Desde la inocencia de la niñez
Mi testimonio es de los sentimientos trágicos de la vida y cómo el vivir es un remolino, que nos lleva con los años, desde nuestra niñez a las antípodas de la vida adulta.
En mi caso, conocí en la niñez a Armando Fernández Larios, fuimos amigos, en mi pueblo de Llolleo. Lo conocí por su apodo de "Tutui", así lo llamaba afectuosamente su familia. En este balneario, tenían su casa de veraneo; residían al menos 4 meses del año permanente. Sus padres, eran de una familia muy católica, de misa de doce, en la iglesia Cristo Rey de Llolleo. Su padre fue coronel de la Fach, ya estaba retirado cuando permanecía en el pueblo; su mamá concurría a misa, con velo sobre su cabello, expresión de estricta fe católica. En los años 60, siendo ambos niños, jugábamos en la calle. Tuvimos una estrecha amistad, aun teniendo diferencias sociales del caso. En mi niñez vendía diarios para ayudar en la pobreza de mis padres y hermanos, en la vereda cerca de su casa. A "Tutui", en las mañanas le gustaba ir a leer las revistas "de monitos" infantiles. Cuando yo salía a vociferar los diarios por los alrededores o a atender a los compradores de diarios, que pasaban en los automóviles. para el efecto, lo dejaba a cargo del mesón de diarios.
En una ocasión, por ir a atender a un automovilista, lo hice corriendo, me resbalé en las baldosas, quedando aturdido. "Tutui" me vio y me prestó ayuda. Recuerdo que permanecí mareado, voluntariamente me tomó y llevó a casa de mis padres. Dado que vivíamos en una modesta y precaria casa de techo de fonolas, no discriminó en entrar y dejarme junto a mi mamá.
En su adolescencia casualmente lo volví a ver, cuando fue a ver a sus padres, vistiendo el uniforme de cadete de la Escuela Militar, en compostura recta, con sus manos de guante blanco, una de ella apoyada en el espadachín, colgado a la correa al cinto. A esa altura, se marcó la diferencia social entre ambos. Después no supe más de su vida, hasta leer el libro "Los Zarpazos del Puma", de la hoy fallecida periodista Patricia Verdugo.
Como nota al margen, el teniente coronel Hagg, a cargo del Regimiento de Copiapó, donde se desarrollaron los criminales actos que terminaron con la vida de nuestro compañero Winston Cabello. Fue profesor de Inglés, en el Instituto Comercial, en su grado de mayor, después de regresar de la Escuela de Las Américas, del Canal de Panamá. Fui alumno de su curso de Inglés, lo recuerdo con su postura de estirpe germano, muy pulcro y de pocas palabras.
Una de las víctimas que fue ultimada muy cruelmente por Fernández Larios, que se relata en el Libro "Los Zarpazos del Puma", de Patricia Verdugo, fue Winston Cabello, que fue residente del mismo Hogar Universitario, en que estuve, perteneciente a la Escuela de Economía de la Universidad de Chile.
Jorge Moreno Álvarez
Ingeniero comercial