A 50 años del golpe: San Antonio sin diálogo y sin democracia
Estos días nos llaman a mirar qué le pasó a nuestra democracia hace medio siglo. Es reflexión y aprendizaje; es perdón, verdad, justicia y reparación. Es la fusión de experiencias desgarradoras y memoria histórica. Asimismo, es un llamado a volver a reforzar nuestros valores democráticos, basados en los derechos humanos, en el respeto entre quienes cohabitan Chile, la justicia social y las libertades personales.
Transcurridos ya 50 años de tan violento cisma y 34 desde que se ha vuelto a vivir en democracia, San Antonio vive días sombríos, como si se negara a caminar por la senda iniciada aquel histórico 11 de marzo de 1990. En menos de un mes, la máxima autoridad elegida por los ciudadanos de esta comuna, ha traicionado lo más básico de un sistema democrático, en un par de actos violentos, inaceptables, condenables y antidemocráticos, como fueron la suspensión unilateral de dos sesiones del concejo municipal. Lamentablemente, los sanantoninos vuelven a padecer de aquella que no queremos: la de ignorar deliberadamente lo que las bases necesitan, la de faltarle el respeto a los integrantes del concejo municipal y la de sumir a nuestra querida comuna en un lugar donde no es posible debatir sobre ideas para mejorar San Antonio. Este 11 de septiembre fue un día triste para nosotros, qué duda hay. Sin embargo, en San Antonio continúa siéndolo más aún, pues conmemoramos una fecha donde se atropelló al pueblo de Chile, con un municipio que pasó por encima de dos mujeres dirigentes de la empresa de jardines Phoenix, abandonándolas a su suerte, faltando a su palabra empeñada y dejando a dos jefas de hogar, que se jugaron el todo por el todo para garantizar la continuidad laboral, ante la nueva empresa adjudicataria del contrato en cuestión, sin trabajo.
Al parecer, el discurso municipal de protección de la mujer, que se repitió ad nauseam durante la pasada campaña electoral, fueron solo palabras vacías. Las dos suspensiones unilaterales del consejo, la censura de parte de funcionarios municipales hacia los vecinos y el quiebre del diálogo, nos hacen ver con incertidumbre el futuro, ¿qué más puede pasar?
Necesitamos retomar el diálogo, la tolerancia y el respeto entre todas y todos los que habitamos nuestro querido San Antonio para construir nuestro futuro entre todas y todos.
Atentamente,
Omar Vera Castro