Madre e hija llevan 41 años preparando las tradicionales "cabritas" en la plaza de Llolleo
María Alejandra Caroca y María Eliana Cuevas partieron en 1982 ofreciendo sus deliciosas "palomitas de maíz" que son la tentación de quienes circulan por el concurrido sector.
Cuando la señora María Eliana Cuevas (77) destapa la olla donde prepara sus "cabritas" sale un aroma tan tentador, que de inmediato se acercan varios estudiantes que iban pasando cerca de su carrito, en plena plaza de Llolleo. Los chiquillos se van felices con sus "pop corn" como le dicen los más refinados o "palomitas de maíz" como también son conocidas estas delicias que son más sabrosas calientitas. De inmediato, llega una mamá con su pequeño hijo por un paquete de este dulce alimento que esta sanantonina, junto a su hija María Alejandra Caroca, ofrece de la manera tradicional, sin ningún otro agregado, porque en realidad no lo necesitan.
María Alejandra recuerda que aprendió esta receta de su padre, quien fue el verdadero artífice del negocio familiar en la década del 80.
-¿A qué edad aprendió a preparar las cabritas?
-Primero empezaron mis papás, yo tenía entre 12 y 14 años, hace unos 40 años atrás. Mirando aprendí todo el sistema, observaba cómo lo hacían, porque me traían todos los días después de clases. También estábamos acá en la plaza.
-¿Cómo han sido para usted todos estos años de trabajo?
-Entretenido. A mí me gusta porque uno conoce harta gente y se entretiene. Dicen que el que viene a la plaza y no come cabritas es porque no vino a Llolleo. Eso es lo que me dice la gente.
-¿Siempre han tenido la misma ubicación?
-No, antes estábamos donde ahora está el quiosco donde venden flores, pero con la remodelación de la plaza nos pusieron a este lado. Cuando recién empezamos a trabajar acá no éramos más de ocho comerciantes, después comenzaron a llegar más. Venían algunos de Santiago por la temporada y cuando se terminaba el verano desaparecían.
-¿Qué recuerdos destacaría de este trabajo?
-Antes del terremoto del 2010 venía mucha gente del camping y conversaban con nosotros, nos contaban que les gustaba venir a la plaza porque era tranquila. Otro recuerdo es de cuando iba la gente a la playa de Llolleo, antes del 85 la plaza se llenaba, nos quedábamos hasta las dos de la mañana, era muy bonito.
-¿Cómo es trabajar con su mamá?
-Somos unidas, trabajamos a parejita las dos, todo bien y así nos acompañamos porque no la puedo dejar sola en la casa, mejor me la traigo y la tengo aquí conmigo. A ella le encanta estar en la plaza, aquí se mantiene bien y activa, en cambio en la casa se aburre.
-¿Sabe si su papá aprendió este oficio de otro familiar?
-No, no es una tradición de familia. No sé de dónde se le ocurrió la idea a mi papá, pero dijo voy a hacer un carro, sacó los permisos y lo hizo.
-¿Alguien más se interesó por seguir sus pasos con el negocio?
-Mi papá, yo y no sé si después mi hijo seguirá, pero es chico todavía tiene 14 años. Me gustaría que él siguiera con la tradición para que no se pierda, pero nadie sabe hasta cuándo pueda durar esto.
-¿Cómo fue la pandemia para ustedes?
-¡Terrible! Porque fue un buen tiempo que no podíamos venir a trabajar. Tuvimos que usar los ahorros que habíamos juntado del verano con el evento de las Cuerdas del Corazón. A veces nos aburríamos en la casa y nos poníamos a hacer manualidades. Entonces por un lado fue un descanso, pero no llegaban recursos, fue complicado, pero volvimos y aquí estamos.
-¿En qué horario están acá?
-De tres a ocho de la tarde y cuando hay eventos todo el día, nos quedamos todo el día porque viene mucha gente. Somos varios comerciantes en la plaza, pero todos venden, no hay problemas con los demás, todo lo contrario, si uno necesita algo lo ayudan porque nos conocemos entre todos. Antes cuando yo era niña iba al colegio y después me venía porque en esos años el trabajo era de cuatro de la tarde hasta la una en la noche porque la gente salía más tarde. Ahora a las ocho de la tarde no anda nadie en la plaza.
