Darle un nueva vida a las pilchas es posible con estos consejos de teñido
Cambiar el color de una prenda de vestir puede extender su vida útil y, de paso, se colabora con el ecosistema.
Pamela Serey Á.
Reutilizar la ropa se volvió tendencia. Según Forbes, en el mundo, se compran aproximadamente 100 billones de prendas nuevas al año y el 85% termina en la basura. Sin embargo, upcycling, la moda que invita a transformar objetos usados, se instaló con diferentes modalidades. Una de ellas es teñir la ropa y así se extiende su vida útil.
"Lo recomiendo como una medida para que la ropa permanezca mucho más tiempo en el closet", sostiene Carolina Quiroz, académica de Diseño de Vestuario y Textil de la Universidad Andrés Bello.
Ofrecer una nueva oportunidad a las prendas de vestir, además, contribuye con el ahorro hídrico. Por ejemplo, para la confección de una prenda se utiliza la misma cantidad de agua que consume un ser humano entre 10 y 20 años. Es decir, una polera de algodón contiene cerca de 200 gramos de algodón y en su confección, para que pueda ser utilizada se gastaron 2.000 litros de agua, de acuerdo a los cálculos realizado por Water Footprint Network.
Eso sí, para cambiar de color una prenda hay que tomar ciertas precauciones. Primero, afirma, Pablo Ortiz, director del doctorado en Ciencias de Materiales Avanzados de la Universidad Mayor, hay que fijarse de qué material es. "No es que haya telas más fáciles de teñir que otras, en realidad depende de con qué (material) yo tiña la ropa. En el mundo de los colorantes se han fabricado una gran cantidad de sustancias para poder teñir los distintos tipos de telas que existen. Entonces, lo que se debe hacer es buscar el colorante que es más afín con la tela que yo tengo", dice.
Por lo mismo, el primer paso es "mirar la etiqueta que trae la prenda, pero la que está al costado, no donde sale la talla. Ahí dice de qué material está compuesta la prenda", explica Quiroz. Una vez identificada la tela, se debe lavar y secar la ropa antes de teñir. "No debe tener suciedad, porque si tú te tiñes con la prenda sucia, probablemente esa mancha quede", agrega.
Pero, ¿qué pasa si esa mancha es de cloro? "Una vez que le cae cloro, se produce es una reacción química con el colorante, que va perdiendo su capacidad de tener color. Lo que uno debería hacer es lavar la ropa, remover el cloro, secarla y teñirla de un color más oscuro", recomienda Ortiz, quien también es doctor en Química.
Luego, se pasa a la parte importante, la del teñido. Pero para esto sí o sí hay que usar una olla o recipiente que sólo sea destinado para este fin. "Si se va a hacer de manera artesanal, no se recomienda usar las mismas ollas en las que una cocina, porque no sabemos si el colorante puede ser tóxico", manifiesta Carolina Quiroz. Además, advierte que es importante el uso "de guantes y mascarilla, porque el producto es más fino que un grano de sal", por lo que podría ser inhalado durante el proceso.
Por su parte, Ortiz afirma que el calor en este caso no disminuye el tamaño de la ropa y marca una diferencia con la secadora, que también expone las prendas a altas temperaturas. "Las telas siempre guardan un poquito de humedad y cuando pasa por la secadora se modifica la mezcla, haciendo que se vaya compactando. (La reducción del tamaño de la ropa) habitualmente pasa en los procesos de deshidratación", explica.
Una vez terminada la transformación de la prenda a la que se logró extender su vida útil y que está lista para ser estrenada muchas veces más, se debe tener en cuenta una última recomendación. "Se debe lavar aparte de la demás ropa, por al menos tres veces más o hasta que deje de botar color", dice Quiroz. En el mercado hay productos que ayudan en la fijación del color, así este proceso se cierra más rápido y de paso, se contribuye con el reciclaje en la industria textil que, según la ONU, es la segunda más contaminante del mundo y nuestro país es el más consumidor de textil per cápita de Sudamérica y el primer importador de la región.
"Hay que mirar la etiqueta del costado, no donde sale la talla. Ahí dice el material del que se compone la prenda".
Carolina Quiroz, Diseño de Vestuario UNAB