N.E. / EFE
La mitad de la población mundial considera actualmente que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres y un 40% considera que ellos son superiores a ellas como ejecutivos en el área de los negocios.
Ello fue dado a conocer por el nuevo Índice de Normas Sociales y de Género (GSNI, por su sigla en inglés) del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que fue publicado ayer y que evidencia que en la última década han sido pocos los avances en materia de erradicación de los prejuicios contra la mujer.
De hecho, el informe destaca que nueve de cada 10 personas tiene algún prejuicio contra las mujeres e incluso que una de cada cuatro cree justificable que un hombre golpee a su esposa.
Hasta en los lugares con mayores niveles de educación, ellas siguen ganando en promedio un 39% menos de dinero que los hombres.
Los datos recogidos por el PNUD comprenden respuestas de habitantes de 80 países que representan el 85% de la población mundial y que fueron consultados entre 2017 y 2022.
Un claro estancamiento
Según el PNUD, las encuestas más recientes apuntan a que el progreso en los últimos años ha sido muy escaso a pesar de los importantes movimientos en favor de los derechos de las mujeres que se han producido, como el MeToo y otros similares.
Si los datos se comparan con los recopilados entre 2010 y 2014, algo que puede hacerse únicamente con cifras de 38 países, también se ve un claro estancamiento.
Por ejemplo, el porcentaje de personas que tienen algún prejuicio contra la mujer mejoró muy levemente: pasó del 86,9% entonces al 84,6% ahora.
Esa falta de progreso, sin embargo, tiene algunas excepciones, con países donde ha crecido bastante el número de quienes no parecen tener prejuicios de género.
Es el caso de Alemania, donde el porcentaje de encuestados con al menos un prejuicio pasó del 56% al 37% en la última década, mientras que en Japón pasó del 72% al 59% y en Uruguay cayó del 77% al 61%.
En otros casos, sin embargo, hubo retrocesos: en Rusia pasó del 87% al 91%, en Corea del Sur del 85% al 90% y en Chile del 74% al 80%, por ejemplo. Mientras, en muchos otros la percepción de la mujer apenas cambió en ese período.
El PNUD argumenta que los Gobiernos tienen un rol clave en el cambio de las normas sociales y apunta a que, por ejemplo, las normas sobre permisos parentales han cambiado la percepción en muchos lugares sobre la responsabilidad de los cuidados familiares o las reformas laborales han modificado creencias sobre ellas y el trabajo.
Contra el desarrollo
Los autores del informe aseguran que estos persistentes prejuicios explican el avance reciente de movimientos contrarios a la igualdad de género y, en algunos países, el alza de las violaciones de los derechos humanos.
El PNUD recalca además que sin avances en los derechos de la mujer, es imposible que la humanidad avance de verdad en cuestiones de desarrollo, justo en un momento en el que están bajando muchos indicadores en este ámbito.
"Las normas sociales que afectan a los derechos de las mujeres son también perjudiciales para la sociedad en general, lo que frena la expansión del desarrollo humano", dijo Pedro Conceição, director de la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD.