"A lo mejor si me hubiese acordado que el Festival era así, no me atrevía"
A casi seis meses de triunfar en la Quinta Vergara, donde fue invitado en reemplazo de Yerko Puchento con una fama incipiente, el comediante cuenta que está por internacionalizar su carrera.
Carolina Collins
Un seguidor hizo el cálculo por él: con 1 millón 200 mil personas que lo siguen sólo en Instagram, Diego Urrutia podría llenar 64 veces el Estadio Germán Becker de Temuco, su ciudad natal. El número se duplica si se suman sus seguidores en Tik Tok, donde tiene igual cantidad de adeptos.
Antes de triunfar en el Festival de Viña del Mar siendo casi un desconocido, el comediante que reemplazó en ese escenario a Yerko Puchento tenía 345 mil seguidores en Instagram, cifra que sumó casi un millón en seis meses.
"Lo veo como un agradecimiento de la gente", dice Urrutia. "No he visto a otro comediante que esté con ambas plataformas en un millón dos. Me sorprende y se lo agradezco a la gente", agrega sobre este nuevo logro, que celebró con un video junto a Don Francisco y Pancho Saavedra, en el que aprovechó de dar visibilidad a la fundación OPA, que promueve la salud mental entre jóvenes.
Cuenta Diego que lo llamaron y como la OPA nació de la Universidad de La Frontera, donde él estudió periodismo, y tenía proyectos en el Liceo Camilo Henríquez, del que él egresó, aceptó sin dudar compartir en sus redes lo que hace la fundación. "La adolescencia creo que es el período más difícil respecto a la salud mental, uno tiene un montón de depresión, de ansiedad, trancas. Entonces por eso decidí darle visibilidad a la fundación", explica.
Y cuenta que él mismo hace un año decidió tomar terapia sicológica, de la que ha sacado algunas herramientas que le han ayudado a enfrentar el momento abrumador que implica hacerse conocido en una noche. "En el día a día siempre trato como de no estresarme, de poder ser lo más feliz posible sin dejar mis responsabilidades de lado", detalla. "A pesar de que yo soy súper tímido, y me cuesta de repente decir las cosas como son, con el tiempo fui aprendiendo que hay cosas que de repente a uno le incomodan y hay que decirlas, no hay que quedarse callado o aguantarlas, hay que decirlas de buena manera", añade.
De esa forma, por ejemplo, decidió rechazar la invitación de TVN al Festival de Olmué 2024, priorizando su agenda actual, que incluye su debut internacional en Colombia y Miami.
-¿Cómo cambió tu vida Viña?
-Un montón. Antes iba solo a los bares para 60 o 100 personas, y ahora tenemos un equipo de siete personas con las que viajamos por distintas partes de Chile, vamos a teatros, casinos; la cosa es distinta. El Festival de Viña como que te consagra, si te va bien sobre todo. Y mi vida personal igual ha cambiado, como que cuesta ir a lugares muy concurridos, uno trata de estar más resguardado. Uno es mucho más cuidadoso con las cosas que dice, en las historias de Instagram o en cualquier parte, porque puede salir una nota sacada de contexto o algo así. Eso ha sido un poquito difícil.
-¿Cuál es la talla de esa rutina que más te comentan?
-La talla más típica es la de la TENS. "Oye yo también soy TENS", "yo no soy TENS soy inTENSa". Y yo sonrío no más. Y lo otro es que se me acercan las señoras y me dan consejos como de mamá. Como "mijito cuide su platita", "mijito no caiga en la droga", yo les digo "muy tarde, señora".
-¿Y cómo te tomas eso?
-Me encanta, me gusta porque lo hacen con mucho cariño, aparte son consejos buenos.
Aunque reconoce que fue una decisión difícil aceptar la invitación a última hora para reemplazar a Daniel Alcaíno, que decidió no ir a Viña como Yerko Puchento tras el cambio de cartel, casi seis meses después Diego Urrutia asegura que "no podría haber tomado otra decisión".
"Igual se me había olvidado cómo era el Festival de Viña, con la pandemia y todo se me había olvidado lo importante que es y ahora me acordé, que están toda una semana todos los medios hablando del tema, hacen especiales en las noticias, programas especiales. Es heavy y se me había olvidado que era así de heavy y por eso dije que sí".
"Mi vida personal igual ha cambiado, cuesta ir a lugares muy concurridos".