joven Isidoro Vázquez de Acuña, llegaba a Santiago tras pasar cuatro meses por el archipiélago de Chiloé, fascinado con la arqueología y el imaginario religioso.
Gracias a su profesor de la Escuela Militar Héctor de Aravena, le presentó al historiador Eugenio Pereira Salas, a quien ubicaba por sus libros y veraneos en el litoral.
Héctor y Eugenio le sugirieron conocer al musicólogo Carlos Lavín Acevedo en su oficina del Instituto de Investigaciones Musicales de la Universidad de Chile. Casi al instante comenzó una amistad, confidencia: "La conversación surgió fluida, con un interrogatorio extenso de don Carlos Lavín sobre temática etnológica y musical. Después vino un monólogo suyo sobre diversos aspectos de mi viaje, de los suyos y de su música".
Recorrieron juntos a caballo la Quebrada de Macul (Peñalolén), el Estero El Arrayán (Lo Barnechea), Melipilla y Talagante buscando muestras arqueológicas.
El musicólogo lo invitó a las sesiones de la Asociación Folklórica Chilena en el auditorio del Museo Histórico Nacional (MHN), expresa: "Yo acompañé a don Carlos a calle Moneda nº610, porque me parecían interesantes las temáticas de folclor y cultura popular chilena que conversaban. Allí conocí a Ricardo Donoso, Leopoldo Pizarro, María Bichon, Hernán Díaz Arrieta (Alone), Raúl Silva Castro, Emilia Garnham, Evaristo Molina Herrera, Francisco Rubí, Agustín Cannobio, entre otros. Oreste Plath era quien lideraba el proceso y me dijo: usted es miembro de la Asociación, me tenía incluido. Las reuniones duraban en promedio noventa minutos dependiendo de la temática, música y comida, se llenaba con gente de todas las clases sociales".
Participó como miembro activo en las Semanas del Folklore Chileno.
Sus visitas al MHN se intensificaron por su primer libro "Costumbres religiosas de Chiloé y su raigambre hispana" (1956), con prólogo de Carlos Lavín. Publicado por el Centro de Estudios Antropológicos de la Universidad de Chile, donde don Isidoro era ayudante ad-honorem.
Se trasladó a España para continuar becado para estudiar el doctorado en Filosofía y Letras, con mención en Historia de América en la Universidad Complutense de Madrid (1956-1959).
Señala: "Supe del ocaso de la Asociación Folklórica Chilena en Madrid, de voz y letra de don Carlos Lavín, y las posteriores acciones de don Carlos Larraín de Castro, que asumió la dirección del MHN (1963). Me hice parte de la reconstitución desde el 29 de enero de 2021 junto a la maestra Karen Plath Müller Turina, el profesor Gabriel Salazar, la contralto Carmen Luisa Letelier, el cuequero Rodrigo Miranda, por sobre todo por Yvaín Eltit, entre otros; para continuar con el legado de nuestros miembros fundadores de 1943, gesta liderada por Oreste. Como miembro antes y consejero hoy, soy parte de este proyecto que cumplió ochenta años, el que esta juventud rearmó y empuja. Muy diferente a otras sociedades que han perdido la memoria histórica y patrimonial por nuestro pasado, olvidando a estos grandes próceres".
Más información: www.memoriachilena.cl/602/w3-article-647037.html