Unas 600 familias de las tomas de Camino Viejo llevan 11 días sin energía eléctrica
Un transformador que abastecía al sector se quemó y dejó sin luz a los pobladores que están desesperados.
Una compleja situación atraviesan alrededor de 600 familias de los campamentos Villa Nuevo Futuro y Camino a la Esperanza, ubicados en el límite entre las comunas de San Antonio y Cartagena por Camino Viejo, debido a un prolongado corte de energía eléctrica que se mantenía hasta el cierre de esta edición cumpliendo ya once días desde que se interrumpió el suministro.
El problema se originó en la falla de un transformador que abastecía de electricidad a todo este sector y que sufrió un desperfecto que no ha sido reparado.
José Briso Peña, presidente de la coordinadora de campamentos Quintacosta, dijo a nuestro diario que en el sector "las comunidades que agrupan a unas 600 familias ya cumplimos once días sin energía eléctrica, no tenemos luz en nuestras casas y recurrimos a distintas instancias en Valparaíso y en Santiago, hemos hablado con Chilquinta, ayer le fuimos a entregar una carta a La Moneda al Presidente porque hemos tratado de conversar con todos para que nos ayuden para que los puedan dar la luz porque se quemó el transformador que está al frente en la calle, no al interior de ningún sitio".
Según el dirigente, les respondieron que "no nos pueden ayudar porque estamos demandados y nosotros estamos demandados, con orden de desalojo; pero el transformador que se quemó está en un espacio público y la municipalidad podría mandar y arreglar el transformador. No estamos pidiendo que nos instalen el transformador adentro de las casas y que cometan una falta por el fallo que salió y que dice que nos tienen que desalojar de aquí a noviembre".
A nombre de sus vecinos, José Briso argumentó que "lo único que estamos pidiendo es que nos den la luz para poder estar un poco mejor. Aquí falleció una persona de frío, los niños han faltado al colegio porque no se les seca la ropa y a mucha gente se le echó a perder toda la comida que tenían guardada, tenemos adultos mayores a los que se les está echando a perder la insulina porque no pueden conservarla".