La joven cantora a lo poeta que continúa con la tradición cultural de la familia Madariaga
Emma se encantó desde pequeña con la música que hacían su abuelo y su padre, los acordes del guitarrón chileno y el ambiente rodeado de naturaleza donde vive hasta hoy. Fue distinguida dentro de los 100 jóvenes líderes del país.
Emma Madariaga Valladares (21) tenía sólo 15 años cuando ella y su familia, integrada por su abuelo Arnoldo Madariaga Encina (88) y su padre Arnoldo Madariaga López (58), recibieron la distinción de "Tesoro Humano Vivo 2017", que entrega el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, lo que la convirtió en la persona más joven en acceder a este reconocimiento.
La familia Madariaga, residente de la localidad rural Las Chacarillas, ubicada a 40 kilómetros del balneario Cartagena, cuenta con una trayectoria de más de 70 años cultivando y difundiendo el canto a lo poeta (a lo humano y lo divino) y los toquíos de guitarra y guitarrón, lo que ha pasado de generación en generación, por lo que no es de extrañar que la menor del clan familiar haya decidido continuar con la tradición, siendo cantora a lo poeta y payadora. Además, la pedagoga en música de profesión también toca la guitarra traspuesta y el guitarrón chileno, lo que promueve mediante talleres que ofrece a quienes estén interesados en aprender.
"Yo heredé la tradición de mi papá y de mi abuelo, y mi abuelo la heredó de su mamá y de sus otros ancestros. Actualmente él tiene 88 años y todavía canta. Desde muy pequeña me tocó criarme y crecer en un entorno relacionado al canto con la música y la comunidad cultora. Entonces fui portadora de esa tradición y con los años he decidido mantenerla y seguir en la tarea de la difusión de este patrimonio", confiesa la joven artista cartagenina.
"Tengo la dicha y bendición de haber nacido en esta familia, es algo que agradezco mucho y lo tomo con mucho cariño, humildad y sencillez, porque creo que todos los que estamos en el camino del canto, lo hacemos por distintos motivos, pero todos son válidos. Agradezco tener el canto como estilo de vida", afirma como si hablara desde el corazón.
-¿A qué edad empezaste a interesarte por ser cantora?
-La primera vez que me subí a un escenario tenía cinco o seis años. Estaba muy chica y fue en una escuela en la comuna de Litueche, en la muestra de un taller de canto a lo poeta que hacían mi papá y mi tata. Yo estaba muy chica y canté al ladito de mi papá, y antes de eso había salido a dirigirles el canto a lo divino. Desde ahí nunca he dejado de cantar.
-¿Hace falta rescatar este patrimonio cultural en la provincia?
-Hace varios años nosotros dejamos de hablar de la palabra 'rescate' de una tradición, porque en realidad es una tradición que está muy viva, sobre todo el canto a lo divino, que está muy vigente en muchas regiones del país y también en lugares campesinos. El pasado fin de semana, por ejemplo, en nuestra comuna vecina de Santo Domingo, en la localidad de El Convento, se realizó un encuentro nacional que ayudó a organizar mi papá, el que convocó a más de cien cantores a lo divino, con el objetivo de compartir, juntarnos, cantar y establecer un día en el calendario para declarar el Día Nacional de la Cantora y el Cantor a lo Divino.
-¿Los jóvenes se interesan por saber más del canto a lo poeta?
- En el encuentro había varias personas jóvenes. A lo largo de estos últimos 20 años, sobre todo, gracias a talleres de formación que se han realizado, ha aumentado el interés de los jóvenes. Mi papá y mi tata fueron pioneros en esa forma de enseñanza de la tradición oral que existía, empezaron a nacer cultores nuevos, tanto en canto a lo divino como en canto a lo humano. Eso no quiere decir que se haya masificado el canto a lo poeta, de hecho, en comparación a la ciudad, a la gran sociedad que existe, nosotros somos muy desconocidos, porque la mayoría de las personas no saben qué es el canto a lo poeta, aún no es parte de la cultura general.
-¿Hay desconocimiento sobre el tema en la comunidad?
-En algunas fechas del año se ve ese desconocimiento, como sucede en septiembre cuando llegan las Fiestas Patrias y se habla de la paya, por ejemplo. Ahí hay un concepto erróneo de la gente, que se toma para el 'chacoteo', porque los medios de comunicación hace muchos años vienen divulgando un concepto y una imagen equivocada y vulgar de lo que es la paya. Si lo pensamos así, aún falta por difundir y enseñar el canto a lo poeta, pero no está en extinción porque habemos varios cantores y el canto está muy activo. Todos los fines de semana hay canto a lo divino. Quizás no todos los meses, pero sí muchas veces en el año hay encuentros de payadores. Quisiéramos que fueran más, porque la paya es un oficio y un trabajo para quienes somos trabajadores de la palabra y la poesía popular.
-En tu familia estos conocimientos se traspasan de generación en generación…
-Sí, y así ocurre en muchas otras familias. En realidad, antiguamente la forma que tenía de empezar a cantar la gente, sobre todo en el campo, era recibiendo la tradición de los antepasados. Si había un cantor en una casa, el hijo salía cantor también, era natural eso y era muy bien visto. Hoy en día eso no es tan así. Mucha gente nueva que ha llegado al canto no tiene papás ni abuelos cantores, pero sí llegan y empiezan un camino como cantores y cantoras, y eso es muy valorable.
