Partió juicio por asesinato de repartidor de Ariztía: acusados negaron "intención de matar"
Los tres imputados como autores del robo con homicidio cometido en contra de Esteban Abarca Soto (51) arriesgan cadena perpetua.
Llegó el día. Ayer partió el juicio oral en contra de los tres imputados por el robo con homicidio cometido en contra de un repartidor de la empresa de carnes Ariztía, a quien asesinaron en Llolleo alto tras dispararle en un ojo, en julio de 2022.
Y en la primera jornada en la sala uno del Tribunal Oral en lo Penal (TOP) de San Antonio, los tres acusados prestaron declaración, negando que hayan tenido la "intención de matar" al conductor del camión Esteban David Abarca Soto (51), padre de dos hijas y quien dejó a una viuda.
Acusación
Antes que los acusados declararan, escucharon la acusación del Ministerio Público en su contra, donde se expusieron los hechos que el fiscal Francisco Martínez espera demostrar durante el juicio.
"El 6 de julio de 2022 aproximadamente a las 14.03 horas, los imputados (…) previamente concertados para cometer el delito de robo, llegaron hasta el sector de Llolleo alto de la comuna de San Antonio, trasladándose en el vehículo Citroën modelo C3 (…), posicionándose en el pasaje Las Águilas, descendiendo del vehículo en primer término el imputado M.A.P.G. (41), quien presta cobertura", leyó la jueza presidente, Daniela Santander.
"Tras dar aviso a los (demás) imputados, estos descienden del vehículo Citroën (…) para dirigirse a la intersección de calle Olegario Enríquez con pasaje Los Kiwis, donde se encontraba estacionado el camión repartidor de Ariztía, abordando al conductor Esteban Abarca Soto, la víctima, intentando sustraer (…) la recaudación producto de las ventas (de carne)", prosiguió la magistrada.
Agregó que "ante la resistencia del conductor, el imputado D.A.B.L. (24) utiliza un arma de fuego, con la cual le propina a la víctima un disparo en la cara, hiriéndolo en su ojo derecho, para luego darse a la fuga. A las 00.52 horas del 7 de julio de 2022 se constata la muerte de Esteban Abarca en el hospital (…) producto de la lesión (…). Como causa precisa y necesaria de muerte es un traumatismo encéfalo craneano severo, siendo la manera de la misma un homicidio con arma de fuego".
Por estos hechos la fiscalía solicita desde ya que los imputados sean condenados a cadena perpetua calificada como autores del delito consumado de robo con homicidio.
"Con la muerte de Esteban Abarca se provocó que la sociedad toda se vea afectada, pues ocurre en un sector residencial con dos colegios a escasas cuadras del lugar, a plena luz del día, causando conmoción, pues portaban armas de fuego que llevaban listas para ser utilizadas en caso de ser necesario, por eso que solicitamos la más alta pena respecto de los tres acusados", expresó ayer el fiscal Francisco Martínez.
Intención
Que no tuvieron la intención de quitarle la vida a Esteban Abarca Soto y que no estaba en el sitio del suceso. Así se defendieron ayer los imputados, que por orden del tribunal sólo pueden ser mencionados por sus iniciales: M.A.P.G. (41), el supuesto líder de la pandilla; D.A.B.L. (24), autor del disparo; y R.C.V.M. (23) sindicado como tercer miembro de la banda criminal.
El primero en declarar fue M.A.P.G., quien expresó que estuvo en el lugar el día de los hechos bien cubierto con una parka porque llovía mucho (el día del homicidio llovió sólo en la mañana) y que llegó ahí porque D.A.B.L. le dijo que le robaran al chofer del camión de Ariztía porque "manejaba en la guantera entre 700 y 800 gambas (pesos), me entró el bichito (tentación), era robarse la plata, no la otra cosa (asesinar), no iba a eso".
Aseguró que su única intervención en el ilícito fue ir a mirar si el camión estaba en Llolleo y que avisó que "estaba botado, porque no había nadie adentro. Yo solo tenía que ver que no hubiese nadie y los llamé (por teléfono a los coautores) y me fui".
En tanto, el sindicado como autor del disparo mortal expuso que tampoco quiso quitarle la vida al conductor. Entregó una versión de los hechos escueta en que intentó expresar que debido a un supuesto forcejeo salió el balazo.
"Voy a la altura del camión, abro la puerta (del chofer) que estaba abierta (sin seguro) y no había nadie. Ahí aparece Esteban (la víctima) por detrás y me dice 'qué estái haciendo ahí'. Me pega, forcejamos, quería reducirme para que me lleven preso, entonces saco la pistola y con la empuñadura le pego un cachazo en la cabeza y en eso sale el balazo que le da en el ojo, pero no era lo que yo quería", narró D.A.B.L.
Ante sus palabras, que mostraron incongruencias respecto de las pruebas sobre la dinámica de lo sucedido, el fiscal Martínez no le hizo preguntas.
D.A.B.L. expresó también que incluso "quería quedarme ahí para ayudarlo (a la víctima)", pese a que en las grabaciones se le ve corriendo rápidamente apenas ocurrió el atraco.
El último acusado, R.C.V.M., quien fue detenido en posesión del arma homicida, fue reiterativo en afirmar que el día del asesinato no estaba en San Antonio, sino que en la Región Metropolitana. "Es una investigación que está mal hecha, quiero que se sepa la verdad, yo estaba en La Granja ese 6 de julio y llegué a San Sebastián en la noche, cuando me enteré por D.A.B.L. de lo que pasó".
Sobre cómo llegó el arma a su poder, expresó que "me tenían amenazado unos traficantes (…) soy padre de tres hijos (…), estábamos en guerra con los traficantes (…), por eso me conseguí con D.A.B.L. el arma para protegerme, pero después de lo que pasó (el homicidio en Llolleo)".
Y acusó que el "tipo que se ve en el video (del día del atraco que mantiene la fiscalía) no soy yo, es un cuñado mío".
El fiscal Martínez buscará acreditar que los dichos de los imputados distarían de la realidad y que habría existido una preparación previa para el atraco, en que se pusieron de acuerdo para atacar a Esteban Abarca luego de conocer su recorrido con el camión con carne.
Además, el persecutor expresó que a través de GPS de los teléfonos de los imputados se les posicionó en el sitio del suceso el día del homicidio, entre otras pruebas que se revelarán a lo largo del juicio que se podría extender toda la próxima semana.