-¿Tienen alguna anécdota que hayan vivido en la plaza?
-El terremoto del 85 los pasamos en la plaza trabajando. Estábamos acá los tres con mi papá cuando de repente empezó un movimiento, para mí que era niña, tenía 12 ó 14 años era algo novedoso. Nos quedamos hasta que pasó. Se cayó una casa de dos pisos que estaba donde hubo un supermercado Egas. En el Providencia también había una casa que se cayó y después en la noche pasó mi familia a buscarnos y nos fuimos a la casa de un tío que vivía en Las Lomas. Ahí pasamos toda la noche y al otro día volvimos a la casa donde vivíamos en la población Juan Aspeé.
-¿Cómo enfrentan el frío o el viento en invierno?
-Ya estamos acostumbradas después de tanto tiempo, pero como estamos en movimiento se nos pasa el frío. Nos resfriamos a veces como todos, pero nada grave. Cuando va a llover no venimos y si ya hemos llegado nos vamos rapidito.
-¿A quienes les gusta más las cabritas, a los niños o a los adultos?
-A todos en general, yo creo que las cabritas las consume todo tipo de público. Nos han dicho 'sus cabritas tienen algo especial que les ponen porque son las más ricas' y 'son adictivas', yo les digo que les ponemos harto cariño, porque los ingredientes son los normales que se usan.
-¿Ustedes se dan algún tiempo para descansar en el año?
-Sí, en marzo nos tomamos una semana y vamos a la piscina con la familia a recargar pilas porque es pesado el verano, se trabaja más todos los días porque llega harta gente.
-Ahora que todo ha subido, ¿cómo están los precios?
-Mantenemos siempre los mismos precios ($300, $600 y $1.000). No sacamos nada con subirlos si después nadie me va a comprar. Además, tengo paquetes chicos también porque sabemos la situación de la gente. A veces anda una mamá con muchos niños, entonces comprar uno grande es mucho para ellos.
Personaje tipico 2014
La señora María Eliana Cuevas fue elegida Personaje Típico o Pintoresco por la Municipalidad de San Antonio en el año 2014, en el marco del aniversario 120 de la fundación de la comuna puerto. La distinción la recibió de manos del exalcalde Omar Vera y el fallecido concejal José Martínez, quien la propuso para homenajearla por su larga trayectoria.
-Señora María Eliana ¿cómo fue para usted que la Municipalidad la haya elegido Personaje Pintoresco en 2014?
-Estaba emocionada, cuando estaba arriba en el escenario no podía ni hablar, nunca me había pasado algo así. Yo nunca me imaginé que podrían premiarme por ser como una tradición de la plaza de Llolleo. Cuando vinieron a decirnos que me habían seleccionado nos emocionamos, fue algo bonito que no nos esperábamos.
-¿Qué hace cuando tiene tiempo libre?
-Me entretiene tejer. Hago cuellos como este (lo tiene puesto), mitones y cositas de lana. Ella (su hija) hace flores con cintas.
-¿Qué es lo que más le gusta de estar en la plaza?
-Me gusta la plaza porque siempre hay gente, aunque a veces se nos amontonan aquí, entonces uno no alcanza a hacer una olla porque están pendientes de lo que uno hace.
Ya son pasadas las 18 horas y un músico toca una trompeta a pocos metros. Se mezclan las risas de los escolares que conversan parados junto a un árbol, con el vapor y el aroma de una nueva porción de cabritas que sacan las dos Marías en su carrito, su fiel compañero de toda una vida.
"Dicen que el que viene a la plaza y no come cabritas es porque no vino a Llolleo. Eso es lo que me dice la gente",
María Alejandra Caroca
"Estaba emocionada, cuando estaba arriba en el escenario no podía ni hablar, nunca me había pasado algo así. Yo nunca me imaginé que podrían premiarme por ser como una tradición de la plaza de Llolleo",
María Elena Cuevas