-¿Te gusta realizar algún otro tipo de actividad?
-Me gusta tejer, tejo mucho. Actualmente me encuentro cantando harto gracias a Dios, de hecho, ahora vengo de viajar y en estos días también viajaré al sur a cantar. También me encuentro realizando talleres de canto a lo poeta, hago clases personalizadas de guitarrón chileno. Estamos trabajando con mi papá en talleres en la comuna de El Tabo. Ahora va a finalizar un taller que se realizó durante todo el año con personas que no sabían sobre el canto y ahora están cantando. Eso me tiene muy contenta porque me gusta mucho estar en el aula y crear nuevos métodos y tener el objetivo de enseñarle a los niños y adolescentes la décima espinela como forma de creación y liberación.
Reconocimiento
Emma Madariaga fue distinguida hace pocos días como uno los "100 jóvenes líderes" del 2023, en una elección que realiza la revista Sábado de El Mercurio y la universidad Adolfo Ibáñez, algo que asegura no se lo esperaba y aún no sabe quién la postuló al premio.
"A mí me pasa algo con los reconocimientos, que no me gustan para mí, pero si bien es algo que me da un poco de pudor, lo agradezco con alegría. En el grupo de los 100 hay mucha gente que hace cosas grandes, a nivel nacional o internacional, y que aportan a la sociedad. La verdad es que me sentí un poquito rara y ajena, pero es lindo que el canto a lo poeta se vea. Desde ese punto de vista es un aporte a la sociedad el canto, al arte y la cultura. Además el año pasado mi tata fue reconocido entre los 'Líderes Mayores' del país", sostiene.
-¿Esta distinción puede servir como una vitrina para que se le dé más valor a lo que haces?
-Puede ser que sí, sobre todo territorialmente. Este último tiempo he salido harto a cantar. Hace algunos años representé en México al canto a lo poeta chileno. Pasa que donde menos canto y como familia Madariaga donde menos cantamos es en nuestra comuna (Cartagena). En ese sentido, me siento un poquito ajena porque nosotros vivimos en la localidad más lejana y rural, recién vinimos a tener luz en nuestras casas el año pasado. Siento que estos reconocimientos son una forma de decir que hay gente que hace cosas y lleva el nombre de la comuna. Entonces por ese lado también es bueno.
Emma cuenta también que "en la escuela rural de Lo Abarca mi papá hace un taller de canto a lo poeta con los niños, a través de un programa del Ministerio de las Culturas, no es algo de la municipalidad. Él llega como artista educador a aportar y la escuela lo recibe".
-¿Cómo ha sido la respuesta de los niños al taller?
-Tiene un primero básico y llega feliz porque los niños ya están cantando, han creado poesía popular, cuartetas, han aprendido qué son las rimas, hacen juegos, vocalizaciones y funciona porque la poesía popular es una ventana enorme, se puede trabajar desde diferentes áreas. Siento que es una herramienta pedagógica hermosa. Lo más bonito es que a los niños les guste y no lo hagan obligados.
-Se generan momentos especiales a través de lo que haces…
-La semana pasada en Cartagena ocurrió algo histórico para nosotros y fue que se realizó el bautizo de un guitarrón chileno. Para nosotros fue el primer caso de bautizo de guitarrón chileno en la comuna, lo que es muy especial porque es un instrumento muy místico, consagrado al canto a lo poeta, que para nosotros tiene mucha representatividad. Este vecino de Cartagena está aprendiendo guitarrón conmigo. Se hizo una ceremonia, hubo mucha gente, fue muy lindo. Se cantó una décima y la misa a lo divino con las personas que están yendo al taller de Las Cruces y salió muy hermoso.
-Para finalizar, ¿qué mensajes enviarías?
-Invitar a la comunidad a que, si alguien quiere aprender a cantar a lo poeta, que se comunique conmigo (@emi_yafloreciorosayazahar en Instagram) o con nosotros. La puerta está muy abierta, al igual que la disposición y que se atrevan. Quisiera destacar que este último tiempo habemos muchas más mujeres cantando, lo que es un tema importante en el canto a lo poeta, debido a la historia masculina en el canto, donde solo cantaban los hombres. Hoy en día lo hacen más mujeres, pero guitarroneras seguimos siendo muy pocas en el país. Decirle a la gente que se acerque a los cantores, todos tiene muy buena disposición para enseñar y compartir a través del canto y eso es enriquecedor.
"En comparación a la ciudad, a la gran sociedad que existe, nosotros somos muy desconocidos, porque la mayoría de las personas no saben qué es el canto a lo poeta, aún no es parte de la cultura general",
Emma Madariaga
"La verdad es que me sentí un poquito rara y ajena (con la distinción como uno de los 100 jóvenes líderes del país), pero es lindo que el canto a lo poeta se vea. Desde ese punto de vista es un aporte a la sociedad el canto, al arte y la cultura".