La mujer que se ha convertido en una voz autorizada de la Cámara de Comercio de San Antonio
Hace 11 años Alejandra Núñez Alejos es parte de la directiva de la organización gremial que defiende los intereses de los comerciantes establecidos de la comuna puerto. Esta oriunda del norte cuenta cómo se enamoró de la ciudad.
Hace 27 años llegó a San Antonio Alejandra Núñez Alejos junto a su esposo Jorge Siglic y su hijo mayor provenientes del norte de Chile. Sin pensarlo se encantó con la naturaleza, "el verde" de la vegetación que no había en su querida Calama, los lugares que conoció a lo largo de la provincia y con la gente de la comuna puerto, donde se hizo de grandes amigos que son parte de su vida hasta hoy.
Luego de trabajar en una empresa de telecomunicaciones y apoyar a su marido en un negocio propio, en 2012 se incorporó a la directiva de la Cámara de Comercio Detallista de San Antonio en el cargo de secretaria y encargada de las relaciones públicas de la organización gremial que lidera el empresario Rafael Letelier Sabaj.
Con el paso del tiempo, esta vecina del sector rural de San Juan, gracias a su profesionalismo y cercanía con los comerciantes y la comunidad, se ha destacado y hoy es un rostro reconocido dentro del gremio.
-¿Qué motivo te hizo radicarte con tu familia en San Antonio?
-Yo llegué a San Antonio el año 96 por el traslado de trabajo de mi marido que se desempeñaba en el ámbito financiero. Al final nos quedamos, nos gustó mucho San Antonio. Veníamos de Calama, somos nortinos pero ya nos consideramos sanantoninos de corazón, incluso mi hija menor nació en San Antonio. Independiente de que mi marido llegó trabajando en una financiera, yo trabajé en la empresa VTR durante ocho años y después de eso decidimos emprender nuestro propio negocio. Tuvimos un local "Sencillito" en avenida Pedro Montt, pero lamentablemente fuimos víctima de tres asaltos y decidimos cerrarlo por seguridad personal. Aquí hicimos nuestros lazos familiares con amistades de años y hemos seguido trabajando aquí por la comuna.
-¿Te costó acostumbrarte a San Antonio?
-La verdad, un poquito, pero me encantaba la lluvia, aunque me daba miedo salir cuando llovía harto, porque cuando llegamos llovía mucho. También me gustó ver el verde de la naturaleza, es otra hermosura comparada con el Norte que es desierto. Pero todos los lugares tienen sus bondades. Yo creo que hay que aprender a querer la ciudad en la que vives. Además, en San Antonio estamos a un paso de Santiago y Viña, todo es más cerca, entonces todo eso suma puntos a favor.
-¿Pensaste en algún momento en volver a Calama?
-No, porque echamos raíces acá y tomamos la decisión de quedarnos. Cada día tenemos más a San Antonio en el corazón. Vengo de una familia de comerciantes y mis padres también eran parte de la Cámara de Comercio de Calama, así es que estoy segura de que esto lo llevo en la sangre.
-¿Dejas tiempo para ti, para descansar?
-Sí, me gusta ir a vitrinear y ahora que vivimos en el campo en San Juan es algo totalmente diferente, tranquilo, es algo impagable y muy hermoso. En realidad, toda la provincia tiene su encanto. Hago una invitación a toda la comunidad a que aprendan a conocer y querer el lugar donde viven, porque tenemos una ciudad muy hermosa y hay que cuidarla y potenciar todo lo que tenemos.
Cámara de comercio
En los once años que Alejandra integra la Cámara de Comercio de San Antonio ha sido testigo de los diferentes momentos que han enfrentado sus representados. Ella reconoce que los últimos tres años han sido uno de los periodos más difíciles para los comerciantes.
-¿En qué consiste el trabajo que realiza la Cámara de Comercio?
-El principal objetivo es asesorar a los comerciantes en su trabajo porque nadie nació sabiendo. Se les acompaña, se les ayuda a postular a fondos para concretar proyectos a través de Sercotec y Corfo para que puedan ir innovando en sus negocios.
-Hace años los comerciantes sanantoninos eran muy unidos. ¿Eso se mantiene?
-Sí, claramente se mantiene. Hay veces en que por el tema delictual que estamos viviendo se ha restringido un poco, pero se mantiene la asociatividad entre los comerciantes. En San Antonio el comercio tiene todos los rubros.
