Vecinos sufren con veredas a medio terminar en pleno centro de Barrancas
En la calle Copiapó destruyeron las veredas para hacer nuevos senderos, pero la empresa se fue y las obras quedaron abandonadas.
Todo era alegría a fines de 2022 para los vecinos de la calle Copiapó de Barrancas, entre República y Lautaro, cuando se instalaron las faenas de la empresa que construiría las veredas a ambos lados de la calzada, causando un impacto positivo en los habitantes de este céntrico sector, alejado de la modernidad por puro olvido o desdén.
Pero poco duró la alegría porque el proyecto, financiado por el Gobierno Regional con un monto del orden de los 60 millones de pesos, que debía estar finalizado el 31 de enero pasado, quedó abandonado, con veredas a medio hacer, excavaciones imposibles en el frontis de las casas y faenas inconclusas que se han convertido en un constante dolor de cabeza.
El vecino Omar Vásquez lo explica bien cuando cuenta que "si bien en este lado (vereda sur de la calzada de Copiapó) no teníamos vereda, por lo menos el terreno estaba parejo, pero la constructora metió máquinas y desestabilizó todo. Yo, menos mal que no tengo auto, pero con la tierra que sacaron en cualquier momento se me cae el portón y aquí donde los vecinos es peor porque ellos tienen entrada de auto y mire (muestra el deterioro del pavimento de la casa) como está la entrada, a ellos se les va a caer el portón".
Y en la casa que este vecino indica, marcada con el número 255 de la calle Copiapó, Karina Flores reclama que "todo ha sido un desastre porque en este lado, aunque no teníamos veredas, por lo menos teníamos el terreno parejo. Ahora si usted se fija al frente, sacaron todo y llegaron hasta la mitad y de aquí para arriba (entre República y Llanquihue) la gente simplemente quedó atrapada en su casa por meses, si a simple vista se ve el trabajo a medio hacer y el daño que causaron".
Y justo en este tramo, en el 475 de la calle Copiapó, vive la dirigenta vecinal Susana Poblete, quien desde el principio ha estado al tanto del proyecto, de su abandono y de la deserción que tanto perjuicio ha causado a los vecinos.
"Nosotros postulamos un proyecto en el año 2021 y salimos aprobados para empezar las obras el día 2 de diciembre de 2022 para terminar a fines de enero y pasó que junto con el inicio de los trabajos empezaron los problemas porque los trabajadores de repente picaban allá arriba, no terminaban las veredas y después se venían por acá abajo, era todo un lío", dijo Susana Poblete a nombre de sus vecinos.
Rubén Morales, habitante de la misma calle, fue un poco más lejos y relató que "a fines de abril, cuando se supo que la empresa no tenía solvencia para seguir con los trabajos, uno de los contratistas vino y se pagó con la camioneta y los rodillos que guardábamos en la casa. A él no le habían pagado, pero la empresa nos había pedido permiso para guardar sus equipos en nuestra casa y vino este contratista y se los llevó, en parte de pago, porque le estaban debiendo mucha plata".
Apoyando a su vecino, Omar Vásquez relató que "fue penoso ver a algunos maestros que llegaron a sacar los fierros que usaban de medidas para llevárselos y hacer con eso algo de plata porque la empresa les dejó de pagar".
Respuesta Municipal
Sabidos los antecedentes aportados por los vecinos, nuestro equipo de prensa tomó contacto con la Municipalidad de San Antonio que, a través de alcalde subrogante y también director de Secpla subrogante, Cristhian Guerra, informó que actualmente se encuentran "realizando en detalle la liquidación de la obra y llegamos a un resumen en que el monto cancelado al contratista más las multas por atraso nos da un saldo real para seguir con la ejecución de la obra de 57 millones de pesos y fracción. Con todos estos trámites administrativos ya ejecutados hoy día nosotros estamos analizando a quién readjudicar la obra para darle continuidad y poder terminar, según corresponden las especificaciones técnicas y administrativas; ese es el proceso en el que estamos".
Todo esto mientras hay vecinos "atrapados" en sus propias casas y las veredas a medio terminar en calle Copiapó demuestran, una vez más, que lo que se puede hacer mal, se puede hacer muy, pero muy mal.
"Todo ha sido un desastre porque en este lado, aunque no teníamos veredas, por lo menos teníamos el terreno parejo",
Karina Flores,, vecina de calle Copiapó
31 de enero era el plazo para el final de las obras que a la fecha siguen sin terminar.