Condenan a anciano que violó a mujer con grave incapacidad intelectual
En el juicio en contra del imputado de 68 años se estableció que atacó sexualmente a la joven aprovechándose de su situación de discapacidad síquica y una parálisis.
Con las palabras que conoce y pese a sus limitaciones por la incapacidad intelectual que presenta, una mujer adulta, que fue víctima de un ataque sexual, pudo testificar frente a los jueces del Tribunal Oral en lo Penal de San Antonio y relatar cómo un anciano la violó.
La semana recién pasada se llevó a cabo un juicio en contra de un hombre de 68 años que violentó sexualmente a la joven aprovechándose de su situación de discapacidad síquica y una parálisis que padece, instancia en que fue encontrado culpable y sentenciado a una pena de cárcel efectiva tras las rejas.
"no lo perdono"
En el desarrollo del juicio, que llevó adelante la fiscal de Delitos Sexuales, Javiera Torres, se entregaron también los testimonios de familiares de la afectada, a quien se refieren como "niña" debido a su incapacidad intelectual que la lleva a actuar como tal.
La madre de esta, manifestó que el hecho ocurrió en 2016, cuando conoció al imputado, que por orden del tribunal solo puede ser identificado con sus iniciales R.M.E.M. Entonces, dijo, el sujeto vivía en un contenedor en el sector de Tejas Verdes y le pidió que le vendiera almuerzo, lo que aceptó.
Con el pasar del tiempo, narró la mamá, se hicieron amigos y cuando ella no podía llevarle la colación, lo hacía su hija, situación de la que se valió R.M.E.M. para atacarla.
"Yo lo consideraba un amigo (…). El daño que él me hizo a mí y a mi hija no se lo voy a perdonar nunca. A mi hija me la jodió sicológicamente, ella quedó muy mal, le tengo que sacar hora sicológica porque anda con miedo, piensa que lo puede ver en la calle, está muy mal hasta el día de hoy", manifestó en el juicio la madre de la afectada.
Condena
Contando con los testimonios y las diligencias efectuadas por la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales (Brisex) que dio a conocer la fiscal Torres, los jueces decidieron que existían pruebas suficientes para determinar que el imputado es culpable de los cargos en su contra.
"Se ha adquirido convicción más allá de toda duda razonable respecto de los siguientes hechos: que en fecha indeterminada entre marzo y abril de 2016 en el lugar de un contenedor ubicado en (…) Tejas Verdes de San Antonio, R.M.E.M, abusando de la incapacidad mental de la víctima, consistente en una discapacidad síquica o mental del 50% y una parálisis en el cuarto craneal del 50%, en un sillón externo del lugar le realizó tocaciones (en sus zonas íntimas) para también (accederla carnalmente)", leyó la jueza redactora del veredicto Paola Rojas.
Para llegar a esta decisión condenatoria, se aportó en el fallo que "los hechos fueron acreditados con la prueba de cargo, siendo especialmente revelador lo testado por la víctima (…), quien pese a tener dificultades intelectuales, logró explicar de manera clara y detallada la interacción sexual sostenida por el encartado (acusado), otorgándole a las fotografías que le fueron exhibidas un correlato".
Así, los jueces determinaron que "con la unión lógica y sistemática de los hechos consignados permiten al tribunal calificarlos como constitutivos de un delito consumado de violación (…) en que le cabe participación al encartado en calidad de autor ejecutor, toda vez que quedó demostrado que este realizó la conducta de forma directa".
Relato falso
En el fallo se desestimaron las alegaciones de la defensa, que indicaban que debido a una supuesta relación amorosa entre la madre de la víctima y el acusado, la mujer habría obligado a su hija a decir que fue violada. También manifestaban que existían incongruencias en los relatados de la "niña".
"Las imprecisiones no resultaron determinantes, puesto que no afectaron la congruencia de la prueba, las que se pueden dar por explicadas en atención de la condición de la víctima y el tiempo transcurrido desde la fecha de ocurrencia del ilícito (…). Tampoco se advirtió animadversión (en el relato), ni se acreditó la teoría de la defensa sobre que (fuera) una verdad o imputaciones en falso (la relación de la madre e imputado)", dice en el fallo.
En la audiencia de sentencia, que se realizó el fin de semana pasado y en la que estuvo presente Diario El Líder, la jueza Rojas le comunicó al adulto mayor que deberá cumplir una pena de 4 años de presidio. "Por lo dispuesto (…) en la ley, la pena corporal impuesta debe ser cumplida de manera real y efectiva en internación en dependencias de Gendarmería de Chile".
El acusado se mantenía en libertad hasta la lectura de sentencia y deberá ingresar a la cárcel cuando el fallo esté ejecutoriado, que es dentro de 10 días.
En la clausura del juicio oral, la fiscal Javiera Torres subrayó que "el relato de ella (víctima) ha sido sostenido durante todo este tiempo, del año 2016 (cuando ocurre) al 2023. La perito (…) por la hipótesis que se planteó (la defensa) sobre la incorporación de contenido a través de fuentes externas, lo descartó, porque las verbalizaciones que hizo la víctima son de su lenguaje propio y particular que vienen a raíz de su capacidad, con elementos objetivos vivenciales".
"Yo lo consideraba un amigo (al imputado). El daño que él me hizo a mí y a mi hija no se lo voy a perdonar nunca. A mi hija me la jodió sicológicamente, ella quedó muy mal, le tengo que sacar hora sicológica porque anda con miedo",
madre de la víctima.