-¿Qué cambios has visto en el comercio desde que llegaste a la comuna?
-Después del estallido social y de la pandemia ha ido cambiando porque muchos locales, especialmente del rubro gastronómicos, tuvieron que cerrar. Hay varios que quebraron porque el comercio establecido paga impuestos, arriendo, contrata gente y se vieron muy afectados por el tema de la pandemia especialmente. Hay algunos emprendedores que están partiendo y hay que apoyarlos para que vayan buscando herramientas y que cada día puedan mejorar sus locales comerciales.
-¿Crees que la situación actual es una de las más difíciles que le ha tocado enfrentar al comercio?
-Sí, porque tiene una competencia desleal con la venta ilegal de los ambulantes que están por todas partes y lamentablemente la autoridad no ha hecho nada por controlar este tema. Hay una ordenanza municipal que debería regularlo, pero no la hacen cumplir. Se podría motivar a esa gente a que se establezca. Hay que recordar que hay algunas galerías que partieron así. Recuerdo que cuando llegué en la esquina donde está el Banco Santander, había un sitio eriazo y después se colocó una feria que acogía a los pocos ambulantes que había en ese tiempo y que después se establecieron. Hay que darles el empujoncito, pero hay que ver la disponibilidad porque al no pagar impuestos ni arriendo la ganancia es completa para el bolsillo.
-Ahora el comercio está cerrando antes por razones de seguridad…
-Sí, se está haciendo un trabajo con las policías, pero el problema de seguridad no es solamente en San Antonio, sino que está desbordado en todo el país. La gente no quiere salir o sale poco, sobre todo en las noches. Si hablamos de los tres centros comerciales (San Antonio, Barrancas y Llolleo) el más perjudicado es San Antonio porque a las seis de la tarde el comercio muere. Independiente de que el mall esté cerrando a las ocho de la noche, la gente ya no anda a esa hora en el centro de San Antonio.
-La llegada de la pandemia también resintió mucho al comercio…
-Muchos locales gracias a que innovaron y fueron perseverantes siguen trabajando. Las botillerías no podían abrir en pandemia, pero pudieron ampliar su giro y colocar almacén, ofrecer el kilo de pan o arroz para satisfacer las necesidades básicas que tiene una casa. Entonces se pudieron mantener. Una fue la pandemia y después vino el desborde de la delincuencia que hemos tenido en San Antonio, y el crecimiento del comercio ilegal que hay en este momento tiene bien decaídos a los comerciantes. Sin embargo, hay que jugársela y dar el paso porque no podemos seguir viviendo así. La delincuencia no nos puede ganar. Tenemos a las policías que nos respaldan.
-¿Falta promover lugares tradicionales como el Mercado o la galería Rosales?
-Hay que promover San Antonio en sí, el turismo y el Litoral a nivel nacional e internacional. Nosotros somos "La puerta del Pacífico", llegan cruceros y tenemos una gran ventaja y un potencial, pero debemos ser perseverantes. No todo se consigue de la noche a la mañana. Poseemos el legado de Roberto Parra en San Antonio, la obra de la "Negra Ester", entonces tenemos que hacernos valer, que sepan que San Antonio está aquí, que es bonito y hay que potenciarlo y hermosearlo cada día más para que vengan turistas.
-¿Qué le dirías a quienes comentan que en San Antonio no hay donde ir?
-Acá en la provincia tenemos lugares lindos como el Parque Tricao (en el sector Las Brisas de Santo Domingo) que está a un paso de San Antonio, el Museo de Historia Natura e Histórico que es interesante y precioso, el Humedal del Río Maipo, la caleta de pesca con chinchorro de Tejas Verdes, el paseo Bellamar y ahora el paseo Costero del lado Norte que hace poco se inauguró. También está Acantalao en El Quisco y la Casa de Pablo Neruda en Isla Negra. Por otro lado, en San Antonio y las otras comunas de la provincia hay muy buenos restaurantes, que no tienen nada que enviarles a los de Santiago. Si quieres que tu ciudad surja tienes que invertir acá.
"Veníamos de Calama, somos nortinos, pero ya nos consideramos sanantoninos de corazón, incluso mi hija menor nació en San Antonio",
Alejandra Núñez
"Tuvimos un local Sencillito en avenida Pedro Montt, pero lamentablemente fuimos víctima de tres asaltos y decidimos cerrarlo por seguridad personal",
Alejandra Núñez