La Roja muestra su peor cara y pierde la chance de escalar con un pobre empate
Sin ideas, y maniatado por el sistema defensivo de Paraguay, todo se saldó con un frío 0-0 en Macul.
Nicolás Labra G.
En un partido trabado, como no se podía esperar otra cosa de la propuesta paraguaya, Chile desperdició la oportunidad de ganar terreno en la tabla tras el cierre de la quinta fecha de las Clasificatorias y mostró una de sus peores caras bajo el ciclo de Eduardo Berizzo, con un pobre empate 0-0 en el Monumental que dejó a todos con gusto a poco, debido a que la Roja jugó unos 45 minutos con un jugador más, pero no fue capaz de perforar el arco de Carlos Coronel, ahogado por la imprecisión en la definición y la falta de claridad para encontrar espacios.
Comenzó muy dominante Chile, con Alexis Sánchez movedizo y buscando los espacios como enganche gracias a la jugada propuesta de Eduardo Berizzo, con Víctor Dávila, Damián Pizarro y Ben Brereton en la ofensiva, un tridente inédito en las formaciones que el "Toto" ha propuesto con la Selección durante su ciclo.
Pero no por sumar más nombres arriba significa que la propuesta va a encontrar sinergias dentro de la cancha.
En el juego Paraguay asustó primero con un desborde en offside de Robert Rojas. Contraatacó Chile con la más clara al 19'. Paulo Díaz se exigió para recuperar un balón en la línea, centro Dávila y al centro apareció solo Brereton, con un cabezazo muy recto sobre el palo izquierdo.
Tras cartón los guaraníes tuvieron su oportunidad. Amarilla para Guillermo Maripán por una falta en la medialuna y Brayan Cortés estuvo preciso para tapar abajo el disparo de Matías Rojas, rebote que después perdió Gabriel Ávalos.
Se cerró el primer tiempo con la acción más violenta de la noche: un brutal planchazo de Rojas sobre el tobillo derecho de Gabriel Suazo. El juez Fernando Rapallini iba a mostrar solo amarilla, pero la revisión en el VAR le aclaró que debía ser roja, justicia para el apodo de "Sicario" del guaraní.
Movió el banco Daniel Garnero sacando al delantero Antonio Sanabria, mientras que Berizzo optó por el mismo once, lo que no fue solución porque al 60' salieron Brereton y Echeverría, ingresando Alexander Aravena y Víctor Méndez.
No cayeron las ideas en el lado chileno, porque el experimento con Sánchez no funcionó, quien se diluyó de enganche, fallando pases, desgastándose en la refriega y sin los apoyos a los espacios. Paraguay, en la suya, recurrió a una vieja técnica: dos cambios y de ahí el arquero Carlos Coronel al suelo, por una supuesta dolencia muscular que lo tuvo dos minutos esperando ser atendido con el spray.
Un derechazo de Erick Pulgar que pasó rozando el travesaño al 68' fue el último remezón de Chile, que se desdibujó a medida que pasaban los cambios errados, con Felipe Loyola y Maximiliano Guerrero ingresando como último revulsivo.
Se terminó de complicar todo cuando una entrada brusca de Méndez sobre Andrés Cubas fue también sancionada con roja por Rapallini, un encuentro equiparado que terminó frío como el juego de Chile: con los jugadores sin despedirse y la gente coreando el "ohh Berizzo ya se va". Una noche de congoja para la Roja, que se queda octava con cinco puntos, fuera incluso del repechaje.