Patricia Iturbe Bravo

La profesora Carmen Pizarro Zúñiga lleva años trabajando con inteligencia artificial y nuevas tecnologías, tanto así que en 2020 se independizó y fundó Pedagogía Digital Chile (www.pedagogiadigital.cl), un emprendimiento de educación que tiene como propósito fomentar el uso de las nuevas tecnologías en el aula para motivar el proceso de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes de esta nueva era.

"Incorporar herramientas tecnológicas en la educación no es sinónimo de sentar a los alumnos frente al computador, tablet o celular sin buscar un objetivo concreto. La etapa infantil, sobre todo, es clave para el desarrollo del cerebro. Por ello la incorporación de nuevas tecnologías se debe hacer adaptando paulatinamente las capacidades de los niños", plantea esta profesora de educación media y madre de dos hijos, de 10 y 11 años, que estudian en el colegio Sagrada Familia de San Antonio.

"Lo que queremos lograr es abrir la mente y el pensamiento computacional. Un niño puede aprender lo que quiera. El profesor puede poner a disposición de su clase una tablet o un celular y convertirlo en toda una motivación para los niños", manifiesta.

La profesional, que se radicó en la comuna de San Antonio hace cinco años, asegura que las implicancias de esas tecnologías en la vida cotidiana de la población infanto juvenil son integrales: "impactan su educación, salud física y mental, entretenimiento, desarrollo sociocultural, vida política, entre otros aspectos".

En pedagogíadigial.cl crean propuestas pedagógicas usando herramientas digitales que impactan a todo tipo de personas, haciéndolas partícipes de su propio aprendizaje. "Contamos con una metodología propia llamada Maecc (motiva, activa, emociona, capacita y conecta) con el fin de desarrollar habilidades identificando cada perfil neuro didáctico, y guiamos a los equipos docentes, utilizando nuestras herramientas digitales para atender los requerimientos específicos de cada institución educativa", explica.

En julio de 2020 formalizó su empresa y comenzó a buscar alianzas.

"La primera alianza fue con unos uruguayos que tenían una herramienta para ciencias. Era una aplicación móvil que se podía trabajar con o sin conexión a internet, sobre todo en escuelas rurales. Después hice una alianza en Perú y Colombia, donde potenciamos el tema de la gestión administrativa de las escuelas, es decir que todos pudieran hacer todo desde la plataforma. Empecé sola y ahora somos un equipo de doce personas", afirma orgullosa.

-¿Cómo se relacionan con los colegios para conocer sus necesidades?

-Hacemos un diagnóstico en conjunto con los profesores para ver en qué están fallando, dónde están los vacíos, qué podemos aportar nosotros y con esa información desarrollamos planificaciones personalizadas. La idea es que el profesor sienta que la metodología está ahí. Trabajamos directamente con los colegios, pero tenemos algunas herramientas que pueden comprar los papás.

Agrega que "nos interesa vender material concreto, una plataforma cargada de datos. Hacer trabajo en terreno y que la dinámica o metodología quede instalada. Ha costado acá en la provincia, falta un profesor visionario y enérgico que sepa lo que se puede hacer para que los niños aprendan de verdad. Mientras los establecimientos educacionales no se decidan a destinar los recursos en esto, seguiremos promocionando nuestros programas porque sabemos que eso es lo que se debería usar en educación, estamos atrasadísimos en comparación a otros países en el uso de tecnologías".

-¿En qué ayudan a los niños tus programas y herramientas?

-Específicamente creo que el beneficio parte desde que nosotros nos preocupamos de identificar el perfil neuro didáctico del niño, para saber cómo aprende y recomendar material personalizado. Somos un motor de recomendación y de apoyo de herramientas digitales, nosotros recomendamos algunas que ya existen para los establecimientos. Capacitamos y entregamos una propuesta pedagógica. Además, ayudamos con un taller extracurricular para que los niños desarrollen otras habilidades.

-¿La brecha es muy alta entre los colegios particulares y municipales, y entre los rurales y urbanos?

-Absolutamente. Actualmente, las tecnologías de la información no están en el foco potencial de la educación en Chile. Hay resistencia y mala recepción con relación a este tema. Hay que hacer reaccionar a los colegios y entender que la tecnología debe ser un medio, no un fin. Ellos lo ven como finalidad y esto sigue avanzando. Les cuesta escuchar y ser asesorados. Les cuesta ver que alguien puede apoyarlos en su labor y en planificar su gasto en el plan de mejoramiento educativo.

"Incorporar herramientas tecnológicas en la educación no es sinónimo de sentar a los alumnos frente al computador, tablet o celular sin buscar un objetivo concreto",

Carmen Pizarro,, profesora